miércoles, julio 31, 2019

URGE PENSARNOS


                Nuestro país todavía necesita ser pensado por sí mismo. Ha habido una nube de pensadores criollos que se han dedicado a pensarlo a la luz, cuando no la sombra, de modelos extraños a lo que somos. Hemos tenido destellos de quienes han tratado de hacerlo, meros parpadeos abochornados por la "sapiencia" de quienes optaron por importar hasta el pensamiento. Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, José Rafael Pocaterra, Antonio Arráiz y Aquiles Nazoa dejaron páginas memorables de lo que somos. Miguel Otero Silva realizó un verdadero mural nacional con sus cinco novelas iniciales. José Ignacio Cabrujas pensó y escribió sobre un país que bien definió como un campamento de paso; la ciudadanía bien ha remachado sus reflexiones.  También lo hizo en su momento ese grupo deslumbrante de creadores que, bajo la batuta de Pedro León Zapata, se agrupó en torno a El Sádico Ilustrado, luego devenido en La Cátedra del Humor.
                Se escribe y lee rapidísimo, pero nuestros creadores, sin escuelas de extraño coturno por medio, siempre han sido espejo de lo que somos. Por eso, sin mucho ditirambo y poca prosopopeya, nuestros artistas nos han mostrado. Rolando Peña ha hecho una inmaculada representación de lo que hemos sido, de lo que hemos terminado siendo: un barril dorado hueco, un relumbrón que encandila al transeúnte.
                Pensar al país desde el frasco de alacranes que son los autodesignados rescatistas de la democracia se ha convertido en un teatro de sombras chinescas donde cada sombra golpea a la otra sin consecuencias para ellos en cuanto actores, pero con trágicas secuelas para nosotros los espectadores.  ¿Acaso se ha pensado alguna vez el país sin faramallas y sin bozales escolásticos? En innumerables ocasiones hemos visto análisis aristotélicos, marxistas, positivistas, kantianos, constructivistas, posmodernistas, y cuanto icos, istas o anos se pueda cualquiera imaginar. La dominación externa a nuestros pensadores ha sido más que evidente.
                No se plantea uno el regreso al guayuco, o la reconversión del rascacielo al shabono, no pretende uno que Aristóteles sea repensado reflexionando a la sombra de un cotoperí, o Kant meciéndose en un chinchorro entre las ramas de un jabillo.  Lo que el país necesita, exige, en esta malhadada hora es ser interpretado, y por ello pensado, de manera coherente, sin correcciones políticas de por medio. La corrección solo nos ha servido para actuar de comparsas de cuanto hijo de su bendita madre ha esquilmado nuestra existencia entera. Nos han dejado sin nada, hasta el pensamiento han tratado de apropiárselo y ahora tratan de mostrarse como versiones tropicales del Mesías.
                Soy contradictorio con el espíritu de estas líneas, pero cierro con lo escrito por John Updike, a propósito de una visita que nos hiciera en 1981, y a raíz de la cual escribió en The New Yorker su artículo Venezuela para visitantes. En dos líneas de esa nota nos radiografió a cabalidad: "La democracia constitucional de Venezuela, aunque el último dictador huyó en 1958, no está tan garantizada como puede parecer. La turbulencia y la tiranía son tradicionales." Turbulencia y tiranía que vivimos a cabalidad, dirigencia opositora y Maduro con su combo ya se nos hacen una tradición, que en realidad es una traición. De ahí la urgencia de pensarnos a cabalidad.

