Salté perdida del banco a la calle
como arpegio errante de Vivaldi
o beso rodando por el pavimento.
Volé eterna sin querer tener duelo
entre hilos sueltos de la memoria
que me ataran a perdones esquivos.
Bailé tenue en brazos del tiempo
con giros de melodía traicionera
y llanto gris de mandolina herida.
Coqueteé confundida con el suelo
y sin ser nota de un violín herido
construí una limpia pirueta lunar.
© Alfredo Cedeño
4 comentarios:
y en esa pluma, cabe toda la forma de una garza...
Ylleny Rodríguez
!!Bellísimo!! Gracias.
andre, laplume.
Muy bello poema.
Lola
Maravilloso, me deja sin palabras como siempre, gracias por tanta belleza Jodencio, cariños
anhir
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