miércoles, marzo 21, 2007

POCIÓN

Cuatro tarántulas van en procesión a guardar su pesadumbre
de viudas en vida que nunca supieron ni escoger buen marido
porque estaban seguras que podían comprarlos en la mercería
y sus albures fueron desastres que replicaban en un balcón.

Tres brincos anodinos en su aspecto de madre distinguida
arruinaron los preludios de una celebración en cuarentena
colocando en una barquilla sin timonel mensajes a la deriva
que entregaran sus pezones al goce de una noche sin sombra.

Dos asnos acarrearon las heridas de una jugadora desgarbada
que solo supo ganar derrotas sobre las mesas de sus apuestas
y lanza dagas desde su lengua sin tino para herir los vacíos
que deja entre su paso delgado como la sombra que la cubre.

Una llama suave de color ambiguo calcinó remembranzas
contra pálidos destellos de canciones llenas de afonías
retumbando con los correos que se borran cada mañana
entre las salamandras de una piedad opaca y machucada.

® Alfredo Cedeño

2 comentarios:

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