Lancé un crisol de colores con la punta de mi cola
hasta que las paredes inclinadas fueron cortos azotes
el cielo recordó sus olvidos en los prismas de un cirro
una andanada de gotas realengas transformó su paleta
los chorros dejaron perdidas a las estrellas congeladas
y mi mirada fue lanza flamígera en réplica de centellas.
© Alfredo Cedeño
Más oportuno imposible. Ante tanto ¨gato encerrado¨, este minino policromado es lo màximo.
ResponderBorrarYlleny Rodríguez