Este espacio ha sido, es y será mi gran frustración vital. Jamás he podido llevarlo a fotos... Ya ni cuentas llevo de cuantas imágenes he elaborado en sus territorios y de su gente; cuando he tratado de hacerlo, mi impotencia crece con imponencia de tepuyes...
A fin de cuentas, La Gran Sabana es una majadería soberbia de la creación donde, con el absoluto desdén que otorgan los dioses a los elegidos, cada pieza de este delicado mosaico vital se colocó de forma y manera maravillosa.
A lo mortales nos ha quedado, como tarea privilegiada, el poderla disfrutar con un leve encogimiento en el alma -si es que a fin de cuenta existe- mientras el asombro nos tiñe la mirada...