domingo, octubre 22, 2006

IN EXTREMIS

Inmediato a su orgasmo bullanguero y entusiasta
llegó el ofrecimiento de esponsales con voz melosa
que me hizo caer abrupto del nirvana alcanzado.

La voz insistía pegajosa en su propuesta postcoital
y a mi lengua sólo le quedaba buscar esa boca necia
para callarla un minuto y poder planear la retirada.

La oferta resultó mucho más firme de lo que supuse
y pese al intento de mordaza lingual la asechanza
me persiguió asomándose con indomable porfía.

Agarré la ropa con tosco disimulo y ganas aún vivas
me monté en un autobús y salí sin encantos ni paz
a buscarme otro poquito de compasión sin corazón.

Y en una nave sin espacios libres ni canciones tristes
me fui bailando por la orilla de mis dolores sin canto
con la leve esperanza de poder algún día follar en paz.

® Alfredo Cedeño

2 comentarios:

  1. Anónimo7:33 a.m.

    En posición perpendicular al día y tan próxima al badajo que escupe miel, te miro in extremisº desde la otra orilla. Ch.

    ºLoc. lat.; literalmente, 'en las últimas'

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  2. Anónimo9:47 a.m.

    Muy buen escrito...
    ... y me hiciste sonreir, Alfredo. Su tìtulo bien podrìa haber sido tambien "LA HUÌDA!!!!!!!!!!" :) Un abrazo

    Cristina Chaca

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