Cada vez que
publico mis notas las comparto con un grupo de amigos, unos más añejos que
otros, y algunos más acuciosos que aquellos, pero por todos hay un profundo
respeto y cariño que trato de demostrar al momento de compartir con ellos mis
reflexiones. Estas últimas hago todo lo posible para que sean un reflejo del sentir
del ciudadano de a pie, de aquellos que tan sabiamente nos plasmó el
inolvidable y muy querido Chuchú Rosas Marcano en su canción ¿Quién ha visto negro como yo?: “…de los
que andan mudos yo soy la opinión”.
Escribo esto
porque uno de esos a quienes hago llegar mis notas suele comentarme sus impresiones.
Debo decir que por él tengo un particular respeto, porque es uno de los escasos
casos que conozco de quien fue capaz de abandonar la presidencia de un ente
oficial para dedicarse en alma, corazón y vida a la defensa de los derechos de
los trabajadores del sector al cual había pertenecido. Confieso que quiero
llegar a los 75 años que él ha vivido con la capacidad de entrega y empuje que
mantiene en la pelea que no abandona contra ese escarnio aparentemente infinito
que nos ha tocado por gobierno en estos años.
Él es un
caballero a la vieja usanza, respetuoso en grado sumo y quien en uno de los
pasados artículos me hizo una sutil reconvención por mi mención a cierto
excandidato presidencial a quien he renombrado como El Bobo de la Yuca, así
como por otras consideraciones de similar tenor que he empleado para con otros pájaros
de análogo pelaje. En esa ocasión me escribió: “Me permito sugerirte que
critiques sus actuaciones, pero que no le pongas motes ya que caer en plano
personal no ayuda a vender el concepto de que ha cometido errores graves en
política y el artículo pierde nivel, abrazos”. Como bien han de suponer, su
nombre no viene al caso y sé que él no estaría de acuerdo con que lo publicara
ya que, además, es hombre de proverbial modestia; sin embargo ahora escribo teniéndolo
muy presente y trato de no caer en lo que sutilmente me señaló. Así que trataré
de sobrevivir a dicho intento y ruego al cielo que mi contumaz maledicencia no me
haga quedar mal.
No hago ascos de
usar lo que otros ya han escrito cuando interpreta de manera impecable lo que
quiero decir. En esta oportunidad
recurriré al poeta chileno Neruda quien publicó su poema Aquí estoy, en 1938 en la capital francesa, porque es lo que me
viene a la mente cuando veo las hordas rojas agrediendo a mansalva a un grupo
de periodistas:
Y con la garganta y el alma os
vomito catorce veces,
Os vomito cuatrocientas veces, a
vosotros y a vuestras jeringas,
Aunque colaboréis en la opinión
y en la MATONERÍA
Aunque cada día cultivéis con
mayor atención vuestra bilis y vuestra mierda.
Recurro ahora al verbo viperino de Francisco Gómez
de Quevedo y Villegas, el temido Quevedo, puesto que es su poema Desengaño de las mujeres, publicado a
comienzos del siglo XVII, en el que pienso al ver la actitud jacarandosa con la
cual la ilustre Tibisay Lucena Ramírez anuncia la serie de maromas que se saca,
cual maga talentosa, de su roja chistera para jodernos la paciencia con la
carrera de obstáculos en que se ha convertido el bendito Referéndum
Revocatorio, y rezan así los versos del
citado bardo español:
si de otras tales putas me
pagare,
porque las putas graves son
costosas,
y las putillas viles,
afrentosas.
Ahora, si
bien es cierto que todos saben de cual pata cojeo y hacia donde me inclino en
mis querencias políticas y por aquello de no arrearle rejo a una sola parte del
cotarro, ya que de este lado también hay quienes merecen su dosis de invectivas,
mirando cómo se pretende convertir la voluntad popular en una especie de franquicia
política en la que un grupete de caballeritos, de lo más pintiparados ellos, aparecen
como los propietarios de esa privatización del electorado; no me queda más que
evocar al lusitano José Saramago quien publicó en 1997 Cuadernos de Lanzarote donde dice: “para florón y remate de tanto
privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la
explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se
encuentra la salvación del mundo... Y, metidos en esto, que se privatice
también a la puta que los parió a todos”.
También ocurre cuando uno ve a ciertos voceros del
sindicato partidista que pretende conducirnos con aires de manifiesta
superioridad, y recurriendo al mote de antipolítica o de escasez de criterios
para con aquellos que osan cuestionar alguno de sus dislates, como haber estado
llenando de falsas expectativas a la colectividad con unas elecciones legislativas
y un revocatorio que cada vez se ve más maniatado que burro con reumatismo, el recuerdo que aflora tiene que ver con El
inagotable Quijote, y es aquella escena en la cual un cabrero se burla del caballero
de La Mancha y le acusa de cargar “vacíos los aposentos de la cabeza”. Ante lo
cual él le contesta:
“-Sois un grandísimo bellaco, y vos sois el vacío y el menguado, que
yo estoy más lleno que jamás lo estuvo la muy hideputa que os parió”.
Finalmente, y por aquello de que el Ejército formal
y esa fuerza de malvivientes en aparente expansión que han bautizado como
colectivos, son quienes al final del cuento manejan el real poder de fuego, quiero
recordar de la Biblia, el libro del Deuteronomio: “Maldito el que recibiere
soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén”.
Espero haber escrito sin colocarle motes a nadie y
sí llamando las cosas por su nombre, aunque para ello haya necesitado pedir prestadas
palabras de otros que interpretan a cabalidad el sentir de una ciudadanía cada
día más huérfana y desasistida.
© Alfredo Cedeño
3 comentarios:
Buenos días. Sin motes a cada cosa la has llamado por su nombre. Muy eruditamente por cierto. No recuerdo cómo terminó la aventura de Don Quijote con el cabrero y no tengo el texto a mano, que se me quedó sobre el escritorio de mi oficina donde siempre leo alguna página mientras se pone en marcha la computadora, pero me parece que no fue muy bien. Mi deseo es que tus diatribas tengan buen resultado pero difícilmente conmoverán a los políticos de la oposición que andan fascinados con el dudoso revocatorio y no se dan cuenta de que el pueblo con hambre está estallando por todos lados en busca de un revocatorio más eficaz e implacable. Un abrazo
Alejandro Moreno
Querido amigo Alfredo....Tu país llora lagrimas de dolor. Nadie alcanza a comprender el porque de tanta incoherencia. Pero la suerte está echada. Poco ha de durar el gobierno...Los ,monumentos con base de barro no resisten.Pero es necesario advertir asl que vendrá. Te dejo una frase de un verdadero paatriota argentino...don Mariano Moreno....Que todod salga bien Alfredo. Que Dios los ilumine.
“Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía.”
[Prólogo del libro El contrato social de Rousseau, traducido por Mariano Moreno
juan angel petta. Bs.A. ARGENTINA
Gratamente sorprendida.
Sabes de duendes, poesía, prosa incendiaria y política.
Námaste
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