Es
triste escribir lo que viene: somos una sociedad enferma, con una larga
convalecencia, y un, aún más largo, proceso de recuperación por delante. ¿Lo
podremos soportar y asumir con la entereza y disciplina del caso? No me atrevería
a decir una cosa u otra, pero a veces el pesimismo tiende a predominar. La negativa parece imponérseme. Al dar una
ojeada a nuestra historia veo una larga hilera de hechos que nos muestran como
somos los mismos de siempre: pocas veces asumimos nuestras responsabilidades, y
siempre buscamos cómo trasladar a otro la carga de nuestras actuaciones.
Un
episodio de Boves El Urogallo de Francisco
Herrera Luque, a quien pedí prestado el nombre de esta nota de hoy, describe de
manera nítida lo que digo: “…la señora importante que es víctima de una
flatulencia sonora y continúa que no
puede disimular. En misa y de rodillas, como usted se imaginará, el cual se
acrecienta, dando lugar a una serie de situaciones a la cual más risible. ¿Qué
cree Ud. que inventaron para resolver esta situación? Pues nada menos que
ponerle al lado a una negrita, para que cada vez que salga el cuesco echarle la
culpa a ella, y meterle un coscorrón a la infeliz, lo que le ha merecido el
nombre de "la pagapeos".”
Antes
que Herrera Luque el maestro Rómulo Gallegos, quien fuera por demás certero a
la hora de plasmar nuestros arquetipos conductuales, describe muy bien la misma
situación, aunque con otros personajes y diferente escenario, en su novela Canaima. Allí representa a los hermanos Vellorini,
Francisco y José, quienes eran dueños de la “casa de comercio”, como la define
él, más importante de Upata y de Tumeremo. Francisco, quien vivía en la primera
población, y de aparente afabilidad, era llamado Vellorini el bueno, y a José,
quien estaba a cargo del negocio en la otra ciudad, lo tildaban como Vellorini
el malo. Bien explica el autor que todo
era una superchería del "bueno", quien andaba de tramoya en tramoya y todo cuanto
podía endilgarle a su hermano mayor, pues así lo hacía sin el menor empacho.
Es
larga la lista de ejemplos de similar tenor que podría seguir citando, ni que
hablar de nuestra historia política. Recuerden que, al decir de cierta
izquierda ortodoxa, a la caída de Pérez Jiménez no fue la gloriosa clase obrera
la que tomó el poder porque la pérfida oligarquía criolla, en connivencia con
malévolos planes del imperialismo, les jugó quiquirigüiqui y se quedó con todo.
Ni de vaina dicen que fueron unos incapaces de tomo y lomo que no fueron
competentes para articular una propuesta seria de conducción del país en medio de
aquella crisis, y era lo que el país necesitaba. Había que dedicarse a saquear
las sedes de la Seguridad Nacional y otras dependencias oficiales, con lo cual
no hicieron más que reconfirmar su miopía inacabable ya que no fueron capaces
de preservar esos archivos para poder estudiar a profundidad lo que en esos
organismos ocurría. Algunas voces, supuestamente, malintencionadas aseguran que
ello había sido necesario para borrar
las huellas de muchos honorables que habían abrazado entusiastamente el oficio
de soplón.
De
estas veleidades conductuales –¡por supuesto¡– tampoco se escaparon los
“luchadores demócratas”, quienes usaron la excusa del combate contra la lucha
armada para cometer toda clase de atropellos contra sus adversarios, y en una
inmensa mayoría contra población civil inocente. Baste recordar los desmanes
hacia los campesinos en Lara, Falcón, Yaracuy, Monagas, Miranda; así como contra habitantes de Caracas, las principales
ciudades del país y numerosas poblaciones.
Siempre
hemos sido unos ases en desviar el foco de atención, ya que a eso se reduce
todo, en diluir nuestras responsabilidades, cuando no endosarlas a otro, sea
quien sea. ¿No recuerdan aquel Aló,
presidente del 2 de marzo del 2008, cuando grandilocuentemete, como
acostumbraba ser su estilo, el fallecido comandante vociferó en cadena
nacional: "Señor ministro de Defensa, muévame 10 batallones hacia la
frontera con Colombia, de inmediato, batallones de tanques. La aviación militar
que se despliegue"? Recuerdo en esos días estar por las carreteras de
Lara, y en el parador de Brisas de
Arenales encontré una caravana de autobuses particulares que llevaban a
parte de esas fuerzas hacia la frontera. Daba lástima aquella masa imberbe, a
la que ni bastimento se le había provisto, comprando con su propio dinero
comida, cuando no pidiéndose prestado dinero unos a otros para completar y
poder comprar una arepa de queso blanco y medio litro de jugo de naranja.
