Se empeñan en no escuchar la voz
del pueblo que ya habló
y luego llorarán cual vestales
deshonradas,
siguen en su pavoneo lenguaraz de
huestes andrajosas
y despliegan los harapos de lo que
pretenden por doctrina,
insisten en danzar sobre los
abismos de nuestra furia
y ganarse su helado hálito recorriéndoles
el espinazo.
© Alfredo Cedeño
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por interesarte en mis textos y dejarme tu opinión.