domingo, mayo 31, 2009

BIBLIOTECAS EN CUATRO PATAS

Hay días en los que ejercer el oficio de periodista es la más hermosa de las recompensas, permite ser testigo de proyectos que conmueven y llenan de emociones que no se pueden explicar. Hoy fue uno de esos días.
El jueves (28 de mayodel 2009) acompañé por las montañas de Calembe, en el estadoTrujillo, 400 kilómetros al oeste de Caracas, capital de Venezuela, a dos “bibliomuleros”, en una de sus jornadas de distribución de libros entre los niños campesinos de la escuela de esa comunidad. Allí los niños acuden diariamente luego de caminar varios kilometros por la montaña.
Las bibliomulas son parte de un programa ideado y puesto en práctica por la Universidad Valle del Momboy, a través de la Red de Escuelas Rurales Emprendedoras. El objetivo es vincular a estas comunidades que permanecen en relativo aislamiento con el mundo moderno
Niñas y niños recibieron a las bibliomulas con particular emoción y luego de ver los libros que esta oportunidad llevaban Chiquito y Cenizo, en una de las aulas de la modesta escuela, seleccionaron los que cada uno llevaría a sus humildes viviendas.
Tal vez esta noche más de uno se dormirá sonriendo después de haber sabido que hubo una vez en la que principes, princesas y dragones andaban sueltos por el mundo. Quizás alguno soñará con un campesino que sembró una mata que creció hasta el cielo… Es verdad: hay días en los que ejercer el oficio de periodista es la más hermosa de las recompensas.





















































viernes, mayo 22, 2009

HACIENDO MICHE

Felix Palomares nacio hace 52 años en La Tapa, zona de las montañas ubicadas en las afueras de Valera, estado Trujillo, 400 kilometros al oeste de Caracas capital de Venezuela.
Desde hace 20 años él fabrica miche que es el nombre que le dan los campesinos de los Andes venezolanos al aguardiente que destilan artesanalmente en las montañas. Por años esa actividad fue perseguida por los cuerpos policiales pero ahora se les considera artesanos y se les permite sus labores que siguen manteniendo un aire de clandestinidad en medio de las montañas.
Para su elaboracion se emplean panelas de caña de azucar las cuales se fermentan durante una semana al cabo de la cual se enciende el alambique para que se lleve a cabo la destilacion en si.
El alambique de Felix fue fabricado por su familia y dice"nosotros somos una familia muy humilde y haciendo miche fue como mi papa nos saco adelante. Yo estuve viviendo en Caracas por quince años pero regrese porque siempre mi tierra me llamó. Y ahora hago el miche para ayudarme y poder mantenerme y sacar adelante a mi familia. En estos campos uno tiene que bandearse con todo, porque si no..."




















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