La sabandija acecha entre las
espinas
con simpática apariencia.
Buscará eludir llegado el momento
el zarpazo certero e inevitable.
Se creyó inmortal por su ágil
disposición a saltar sobre los demás.
Olvidó como los días en sucesión
secular
se ocupan de poner a cada quien
donde va.
© Alfredo Cedeño
... y cuando menos lo piensa, pierde la cola.
ResponderBorrarYlleny Rodríguez