Sus vetustas campanas repicaron lo suficiente
hasta clavetearme de fe los tímpanos,
bajo su tejado maltrecho aprendí rezos
que manaban de los sabios labios de mi abuela,
a la sombra de su cúpula descubrí el temor
pintado en una tela enorme del infierno,
entre sus paredes tachonadas de manchones
adquirí dogmas con los que perdí la inocencia,
y desde ese maltrecho pero imponente templo
busqué sin hallar un distante camino al cielo.
© Alfredo Cedeño
No dejes de buscar ese camino. Vale la pena.
ResponderBorrarYlleny Rodríguez
...Sus vetustas campanas repicaron lo suficiente
ResponderBorrarhasta clavetearme de fe los tímpanos...
Esa FE que equivocada o no, nos brinda una esperanza!! Saludos!!
Zafira
Muy hermoso Alfredo, con un buen cierre.
ResponderBorrarUn abrazo
Amaia Villa
!Bellísimas imágenes poéticas!!
ResponderBorrarandre laplume.