Son
apenas 17 kilómetros
en línea recta al suroeste de la capital de Trujillo donde se encuentra esta
población de la cual escribo hoy. Mario Briceño Perozo en su obra Historia de Trujillo afirma:
“tradicionalmente conocido como El Burrero, nombre también de una de sus
quebradas y de la meseta en donde fue edificado Santiago de Chachú, pueblo de
doctrina que pasó luego a ser Santiago del Burrero”.
Santiago
del Burrero lo fue hasta el 31 de enero de 1944, cuando la Asamblea Legislativa
de Trujillo decidió cambiárselo por Santiago de Trujillo. Tal vez consideraron
basto el nombre los colegas tropicales de Cneo Pompeyo Magno; o quizás, como
buenos iguales de Incitatus (el caballo de Calígula que fue nombrado senador
del imperio romano), no consideraron que el solípedo mereciera los honores de
aparecer como toponímico. Briceño, en su obra ya citada, se pregunta “¿Acaso se
consideraba como despectivo?”
Otro autor que menciona a nuestra
comunidad de hoy fue el ya citado en trabajos anteriores obispo Mariano Martí;
ese viajero impenitente llegó aquí en el siglo XVIII y le llama Burrero. Martí
asentó en su diario: “Día 27 de marso de 1777, salimos del pueblo de San Lázaro
a las siete y media de la mañana y a las nueve llegamos a este pueblo del
Burrero, distante dos leguas buenas. El camino, malo, de subidas y baxadas y de
voladeros o precipicios. Las tierras no dexan de ser buenas, principalmente
cerca de las quebradas, que todas ordinariamente tienen agua.”
Revela Martí: “Esta Iglesia es baxo
la invocación del Apóstol San Jayme el Mayor”. Otro dato que nos dejó Briceño
Perozo fue: “la mesa de su asiento que hemos mencionado, fue cedida por el
encomendero capitán y sargento mayor don Gerónimo Sanz de Graterol, con el
objeto primordial de que allí se levantara el templo y el pueblo a que
aspiraban las comunidades indígenas encomendadas al donante.” Pero, regreso al
citado clérigo quien escribió: “En este pueblo hay Cabildo, que se compone de
Cacique, que lo hay legítimo o hereditario, de un Governador, de un Alcalde
ordinario, otro del campo y de un Regidor. Los indios de este pueblo parece son
de buena especie, y me dize el padre Paulino que saben bien la Doctrina. Estos
indios (que nadie me sabe decir de qué nación son) me parece serán cuiquas o de
la nación quica, como los demás indios de la Jurisdicción de
Truxillo.”
En Documentos relativos a su visita Pastoral de la Diócesis de Caracas
Martí asegura: “Este pueblo del Burrero es del año 1687” . Este jerarca católico, cuyos seis tomos del
texto citado son una verdadera joya informativa, así como del chismorreo, dejó
noticias poco edificantes sobre sus colegas, sin dejar de hacer algunas
precisiones: “Don Bernardo de Silva, cura del Burrero, vive mal con Romualda,
mulata, libre, casada con Miguel de Aponte, libre, mulato. Este denuncio puede
ser incierto, pues lo hizo Joseph Antonio Carrillo, su enemigo.”
En páginas anteriores a esta noticia
ya había asentado el obispo: “Joseph Antonio Carrillo, mulato, illegítimo,
libre, casado con Ignacia Jáuregui, mulata, aquél natural de la ciudad de
Truxillo, y ésta natural del pueblo del Burrero, habrá unos seis años que se
casaron, y desde aquel entonces han vivido acá. Después de casado comenzó a
vivir mal con Francisca Jáuregui, su cuñada…”
Santiago,
Burrero, o como quiera que sea que cada quien desee llamarlo, se
mantiene remachado a las montañas andinas.
