Las llamas llegarán del cielo y
arderá el horizonte
hasta lograr que no quede un
sarmiento de esta mala vid,
pequeños demonios empantanados en
sus fantasías
donde insisten en abrevar y
obligarnos a pacer,
atardecer y amanecer serán ardiente
criba
ocaso para aquellos tontos y aurora
para nosotros,
se invertirá su largo destilar de
odios estériles
y una brisa infinita arrastrará su
pestilencia inútil.
© Alfredo Cedeño
Amén y Amén.
ResponderBorrarYlleny Rodríguez
Dios te oiga..!!!
ResponderBorrarAmalia Di Parsia
Así será
ResponderBorrarMaríu Ríos