El Dào Dé
Jīng, también llamado Tao Te Ching,
o Tao Te King, cuya autoría se
atribuye a Lao Tsé, Laozi o Lao Tzu, es
considerado el texto angular para el taoísmo y el budismo. A sus fuentes han
acudido infinidad de personas a buscar soporte e inspiración para sus búsquedas
y “batallas”. En el capítulo 69 de dicho texto hay una frase que trato de
recordar siempre –pese a no tener más adversarios que mi propia e impenitente
inocencia, por no decir pendejera, al ver el mundo– por lo acertada que le
considero, y reza así: “No hay peor desgracia que subestimar al enemigo, si lo
hago pongo en grave peligro mi tesoro”.
Otro compilador chino, Tzun Tzu, explicó en El arte de la guerra: “Cansa a los
enemigos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar”. Hoy hago referencia
a estos autores o compiladores, todavía no se ponen de acuerdo los
especialistas en cómo calificarles, al observar el despelote que innegablemente
reina en la Venezuela de mis tormentos.
No pocas críticas y choques me trajo cuando me
opuse a que se tratara de despachar a Chávez con el muy candoroso, rayano en lo
naïf, argumento de lo bruto que era. Lo mismo ocurre ahora con su heredero, a
quien se ha señalado hasta el hastío de chofer de metrobús y de un tiempo para
acá de ser colombiano, y mientras tanto el bigotudo empoderado nos sodomiza sin
contemplaciones de tipo alguno. El difunto ahora galáctico, y espero que no sea
cierto aquello de que habremos de regresar del reino de los muertos, así como
el marido de la primera combatienta han hecho durante más de 17 –die ci sie te–
años exactamente lo que les ha dado la gana, y pese a proyecciones económicas, políticas, sociales y hasta astrológicas
pretenden seguirlo haciendo hasta que se les antoje. Es lo menos que uno piensa al ver las jugadas
hechas en el tablero militar el pasado jueves 7 de julio.
Hasta ese día no pocas quinielas daban por ganador
de la cartera del ministerio de la defensa al general Néstor Luis Reverol
Torres, quien se oía decir contaba con el apoyo de Tareck el Aissami y que pese
al soporte que daba el inefable Diosdado Cabello al almirante Franklin
Montplaisier, sería él quien iría a comandar los destinos castrenses nacionales.
Naranja china, limón francés. La cara de estupor mostrada por el marabino
cuando anunciaron la ratificación de Padrino y su salida de juego fue de
antología. Sin embargo, he de confesar, la estupefacción fue mayor para quienes
conocen las interioridades de la llamada cuarta pata de las Fuerzas Armadas
Nacionales, la pregunta reiterada que se oyó por todas partes, al oírse el
nombre del sucesor, fue: “¿Benavides Torres?”
A todas estas, ¿quién es este individuo y de dónde
salió? Debo escribir que este ser siempre ha descollado por su incompetencia. Recuerden
lo que he dicho en otras oportunidades: en el escenario rojito no hay mejor manera
para ascender que hacer gala de inepto. El ahora flamante comandante general de
la fuerza fundada por el general Eleazar López Conteras en 1937, originalmente
debía formar parte de la cohorte de la promoción Batalla de Araure 1984; pero
por inteligente perdió una materia en el último año por lo que fue echado, para
luego reingresar al año siguiente y es por lo que aparece en el puesto 28 de 113
egresados en la promoción Batalla de San Félix II de 1985. Eran tiempos cuando desempeñaba la presidencia
de la república Jaime Lusinchi, el director de la EFOFAC era el general de
brigada Florentino Galaviz Jara y el comandante del cuerpo de cadetes el
coronel Valmore Rodríguez Lares, por cierto primo de la periodista Idania
Chirinos.
Los compañeros de aquel “teniente de una estrella” no
lo reconocían como muy inteligente que se dijera, pero era un hombre tenaz y que
destacaba por sus dotes físicas. Su apego a la democracia cuartorepublicana fue
a carta cabal y ello lo llevó a ocupar diversos cargos a lo largo de su carrera
“demostrando idoneidad y apego a la constitución, leyes, ética y deber militar”.
Así las cosas este ahora “mayor general”,
recién salido del rango de capitán fue trasladado al regional 9 en la región de
Guayana, y allá destruyó a tiros una embarcación con tripulantes y pasajeros a
bordo. El escándalo fue antológico y el general a cargo del CORE 9, junto al general
del Ejército en el área decidió interponer sus buenos oficios para lavarle la
cara al oficial de nuestro cuento.
Al poco tiempo, creo que ya en pleno delirio rojo,
fue enviado al curso de comando y estado mayor en la, ¡Oh sorpresa!, Escuela de
las Américas en Fort Benning, Georgia, por supuesto la del malvado imperio. Allá,
para los malvados evaluadores americanos, el coeficiente intelectual del
cursante no calzaba las botas necesarias para aprobar el curso, y lo coletearon
en el examen más importante de todos, el de operaciones. En esa oportunidad de
nuevo fue salvado por la negra mano de la suerte, ya que en esa institución es
norma observada que ante materia aplazada el estudiante queda expulsado; pero…
por ser un oficial extranjero no podían botarlo, así que le entregaron el
examen para que lo respondiera en casa y allí los entonces tenientecoroneles Rojas
Sarurbi y Sanfiel le ayudaron a responder y aprobar la prueba. Fin del cuento
que nuestro nuevo comandante general egresó entre los últimos de 64 alumnos que
formaban dicha cohorte.
