miércoles, julio 25, 2018

HABEMUS FATUOS


                Mi padre, el viejo Alfredo, cuya lengua afilada y de poco freno he tratado de honrar, a veces en vano, solía decir: El bobo hasta meando goza. Esa frase no cesa de resonarme al ver las últimas gestiones de los ilustres dirigentes opositores. Conste que les doy trato de insignes, antes de que la sarta de neocatecúmenos que siguen a Falcón-Capriles-Ramos-Rosales-Guanipa salten. Porque es que según esa cofradía de fieles a ellos, la Divina Pastora, y perdonen la irreverencia los queridos guaros, es una niña de pecho al lado de los divinos poderes de esta cáfila.
                Uno sale anunciando con cara de, y evoco ahora al inolvidable Jorge Calmet, "erudito profano" el conclave que celebraron para relanzar la agenda opositora. ¡Infeliz! ¿Acaso hay que celebrarles cada imbecilidad que se les ocurre? ¿Acaso no estamos donde estamos por la absoluta incapacidad de ofrecer derroteros y planes de acción correctos? Más atrás sale el otro, con cara de penitente trashumante, anunciando que no apoyará ninguna salida a la dictadura que no sea por el cauce democrático, a la vez que revela, ¡Oh Euclides!, que la "oposición" no tiene un plan.
                Esta recua de payasos malos pareciera andar buscando cualquier manera para divertirnos. Por sus escasas cabezas no pasa siquiera la magnitud del terrible momento que vivimos, ellos se mantienen en Babia. Sólo saben hablar de exigir el retorno de una legalidad que la pandilla roja no cederá de manera alguna, mientras se dedican a patear a conciencia a los militares que son los únicos que tienen la fuerza operativa y de fuego para acabarlos. Sus corifeos repiten como cotorras campechanas que las fuerzas armadas deben someterse al imperio de la ley. ¿De cuál ley hablamos?  ¿Acaso existe? En pocas palabras, aspiran a que los oficiales sigan siendo las cachifas que llevaban a las amantes presidenciales por los santuarios de esparcimiento, mientras tenían que postrarse ante la omnímoda comisión  militar del Senado.
No son capaces de fingir un mínimo de pudor y reconocer que estos lodos provienen de aquellos polvos que ellos mismos fueron fraguando, y en cuya producción se mantienen con celo franciscano.  Mientras tanto, y a la chita callando, María Corina sigue pateando calle, comiendo chicharrón, alborotando el avispero de los miedos de la élite cómoda, y acompañando a la gente en sus pesares. A la postre lo que se esperaba de la piara aludida es que siquiera fueran capaces de dar muestras de una mínima empatía con aquellos que dicen representar. No hablemos de interpretar, sus vacuas capacidades no dan para tanto. 

© Alfredo Cedeño

miércoles, julio 18, 2018

¿CON QUÉ SE COME LA SOLIDARIDAD?


                Uno de los rasgos instintivos del ser humano es el apoyo al desvalido, al desamparado. Defender y acompañar al débil es un acto que honra y dignifica al que lo realiza; al menos es de lo que se pregona como valor asignado en nuestro modelo moral.  Como bien sabemos todos, también existe la contraparte, y son los que se valen de sus destrezas y fortaleza para maltratar a todos los que le rodean para imponer sus intereses o voluntad. También existen aquellos pícaros talentosos que utilizan de la primera para llegar a la segunda, a través de despertar en los otros la compasión al hacerse las víctimas. Verbi gratia Cuba.
                El modelo cubano, y la parafernalia retórica-ideológica alrededor de la autodeterminación de los pueblos y demás paparruchadas de similar tenor, ha sido una escuela de cómo explotar de forma inagotable la buena fe del mundo entero. Una escuela insuperable, debe decirse. Ellos han exprimido, y todavía lo hacen de manera magistral, el apoyo de tirios y troyanos, con la consabida condena al bloqueo de "los malvados gringos". Nadie habla de los autos lujosos de última generación que recorren las calles cada vez más ruinosas de La Habana. Debe ser que Mercedes y BMW tienen unas plantas secretas para producirlos.  Tal como me confiaba un ex alto funcionario  del gobierno de los barbudos: "Fidel pidió, y pidió, y pidió, y Kissinger y los Estados Unidos cedieron a todo lo que él pedía, al punto de que incluso lo del embargo Kissinger se lo levantó a todas las filiales de empresas trasnacionales americanas que estuvieran en otro país. Aquello era palpable en La Habana, allá tú veías carros Chevrolet, Oldsmobile que los habían comprado en Argentina a la Junta Militar y los habían llevado para Cuba porque ya el embargo no estaba funcionando por órdenes de Ford y Kissinger".
                Todo ese acervo de la manipulación ha sido puesto al servicio de Venezuela y su gobierno de marionetas que han terminado postrados ante Cuba.  Es así como han desatado una represión feroz con el ya sabido saldo de víctimas; saben que además de condenas rimbombantes y llamados   vacuos a la sindéresis no pasará nada. Podrán matar, ejecutar, asesinar, fusilar a quien se les antoje porque igual sus cabecillas podrán seguir paseando impunemente por el mundo entero, alojándose en hoteles de cinco estrellas, comiendo y bebiendo como Gargantúas tropicales, mientras son custodiados muy eficazmente por las fuerzas policiales y militares de los gobiernos enemigos…
                Es la misma tendencia probada, comprobada y ejecutada que ahora llevan a cabo en Nicaragua.  Todos dicen, ninguno hace.  Tal vez la solidaridad es una excusa indispensable para seguir comiendo y bebiendo a costillas de la desgracia ajena.


