¿En qué pensaría la ahora
inefable Cecilia Sosa Gómez cuando a final de la tarde del martes 19 de enero
de 1999 firmó la sentencia de la otrora Corte Suprema de Justicia que daba luz
verde a la Asamblea Constituyente chavista? Pero, unas semanas antes, el miércoles
16 de diciembre de 1998, ¿se imaginaban Raúl Pinto Peña, Enrique Ochoa Antich y
Viviana Castro, cuando actuaron como integrantes de la Junta Directiva de la
Fundación para los Derechos Humanos, e introdujeron ante el mencionado cuerpo
judicial su escrito en el cual aseguraban: “...ha sido propósito nacional,
recurrentemente propuesto producir una profunda reforma de nuestra Constitución,”
y así dar piso legal a la bendita Asamblea Constituyente del nunca bien
denostado comandante intergaláctico, el infierno en que nos sumergirían?
Aunque a muchos les pese y les
duela que este cronista recuerde los hechos, y que muchas veces ello acarreen ataques
de toda laya, no hay en estas líneas recursos de interpretación o memorial con capacidad
de superar los agravios que muchos, ahora “próceres del rescate institucional”,
se han echado encima ellos mismos una y otra vez.
Creo que una de las ocasiones
más emblemáticas de lo que hoy digo fue el lunes 5 de julio de 1999 cuando
Jorge Olavarría, en su discurso como orador de orden en el aniquilado Congreso Nacional,
por la conmemoración de los 188 años de la Independencia de Venezuela, anunció
ante las poco veladas amenazas del golpista: "Estas no son las amenazas de
un reformador que se niega tercamente a ser reformado. Son los anuncios de un
destructor".
Las reacciones fueron inmediatas.
La ya citada doctora Sosa, por aquellos tiempos todavía presidenta del máximo
tribunal venezolano, abandonó tempestuosamente, en medio del discurso del
orador de orden, el hemiciclo mientras manifestaba su indignación ante el irrespeto
a un acto solemne… Y no solo ella. Era en aquel momento ministro de la defensa
el general Raúl Salazar, quien luego de un breve cuchicheo con Chávez, se
acercó al alto Mando Militar y todos en pleno abandonaron el recinto parlamentario.
Eran días en los cuales el
actual gobernador mirandino, Henrique Capriles, era presidente de la Cámara de
Diputados, y al finalizar el acto, al ser consultado por los periodistas con su
típica voz rechazó el discurso y se opuso a la solicitud de Olavarría en su propuesta
de enjuiciar al jefe del Estado. Además
de ello el actual gobernador lamentó mucho que se hubiera utilizado la tribuna
del Congreso de la República para un discurso que no era precisamente para la
fecha que se celebraba y “pidió disculpas a la población venezolana”.
Les vuelvo a escribir, Dios mediante,
la próxima semana.
© Alfredo Cedeño
9 comentarios:
Buenos días, Alfredo. Este recuerdo es importante porque nos recuerda cuántas veces en nuestra historia se ha interpretado arbitrariamente la ley y así nos ha ido. Ahora nos quejamos de otra arbitrariedad programada pero no nos salimos de las arbitrariedades. Un abrazo
Alejandro Moreno
Buenos días, Alfredo. Este recuerdo es importante porque nos recuerda cuántas veces en nuestra historia se ha interpretado arbitrariamente la ley y así nos ha ido. Ahora nos quejamos de otra arbitrariedad programada pero no nos salimos de las arbitrariedades. Un abrazo
Alejandro Moreno
Como tengo corta memoria y en ese tiempo la política no era de mi interés, no sabia nada de eso. No hemos salido de un error para caer en otros y al parecer las hormonas, soberbia o la luna nos ha afectado siempre, sobre todo en los momento de reaccionar como lo hizo la Dra.Sosa ,por cierto muy admirada por mi ,pero que como humano también comete errores al igual que HCR que nunca ha sido como muy firme en sus decisiones .Olavarria fue unos de los Notables ,que apoyo la caída de CAP , en ese momento , EL 5 DE JULIO 1999, fue muy certero casi pitoniso.
Muchísimas gracias por refrescarnos la memoria. Me recuerdo que cuando se juramentó Chávez como presidente estaba con dos buenos amigos míos, muy conocidos y antichavistas sin duda alguna, pues bien en el restaurante donde estábamos había una televisión y yo le di la espalda dado que no quería ni verlo ni escucharlo. Mis amigos se quejaron de mi actitud y me comentaron que no exagerara. Que falta de entendimiento del ser humano o como diría mi papa que falta de burdel de esos amigos míos (socialcristianos por cierto).
Ya me está fallando la memoria pero Olavarría al principio creo que fue un aliado de Chávez. Pero se le volteo en forma similar a lo que realizo Escarrá con Chávez. Sería que no le dieron lo que aspiraba???
Saludos,
Bernardo Márquez
Grandes verdades apreciado Alfredo, pero totalmente inoportunas, abrazos
Eddie Ramirez
Alfredo, cuanta razón tienes. Aquellos polvos trajeron estos lodos, nosotros los venezolanos dicen que somos de memoria corta, yo diría más bien, desmemoriados.
Roberto Arocha
¿Quién posee la esfera de cristal?
UP Pardi ·
Caracas
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