Cada mañana es como los coitos:
siempre parecidos nunca iguales,
cada cual tiene su propio color
es un ritmo que nunca se repite
es una fragancia siempre propia
es una sombra sobre nubes encendidas
es un cielo profundo y embriagador.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Gran símil, había que decirlo así.
Un saludo, Alfredo.
Son unas fotos maravillosas, enhorabuena de verdad
Publicar un comentario