© Alfredo Cedeño

miércoles, julio 11, 2018

MARACAY MARCA RUMBOS

 
                Esta selva en la que nos han convertido el país, donde la ley es un estorbo que suele ser apartado a machetazos, no pierde su esencia, conserva sus aromas de civilidad y organización ciudadana.  Maracay, que ha sido punto de asilo o partida de dos de las más sangrientas dictaduras que ha padecido Venezuela, Gómez y Chávez-Maduro, también es, en estos tiempos de tantas convulsiones, cuna de expresiones organizativas que hacen crecer la fe en nuestro futuro.
                En abril del año pasado escribí sobre dos niñas: Yenia Martinez, de 22 años de edad, y Fany Ramos, de 20, quienes pusieron en marcha sopapatimcy. Iniciativa para dar un plato de comida caliente a los hambrientos en la capital aragüeña. Hoy escribo del Movimiento Ciudadano Civiles, fundado allá por siete profesionales: un abogado, dos ingenieros, un economista y tres profesores. En un papel de trabajo de ellos que circula entre amigos se lee: "Hoy, en un escenario donde la realidad asfixia,  muchísimas personas en Venezuela claman por expresarse, por participar de alguna forma, es esa angustia la que se ve reflejada en el caos de  voces que inundan las redes y las calles."
                Este grupo que ha ido expandiéndose de manera orgánica y sin aspavientos, habla de la necesidad de auténtico respeto para el ciudadano, y puntualiza: "Un liderazgo político ensimismado y, por ende, cada vez menos reconocido por la población, necesita transformación profunda, en las bases que lo sustenta".
                Civiles se plantea como objetivos específicos construir el discurso político como vehículo efectivo que transmita las ideas de la civilidad; conocer el territorio político; concebir una agenda de acción política; establecer los canales comunicacionales que reflejen la imagen, el estilo y la estética que los identifique y desarrollar políticas de organización y logística de las tareas a través de actividades de seguimiento y revisión continua de los esfuerzos realizados en los ejes de acción.
                Mientras tanto, y como para darles la razón, el mamotreto unitario hace más aguas que el Titanic. El picapleitos Ramitos los abandona y hay quienes aseguran que todo obedece a la presión rojita sobre sus hijos, quienes sostienen una productiva relación con el mundo petrolero. Los "dirigentes" acuden en gavilla contra María Corina Machado, que ha cometido el imperdonable pecado de no ser comparsa de esa parranda de infelices.  En contraste a esa casta cada día más autodesprestigiada Ciudadanos Civiles están empeñados en promover "la noción emergente del desarrollo sustentable, evaluado en cuatro dimensiones: la económica, la social, la ambiental y la institucional".  ¿A quién preferiría usted como baquiano en un momento como este?

© Alfredo Cedeño


miércoles, julio 04, 2018

¿TIEMPO DE ACIERTOS O DE YERROS?


 
                Suelen haber pronósticos que yerran de manera rotunda y otros que dan de pleno en el blanco. Las labores de augures no suelen ser consistentes, pese a los intentos que las ciencias sociales llevan años tratando de lograr a través de los mecanismos demoscópicos.  Hay algunas contorsiones que en un momento u otro pueden dar algunas señales que, de ser interpretadas correctamente, pueden acercarse a una interpretación bastante acertada a los resultados finales.
                Por ejemplo, era obvio que un sátrapa como Daniel Ortega repetiría al calco su aferramiento al ejercicio presidencial. ¡Cómo le gusta el poder a los zarrapastrosos! Es ahora, cuando junto a su muy celestina esposa, quien llegó al punto de callar ante los abusos sexuales contra su propia hija por parte del ex comandante, que muchos descubren el agua tibia y claman contra el dictador Ortega. ¿Recuerdan al expresidente Herrera Campins y su tarde piaste pajarito?
                Donde todos los pronósticos fallaron fue en el caso del presidente ecuatoriano, Lenin Moreno. Lenin Boltaire dejó con los crespos hechos a propios y extraños, muchos garantizaban que sería una continuación de su predecesor, el muy rojito Rafael Correa, y muchos vieron en su desafortunada condición física, secuelas de un atraco en 1998, una subordinación que él muy pronto desmintió a través de su ejercicio del gobierno.
                También  se malograron las predicciones en el caso del, ahora Nobel de la Paz, presidente de Colombia Juan Manuel Santos. Él llegó a la Casa de Nariño montado sobre los hombros de Álvaro Uribe, de quien fue su eficaz ministro de defensa. Uno de sus éxitos más pregonados en su momento fue la autorización del operativo del ejército colombiano que dio muerte al guerrillero Raúl Reyes en territorio ecuatoriano. No pocos cruces verbales hubo en sus tiempos ministeriales con Chávez y su combo. Todo hacía creer que sería una piedra en el zapato al proyecto chavista, pero –¡Oh sorpresa!–, el señor terminó de manos enlazadas con sus vecinos y fue así como en 2011, antes que entregar a la DEA estadounidense al narcotraficante Walid Makled, lo cedió al gobierno venezolano. Lo mismo hizo con el activista Lorent Saleh, a quien el pasado año el Parlamento Europeo le concedió el Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia, que languidece en las mazmorras de la dictadura madurista.
                La lista es inmensa. Por los momentos la cierro con el reciente triunfo en tierras mexicanas del muy agitado Manuel López Obrador. Todos insisten en señalarle como émulo de Chávez-Castro-Maduro-Ortega. Ojalá sea un eco de Moreno y que todas las previsiones fallen, el pueblo de la Guadalupe y Juan Diego, de  Quetzalcóatl, de Olmecas y Toltecas, de sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón, de Julieta Venegas y Maná, de Carlos Fuentes y Octavio Paz lo merecen. Ya no caben más penas en nuestro continente.

© Alfredo Cedeño

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