Recuerdo haberle comentado a quienes me acompañaban: ¿Así pretende este infeliz
defender la soberanía?, en tres días los cachacos estarán en Caracas haciendo
ajiaco en la plaza Bolívar si les da la gana. A los pocos días el sempiterno
fabulador adujo que todo había sido un éxito, y guardó un hermético silencio
sobre el fracaso de su mojiganga bélica; pero más calló sobre los supuestos
orígenes de sus arrebatos napoleónicos, que no era más que un profundo terror a
las computadoras encontradas en el campamento de Raúl Reyes, en las cuales se
asegura hay evidencias de todo tipo que demuestran sus vínculos con la
narcoguerrilla colombiana.
¡Ah!,
pero es que tampoco los ditirambos y la prosopopeya son patrimonio exclusivo
rojo. ¿Acaso se les ha olvidado las floridas maromas retóricas con las cuales
se ha buscado tratar de justificar cada una de las derrotas que, en buena o
mala lid, nos fueron asestando a lo largo de estos 16 inacabables años? No hubo
un solo fracaso que no fuera huérfano, todos fueron obra y gracia de la
maquiavélica tramposería roja que siempre venció a la caballerosa oposición que
nunca fue capaz de cometer ninguna acción que no fuera leal y valiente… Para
decirlo en palabras de mi viejo tío-abuelo Jorge Cedeño: ¡No me jodan¡
Regreso
la pelota al otro lado de la cancha, donde encontramos que la debacle económica
generalizada es producto de la guerra mediática, como solían decir todas las
cacatúas pelicoloradas que se sajaban las venas por el socialismo del siglo
XXI, pero nunca jamás por la infinidad inaudita de cagadas con las que han ido
jalonando su gestión. Por supuesto todo ello ha sido hechura de la burguesía
apátrida títere del imperialismo cochino que no tolera la soberanía. Pero cómo
les encanta ir a comprar a cartera suelta en sus tiendas, ¿verdad Calixto Ortega?,
¿no es así Luisa Ortega?
Por
supuesto que este partido no termina todavía y al raquetazo rojo se suele
responder creándonos nuevas expectativas de toda laya. ¿Olvidaron aquellas palabras de Ramos Allup
el martes 29 de noviembre del 2005 cuando formalizó el retiro de Acción
Democrática de las elecciones parlamentarias que se realizaron el 4 de
diciembre de ese año, y que le dio la mayoría total a los rojos en el poder
legislativo? En aquellos días afirmó: “Lo hicimos por encima de intereses
individuales, personales o partidistas. Estamos interpretando el sentir de la
mayoría de los venezolanos, a quienes al fin y al cabo, nos debemos”. Sin
embargo este mismo personaje, con su cara muy lavada y sin un ápice de
vergüenza le dijo años más tarde, exactamente el 9 de marzo de 2011, a Clodovaldo
Hernández en una entrevista para Ciudad CCS que “fueron también los medios los
que montaron la abstención de 2005”.
Es
una sucesión de pagapeos que se sacan unos y otros de sus mangas de
prestidigitadores tropicales tercermundistas. No dudan en tragarse un burro,
con enjalma y todos sus aperos, para no soltar ni un mínimo eructo. Hemos visto
como en los últimos meses los llamados “dirigentes” de la oposición –quienes a
todas estas no sé si siquiera dirigen el tráfico– han venido anunciando con
fanfarrias de todo orden la llegada del fin del mundo, chavista por supuesto,
el próximo 7 de diciembre, anuncian destituciones cuales Robespiere revividos,
y así ad libitum, de vaina ofrecen el regreso del "Tá barato dame dos". Se
dedican a jugar con la esperanza e ingenuidad de quienes desesperados no ven
cómo salir de este infierno en que nos han sumido el país. Es lo que hacen
cuando en vez de explicarle a la gente que es necesario trabajo, dedicación,
sacrificio, mística, educación y responsabilidad para resurgir de este enlutado
escenario; le llenan la cabeza de pájaros preñados volando en retroceso con el
supuesto triunfo en la Asamblea. ¿Qué van a hacer si no hay elecciones? ¿Qué
van a hacer si en efecto hay un fraude gigantesco? ¿Cuáles son las opciones a
llevar adelante en caso de que alguno de estos escenarios se suceda? No duden
en pensar que entonces veremos a nuestros flamantes mariscales de poltrona
saltar a señalar a quienes les hemos venido pidiendo reiteradamente la
necesidad de reformular las acciones, como los pagapeos de turno.