© Alfredo Cedeño

miércoles, julio 24, 2019

VERDADES QUE NO SON TALES, Y VICEVERSA…


                Nada más falso que la verdad, o al menos pocas palabras son más acomodaticias que ella. Se usa el manto de la interpretación para justificar lo que no puede ser sustentado de manera ética, de esa pequeña cosa que llaman moral y que, por lo general, para aquellos que presumen de pensamientos progresistas suele ser de flexibilidad inimaginable. No faltan aquellos que para otorgar blindaje científico a sus desbarres agarran por las mechas a Einstein y con voz docta explican aquellos de la relatividad.  Y así se nos va la vida, sin ponernos de acuerdo en que es lo cierto y que es lo falso, puesto que uno y otro tienen sus fidelísimos seguidores a semejantes adalides. 
                La verdad se ha convertido en un dogma muy peculiar, al punto que sus exegetas más sesudos hacen parecer unos soberanos pendejos a Atanasio de Alejandría, Agustín de Hipona, Calvino y Tomás de Aquino. Los no legos somos rápidamente escaldados con el último mantra en boga: guerrero del teclado, dicho o escrito así como quien bisbisea: pupú de perro. Hay una sola verdad, perdón, dos verdades. La que enuncian la trágica trinidad de Maduro-Diosdado-Rodríguez, y aquella que proclaman los caudillos de turno en ese saco de gatos realengos que llaman dirigencia opositora. ¡Ay de aquellos que osen cuestionar alguna de las dos!
                En la manada roja se ha visto como han rodado las cabezas ajenas y las de ellos mismos. ¿Acaso el general Baduel no fue pieza de ellos? ¡Y qué decir de Rodríguez Torres, Makled, Hugo Carvajal, Figuera, et alii! La cacería de los extraños a ellos ha sido una verdadera carnicería, y creo que no es necesario abundar en el inacabable listado de víctimas de este estupro hecho gobierno.
                En este lado de la calle hemos visto rotar la verdad desde aquella entelequia bautizada Coordinadora Democrática, pasando por distintas organizaciones de todo orden y pelaje, hasta desembocar en la no menos achacosa MUD. En todo momento los intentos organizativos han blandido como escudo que son una senda política a través de la cual Venezuela recuperará la vereda democrática a través de las conversaciones y el nunca bien entendido diálogo. Mientras tanto la saña oficial se ha cebado sobre todos nosotros diezmando a conciencia toda iniciativa que cuestiones su legitimidad. Cuando, no pocas voces, hemos pedido transparencia se nos dan coscorrones de todo tipo, muchas veces a través de sus plañideros y/o corifeas, mientras nos acusan de estimular la antipolítica y de ser "colaboracionistas" de Chávez y Maduro.
                Para seguir con el incordio, en el que no cesaremos ni ahora ante la peste colorada, como tampoco lo haremos en el momento que salgamos de ella, no vamos a dejar de llamar las cosas por su nombre y allá cada cual con su elucidación de la verdad. No caeremos en la simpleza alcahueta de abrir los brazos a quienes masacraron a nuestros muchachos, familiares, vecinos y dirigentes honestos; es imposible que en aras de un supuesto rescate del país abracemos a quienes crearon listas para perseguir a quienes pensamos diferente; es insólito que se nos pida sumisión para liberarnos de ella. No pidan obediencia a una verdad que cada bando ha creado según sus intereses.
               
