martes, octubre 16, 2012

MAÑANERO

El cielo rebota en el estanque
y Dios –dicen los abuelos–
se le escabulle al templo
para ir a saltar en los cerros
recomponiendo nubes y luz,
torneo de anhelos y motivos
hecho espigas de melodías
derramándose en las orillas
con bendiciones de la vida
y certezas de canción furtiva.

© Alfredo Cedeño

5 comentarios:

  1. Anónimo6:27 a.m.

    Acabas de verbalizar el por qué me gustan los amanaceres más que los anocheceres. Gracias Poeta Amigo. Besos.

    Ylleny Rodríguez

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  2. Muy hermoso Alfredo , sobre todo me encantó
    "torneo de anhelos y motivos", es un vero que me ha llegado.

    Un abrazo grande
    Amaia

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  3. Anónimo5:53 a.m.

    Ese amanecer reflejado en el estanque es una bendiciones de la vida y es algo así como ese dicho que reza por allí... Los ojos son el espejo del alma.

    Zafira

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  4. De muy buen gusto, amigo.

    Abrazo

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  5. Anónimo5:24 p.m.

    Me encanta tu poema Alfredo y definitivamente yo quiero estar allí en ese paraíso que fotografiaste con ese Dios que se capea del templo. Abrazos fuertes

    Araminta Solizabet Gálvez García

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