No son
gratuitos los eventos ocurridos en La
Guajira recientemente, ni en la frontera tachirense. Lo sorprendente es la
ligereza con que ambos sucesos han sido abordados de lado y lado, no era de
sorprender que así lo hicieran en el bando oficial, pero que de este lado de la
cancha sea así es irritante. Cuando se
recorre La Guajira se aprende que allí nada es al azar, allí funciona una
rigurosa e inamovible sociedad de castas y todo cuanto ocurre es porque los
“señores” guajiros así lo permiten. ¿Alzamiento popular sin el visto bueno de
esos capitostes que siempre han impuesto a sangre y fuego sus baronías? Allá
quienes quieran comprar ese cuento. Lo otro que sorprende es que han surgido especialistas
y conocedores del ámbito guajiro y todos hablan de sus informantes en aquellos
lares, donde precisamente por todos lados te dicen en susurros que los camiones
750 que van cargados de mercancías y alimentos de todo tipo son de Nohely
Pocaterra, y que van escoltados por indígenas equipados con armas de guerra.
¡Oh sorpresa!, a ninguno de los tantos entendidos se le ha leído nada al
respecto. La sensación que tengo es que una vez más la complicidad terminó por
imponer sus normas.
Ante lo
ocurrido en Táchira y el decreto estentóreo del señor presidente limitando las
garantías constitucionales en el estado Táchira, al decretar allí estado de
excepción, no se necesita ser mago para avizorar un globo de ensayo que luego se
extenderá a todo el país para suspender las elecciones. Esa posibilidad la
hemos señalado muchas veces unas cuantas voces y la respuesta ha sido cuando no
la descalificación, el silencio, o el encasquetarnos el mote de atipolíticos,
especie de santo grial que de un tiempo a
esta parte usan para tratar de callar todas las voces críticas a la
manera torpe y desmañada como se han venido dizque conduciendo. ¿Qué vamos a
hacer ante ese escenario? ¿Vamos a repetir la
misma situación de la madrugada del 16 de agosto del 2004 cuando
Carrasquero anunció el triunfo de Chávez y en la quinta Monteverde “la
dirigencia” corría como una manada de gallinas atacadas por un zorro, y no
fueron capaces de convocar a la gente a la calle a defender el triunfo que se
había obtenido? Es pertinente recalcar que el rol de pagapeos de los medios de
comunicación, tanto propietarios como trabajadores, ha gozado de una vitalidad
extrema en estos últimos tiempos. No creo equivocarme al vaticinar un futuro
bastante cercano donde, todos quienes hemos alertado del infierno que se
avecina, seremos los pagapeos de este serallo de arrogantes que no se cansan de
hacer gala de ineptitud en el manejo del momento que vivimos.
© Alfredo Cedeño
Buenos días y gracias como todos los domingos. Esto de echarle las culpas a otro ha llegado a su máxima expresión con este gobierno rojo. Lo que pasa es que el pagapeos nunca es creible. En los viejos tiiempos todos sabían quién era la culpable. Hoy también. Lo tremendo es que el coscorrón de entonces, hoy es la muerte. La OLP es la vagabundería más criminal que nunca hayamos tenido. Matan y matan al que se les ponga delante y luego lo declaran culpable de enfrentamiento. A mi barrio todavía no han llegado pero cuando lleguen te cuento. Un abrazo.
ResponderBorrarAlejandro Moreno
Hola buenas noches seguro los pagapeos continuaran,nunca falta a quien indilgarle el cuento, Los Venezolanos hemos sigo los pagapeo de las enviadia y odios de los viejos Castros y realmente nos hemos comportados como una gallinas , nos sale el indio por los poros, HASTA CUANDO , ya no hay nada que estimule a este pueblo parece que esta idiotizado no hipnotizado, IDIOTIZADO no le queda otra
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