El camino que allá lleva va cual serpiente enroscándose y estirándose en medio de las inmensas zanjas
que la rodean. En Burrero cada tarde sus vecinos se siguen
sentando en las puertas de sus casas con un gato a los pies que tal vez lama
sus historias de encantos y botijas de morocotas de oro.
En Burrero los caseríos vecinos
exhiben con orgullo sus nombres indígenas: Curupú, Cajuí, Marajabú, Estiguati, Isnarú, Estibandá, Estifunduco, Curandá, son algunos de ellos. No en balde en las cercanías de esta
comunidad, en el llamado Valle de Chachique, sus cuevas repletas de piezas
precolombinas guardaron por largos años tesoros arqueológicos, muchos de los
cuales terminaron en el mercado negro internacional.
Este poblado es una perla más de
este cofre infinito que es Venezuela, aquí hay tesoros en cada vuelta de
camino. No hay manera de hastiarse al andarla e irse llenando de esta
tierra. Cada día me reafirmo en pensar
que este país es una casa de puertas amables y ventanas luminosas preñadas de
bellezas que llenan de alborozo al transeúnte. No hay forma ni manera de que me
canse de celebrar haber nacido aquí, y de sentirme enfermizamente orgulloso de
ser tan venezolano como esos paisanos de
Burrero que se mantienen aferrados a su comunidad.
© Alfredo Cedeño
9 comentarios:
Muy buenos días. Mi desayuno dominical con excelentes textos y fotos. Definitivamente tu especialidad son los niños de toda Venezuela y los vetustos muros de bahareque y de tapia. Trujillo es de lo menos conocido de los Andes maravillosos. Gracias y un abrazo.
Alejandro Moreno
Que bueno cuando combinas estos viejos pueblos con niños alegres, dan esperanza. Casualidad el domingo pasado estuve en Santiago
Francisco Gonzalez Cruz
Buenos días!!!
Gracias. Hoy conocí otro lugar de Trujillo, del cual nunca escuche nombrar
Raquel García
Hola Alfredo buenos días, tus textos siempre forman parte de mi desayuno dominical, aunado a eso alimentan el amor por mi país, tienes el don de transportarme en pensamiento al lugar descrito además aprendo tanto de ti.
Un fuerte abrazo , besossss
Hermoso retrato de Burrero, excelente comentario de don Alejandro Moreno.
Humberto Márquez
Amigo Alfredo,excelente!!!le falto darse una vuelta por San Lazaro..por Cabimbu..Esdora..Años que no veia Santiago,hermoso pueblo,lindas mujeres..
Para Alfredo no existe mejor pueblo que Trujillo,NO se cansa de escribir sobre él, y es que Trujillo tiene muchos misterios y como dice un comentario al inicio es uno de los estados menos conocidos del país, Tiene cada rincón,cada detalle que embelesa.Esa Iglesia al principio del articulo es un espectáculo,Conozco San Lázaro pero Burrero nunca lo había oído nombrar , que bello ,en un pueblo así quisiera yo terminar mis días, donde todo es tan natural, tan limpio tan simple ,serán mis raíces las que me llaman.no lo se .Gracias Alfredo ,un fuerte abrazo .me encanta Trujillo ,para mi tiene muchos grato recuerdos .
Buenas tardes!!tuve la oportunidad de ir al pueblo donde nació mi querida madre y creanme un capitalino como yo, nunca imagine que existiera tanta belleza,como me diverti, la primera oportunidad fue en diciembre y fue una experiencia maravillosa
De manera muy especial he sido atraído por la historia de esa comunidad de Santiago y la que ha tenido en la historia una afiliación o vinculo muy especial con mi pueblo Carache, por eso he decidido realizar una visita muy pronto a esa comunidad con la inquietud de profundizar en algunos tópicos históricos esperando tener toda la colaboración posible para lograr con éxito este propósito. sobre todo quiero conocer sobre la historia de la aparición de la Virgen del Valle.esperamos que sea pronto.
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