Entre una lluvia de estrellas y naranjas en bastones,
que descubren ventanas dormidas,
mis dedos lanzaron una bendición de carteles vivos
con velocidad de naipes raros jugando en ley…
Una tempestad de luceros lentos madrugadores,
como aviones que se esconden en las hojas,
saltaron sobre la mesa con flechas diminutas
de voces tartamudas a blindar cristales ahítos de fragilidad
© Alfredo Cedeño
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por interesarte en mis textos y dejarme tu opinión.