Con voz delgada como tus miedos
juegas a ponerla firme
y me anuncias que el secreto ya no es tal
y que soy el Niño Jesús
y que compraré tus regalos
y todo con alegre inocencia que rasga mitos.
Con trago grueso te respondo aturdido
entendiendo que creces
y te recuerdo minúsculo de ojos abiertos
y te siento todavía menudo
y sigues siendo mi mejor regalo de Pascua
que la vida me pudo entregar.
® Alfredo Cedeño
¡Bendiciones, gurisito bandolero!
ResponderBorrar¡Feliz Navidad!