Mención obligatoria es que el ahora denostador por excelencia
de Estados Unidos, al terminar ese curso allí pretendió, con su cara muy lavada
y sin empacho alguno, ingresar a esa institución como instructor. Las
aspiraciones del rodilla en tierra se desvanecieron ante la dureza de los evaluadores
quienes resaltaron su bajo coeficiente intelectual y lamentable desempeño
académico. Tuvo que regresar e incorporarse
a su fuerza y así llegó al frente del grupo de guardias encargados de la
custodia de esa pústula roja por excelencia que es nuestro máximo organismo electoral,
entiéndase el CNE. Allí hizo todos los méritos del caso y siguió su ascenso en
las huestes rojas.
Necesito en este punto realizar un alto para hacer
honor a la cónyuge de tan honorable oficial, la abogada Lucina de Benavides. Ella
ocupó en los altos mirandinos dos cargos en la burocracia oficial. Allí, la
distinguida dama se dedicó a apertrechar sus alforjas de la mejor manera
posible, al punto que, y es comentario todavía oído en las interioridades de la
Guardia Nacional, el propio Chávez ordenó su destitución.
Sigamos con nuestro digno comandante general. Su
afán por demostrar ser el más chavista de la manigua lo llevó a ser jefe de Estado Mayor y segundo comandante del CORE
5. Fue así como llegó el sábado 22 de
agosto de 2009 cuando un grupo de ciudadanos convocaron a protestar contra la nueva
Ley de Educación, y marchar hasta la sede de la Asamblea Nacional. La
manifestación fue detenida en la avenida Libertador. Allí, el para ese momento
ya coronel, y comandante de la operación de seguridad, luego de disolver de
manera desproporcionada, con uso de “gas del bueno”, al grupo de ciudadanos tomó
un micrófono conectado a cornetas y lo entregó a su compañero de fuerzas y por
aquellos días viceministro de Seguridad Ciudadana, Juan Francisco Romero, quien
justificó la represión con estas palabras: “Una vez que hubieron rompido (no es
joda de mi parte, tal cual lo dijo) la barrera, tratamos de volver a colocarla…”.
Luego de su rebuzno regresó el aparato al esbirro ya mencionado y este se
dirigió a la tropa de la siguiente manera: “Aquí venían a protestar por la Ley
de Educación, pero la consigna era que Chávez se va y que el gobierno va a
caer. Los manifestantes rompieron el cerco eléctrico. ¿Quién los entiende? La
única forma de que el comandante salga es a través del voto. Hay que estar
preparados porque estas protestas van a ser toda la semana”. Luego de su
arenga, en las cornetas empezó a sonar a todo volumen, la canción Tin-marín, de Alí Primera.
¡Por supuesto que
lo premiaron! Tres días más tarde el difunto lo condecoró con la Orden del
Libertador por su actuación durante esa marcha. ¿Cómo no iba a llegar a general? Claro que sabiéndose
guapo y apoyado continuó con sus desmanes a plena máquina. Fue cabeza visible
de los atropellos indiscriminados contra los ciudadanos durante las jornadas de
protestas del año 2014, lo cual condujo a que se ganara ser uno de los
funcionarios sancionados por el Gobierno de Estados Unidos por incurrir en la
violación de los derechos humanos de los ciudadanos durante esas manifestaciones.
En aquella oportunidad la Casa Blanca lo señaló como responsable de acciones
mientras ejercía funciones en la Guardia Nacional. Es menester resaltar que dichas
sanciones fueron ratificadas y extendidas hasta el año 2019 por Estados Unidos,
justo el día antes de ser elevado por don Nicolás al rango de comandante de
fuerza.
Sé muy bien que las cosas son como son, no como uno
quisiera que lo fueran. Por eso ante nombramientos como este, que me luce como
una jugada de Maduro para terminar de minar la moral del mundo militar y acabar
con ella, donde por lo visto pendejo no es, y más bien lo son aquellos que de
tal siguen tildándolo, y ante la aporía opositora condensada en ese alambique
desportillado en que ha devenido la MUDa, sólo me queda confiar en las hondas
raíces morales que alguna vez tuvo la Guardia Nacional.
Necesito confiar en mi propia e impenitente pendejera
de que las bases que sembraron gente como el, nunca valorado adecuadamente,
oficial Edito Ramírez, al momento de crearse las Fuerzas Armadas de Cooperación,
en algún momento retoñarán y serán ellas mismas las que se ocupen de limpiar con
dignidad todo el oprobio que sobre ellas han lanzado estos hijos de su bendita
madre.
© Alfredo Cedeño
Buenos días. Estupenda semblanza. Parece que ecogen precisamente los últimos para que sean los primeros, pero ellos no son Jesucristo aunque parece que se lo creen. Dios nos libre pronto de esta cuerda de tiranos criminales y genocidas. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarAlejandro Moreno
Sin desperdicio! Buen día Alfredo.
ResponderBorrarElizabeth Frontado
Hola , como siempre un paseo por la historia y bibliografia politico militar de los personajes ,mejor imposible .
ResponderBorrarSin embargo me parece muy inocente de tu parte y me disculpas, que piesen que la GN se regenere o recupe como el ave fenix desde sus cenizas, la veo tan descompuesta que dudo mucho que exista ser pensante y honorable en ese cuerpo, y para nuestra desgracia la descomposición esta cabalgando sobre todos el país . Dios se apiade de nosotros
Yo no creo que despues de tanta corrupcion donde unos son culpables por accion y los mas por omision y cobardia, sea capaz una guardia nacional por la cual no se guarda estima ni respeto, sea capaz de regenerarse. Yo creo que es necesario refundarla pasandopa retiro a las ultimas 17 promociones y jusgando como delincuentes comunes a los violadores de derechos humanos y por corrupcion a aquellos que indebidamente incrementaron su patrimonio. Venezuela no necesita esa fuerza corrupta y degradada. Igual proceder respaldaria yo para las otras fuerzas. La culebra se mata por la cabeza.
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