© Alfredo Cedeño

miércoles, julio 17, 2019

ALÁBATE POLLO

                El pasado 12 de julio Esteban Urreiztieta publicó en el diario El Mundo, España, una larga entrevista a Hugo "El Pollo" Carvajal, a quien muchos ahora consideran un aliado por su "posición frontal" contra la dictadura de Maduro. A este último, en el citado trabajo periodístico, se le tilda como el mayor corrupto de la historia de Latinoamérica. Por los vientos que soplan últimamente, de hermandad y unidad contra don Nicolás, no es de extrañar que pronto sea propuesto como Honorable Patrón de la Honestidad Nacional, y quien sabe si hasta como presidente de la comisión opositora que acude a los diálogos de Barbados. ¿Qué es lo que no se ha visto en Venezuela?
                Las llamadas "lavadas de cara" que los expertos en relaciones públicas llaman "limpieza de reputación" o "control de daños" para luego llevar a cabo un "reposicionamiento de imagen", suele ser una muy costosa operación para terminar generando una nueva matriz de opinión en torno a determinados personajes. Estoy hablando de unos ciento cincuenta mil dólares mensuales. Y si algo necesita el honorable Hugo Armando Carvajal no son precisamente billetes verdes.
                Por supuesto que el entrevistador fue manejado a su antojo por el ahora militar retirado, es suficiente leer la extensa nota para hacerse varias preguntas, pero que con solo dos de ellas podría desmontarse gran parte del martirologio al que ahora se supone está sometido. Nuestro querubín en cuestión debiera decirnos, por ejemplo, sobre su protección amplia y generosa el mentado Cartel de Los Soles. También sería bueno que explicara quién fue el primer contacto con la guerrilla colombiana por parte del difunto comandante eterno.
                Es bueno decir que muchos "informadísimos" han siempre aseverado, con gesto de profunda sapiencia, que, el no menos distinguido, Ramón Emilio Rodríguez Chacín fue el enlace pionero con los irregulares colombianos. En el mundo militar muchos ríen cuando oyen decir eso, y aseguran que esa versión fue puesta a rodar por don Pollo para distraer, ya que fue él mismo quien desempeñó dicho papel desde el comienzo rojo. Y cuando explican ello hacen enfocar en el secuestro de Richard Boulton, y quién fue el gran operador que condujo las negociaciones con los captores del empresario.
                En cuanto al emporio militar del narcotráfico, o Cartel de los Soles, se asegura que nació bajo la égida del general de la Guardia Nacional Alexis Maneiro Gómez cuando estaba en Puerto la Cruz como jefe del CORE 7. Abordar ese hecho le terminó costando la vida al periodista y concejal Mauro Marcano, asesinado en Maturín, estado Monagas el 1 de septiembre del año 2004.  Marcano en su columna Sin Bozal, diario El Oriental del 28 de julio de ese año exhortaba a Maneiro, a explicar por qué en un enfrentamiento en Bejuma, entre funcionarios policiales e integrantes del cartel La Guajira, se le había decomisado a los narcotraficantes identificación de inteligencia de la Guardia Nacional, firmados por él.
                Y esa cofradía de serafines fue ampliamente protegida por el señor Pío Pío. Como bien ha de suponerse de eso, como de los nexos con la guerrilla del vecino país, no se habló en las páginas del medio hispano.   El dicho señor se presentó como un adalid de la lucha contra la  barbarie roja, no ha habido en la historia patria otro más desprendido que él, ¡Bolívar apártate que eres una oruga al lado de semejante prócer!, ni uno más aguerrido en la defensa de la honorabilidad de las fuerzas armadas ante la invasión cubana.  
                Gabriel García Márquez es usado como bastón recurrente para ejemplificar los vínculos entre literatura y periodismo, y se suele terminar confundiendo las pestañas con ciertos apéndices pilosos. Se mezcla ficción con crónica para subordinarlo a los intereses de cualquier bicharraco malintencionado que sabe entregar los cheques para que le laven la cara. El periodista español sirve de tonto útil a un jenízaro que ahora muchos ensalzan. Al ritmo que vamos, que no puede ser otro que de conga cubana, pronto tendremos que aclamar las negociaciones con el combo rojo. 
                Cuanta falta hace la dignidad que en su momento tuvo la Junta Patriótica frente a Pérez Jiménez, de ser por los notables de hoy en día Santos Yorme debió haber ido a perseguir en una motoneta por las playas de La Orchila a la Pampanini, para luego conversar con Marcos Evangelista su embarque en La Vaca Sagrada. Nunca debió Fabricio Ojeda orquestar las acciones de calle que terminaron minando al gobierno de El Tarugo, más bien tenía que haberse ido al Círculo Militar a beberse unas cuantas botella de champagne con Pedro Estrada.
                Lo más triste de todo esto no es que haya una sarta de carajos que pretenden colocarnos a todo el país un inmenso bozal para que  digamos y hagamos lo que a ellos les salga de sus reaños; sino una vasta congregación de alcahuetas, muchos de ellos preñados de buena intención, que nos exigen acatamiento bovino a semejantes barbaridades.  ¿No van a estar felices y tranquilazos El Pollo, Maduro, Diosdado, Luisa Ortega y toda esa gavilla de alimañas?

© Alfredo Cedeño
Follow bandolero69 on Twitter