Entre
izquierdas y derechas
el
ciudadano juega a decidir
y su fe se
tambalea inerte
ante la
pequeñez dirigente,
aparente
dilema maniqueo
el cual
aseguran evitar
y donde
arriba impávida
la habitual
recua de inútiles,
saetas de
humo perdidas
y basta
encrucijada secular
donde los
héroes son un nombre
que flota
inerme, inerte, inválido.
© Alfredo Cedeño