jueves, enero 10, 2013

ÁVILA



El borde de la serranía se recorta celeste sobre la tarde
y deja acordes desnudos por sus faldas agrestes,
mientras las sombras se trepan  fugaces y felices
a plantar dormidas cabriolas de prolongado encaje. 

© Alfredo Cedeño

3 comentarios:

  1. Anónimo5:47 a.m.

    ... y una se reconcilia con Caracas, todos los días...


    Ylleny Rodríguez

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  2. Anónimo4:29 p.m.

    Mi Ävila hermoso!!! Bella foto! Siempre que veo ese cerro, me digo... ese cerro habla. lindo esto, "deja acordes desnudos por sus faldas agrestes, mientras las sombras se trepan fugaces y felices"

    Zafira

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