Luego
del ascenso de Chávez a la primera magistratura, el ahora general retirado
Antonio Rivero se dedicó a profundizar su formación castrense y profesional,
luego de diversas incidencias que incluyeron, por parte de Lucas Rincón, que le
trunquen acudir a España para realizar un doctorado, concluye su curso de
Estado Mayor en el puesto 9. “Estando haciendo ese curso, empiezo a ver las
pugnas, empiezo a ver lo del fidelismo. Y yo digo, no, esto no está bien, no me
gusta”, y solicita irse a comandar en La
Gran Sabana. “Yo estaba feliz porque me iba a comandar para la sabana, pero vino un
coronel: No, ¿qué vas a hacer tú pá la sabana?, ven y me sustituyes en
Miraflores de jefe de telecomunicaciones. Le pedí que hablara con el
presidente, y habló con él. El presidente le hizo firmar como una caución de que
era responsable si yo me metía en problema en Miraflores”.
Afirma
Rivero que fue al palacio de gobierno obedeciendo las órdenes que recibió de ir
allá como Jefe de Telecomunicaciones, “me puse a mi trabajo, al desarrollo de
un sistema que era de mucha seguridad, el cual venía trabajando desde España”. La animadversión en su contra por parte del finado
comandante eterno no dejó de ser
evidente como ocurrió comenzando el 2002. “Chávez fue a La Divina Pastora ese
enero, yo colaboré con la parte de seguridad y Chávez me armó un lío solo a mí,
que lo dejara tranquilo, si quería que lo mataran, que lo enterraran, pero que
lo dejara tranquilo con la gente. Eso fue delante de todo el mundo, pensé: la
cosa es conmigo. Sin embargo, cuando
ocurrió el 11 de abril, pese a que me acusaron de golpista, yo trabajé
institucionalmente para que regresara porque consideraba que eso era una
usurpación del poder. Aun cuando vi que Chávez renunció, que tenía la renuncia
ahí en la mano. Tres copias sacaron: la que le trajeron, corrigió una, corrigió
otra y después finalmente la que se llevó el actual general Chourio, que después
la retira porque lo dejan preso a él, pero ahí estaba la renuncia. Yo tengo el
último escrito firmado de Chávez a esa hora cuando salió en la madrugada, en un
libro, me escribió a mí y colocó esa famosa frase que en clave tenía conmigo.
Hay quien dice ¿Por qué lo dijiste ahorita y no lo dijiste…? Aquí se ha dicho
veinte mil cosas. Cuando digo que la renuncia existe y la tiene Diosdado es
porque, y eso lo corroboro con un informe de inteligencia del año 2011, esa
renuncia que se lleva Chourio, que vi cuando él dice: La apruebo, ésta es,
vámonos. Chourio dice: Yo me llevo esto. La dobla y se la mete en el bolsillo
interior de la guerrera militar que tiene puesta, pero resulta que Chourio es
el que sabe dónde está escondido con
Diosdado y el que lo va a buscar el día ese en la ambulancia, que lo tienen
escondido hasta que lo traen ese día, yo ni pensaba que la podía tener él, es
después hablando de la renuncia, en el año 2011, con un general que trabajó en
inteligencia y que hizo un informe contra Diosdado Cabello para presentárselo a
Chávez, y señala que la renuncia de ese día la tiene Diosdado, en ese informe
está eso. Eso es lo que se maneja como la carta que siempre tuvo Diosdado para
mantener prensado a Chávez”.
Niega
enfáticamente la versión que corre de que Chávez pidiera siete millones de
dólares para irse del país. “Él si pidió irse del país y con su familia, él
habló casi cinco veces con Fidel, iba para Cuba, por supuesto”. Y aprovecha para explicar por qué a raíz del
11 de abril Chávez transformó el concepto de Fuerzas Armadas, “Chávez vio que
no podía confiar totalmente en las Fuerzas Armadas ante lo que le ocurrió, cuando
Baduel no le respondió ese día, en la noche no respondió, yo lo digo porque
hacía las comunicaciones, Chávez llamó a los comandantes de guarniciones,
ni García Carneiro le respondió, ¡ninguno
le respondió!, ninguno, cuando Chávez encuentra que ninguna guarnición
importante del país le responde, dice: No tengo Fuerzas Armadas, Lucas y esto?
Entonces Chávez dice renuncio y le dice: Lucas encárgate de esto, tú asumes la
función. Por eso es que sale Lucas en televisión”.
Luego del
torbellino del 11 de abril al entonces teniente coronel lo trasladan al
Ministerio de Interior y Justicia donde lo colocan al frente de Protección
Civil. “Yo no voy allá porque era la panacea, a mí me tocaba comandar y quería
comandar, en julio, pero no me dieron el comando y se confabulan con Lucas
Rincón y me mandan a Protección Civil para callarme y neutralizarme, porque
temían que yo me alzara, y me sacan del juego militar. Yo no me voy a
Protección Civil porque era un premio. ¡Jamás! Yo asumiendo mi trabajo en
cualquier instancia hice lo que pude modestamente”, son los tiempos cuando
vimos a Antonio Rivero al lado de diferentes autoridades regionales opositoras cumpliendo
labores de salvamento, lo cual le trajo colas. “Yo era anti izquierdista y lo sabía
Chávez”. Nunca dejó sus contactos con la prensa escrita y fue quien hizo llegar
pronunciamientos militares a La Razón y El Nuevo País, entre otro. “Yo hablaba
con Marta Colomina, yo era uno de esos militares que informaban, siempre fui un
informante de las cosas negativas, a tratar de hacer luces para que eso se
revirtiera. Claro, uno podía salir a la luz, yo soy un comandante me levanto,
hablo, ¿qué va a hacer? Preso y listo, se acabó, más nada, pero mi carrera era
la militar, no esperaba otra cosa”.
Testigo de
primera línea de “¿cómo hizo Chávez para lograr ese liderazgo hacia la Fuerza Armada y que estos generales
le respondieran? Le pidieron aviones, le dio aviones; le pidieron barcos, les dio barco; le pidieron cañones
les dio cañones; le pidieron tanques, les dio tanques; le pidieron fusiles, les
dio fusiles. Y después del 2010, que yo denuncio, que llamaron el aumento
Rivero, que también hay problemas sociales, le aumenta el 40% de sueldo de un
solo tajo por encima de lo que había aprobado en la parte civil. Chávez logra
ese liderazgo militar a punta de real.” Explica pormenorizadamente que el
comandante eterno había venido orquestando un plan de anulación de las FAN, y
para ello se había estudiado, entre otras cosas, cómo está estructurado el
Partido Comunista Chino en lo militar, cómo los militares están dentro del
Partido Comunista, cómo el Partido Comunista está dentro de los militares, “todo
eso estaba fraguándose. Por supuesto muy subrepticiamente, muy astutamente. Chavez
buscaba que se diera un proceso de igualdad tipo comunista y se consolida más
con esa intención cuando se levanta en contra Baduel, siendo su compadre, y
termina siendo el conejillo de indias para quien se vuelva alzar: va preso;
Baduel se constituyó en la referencia de lo que podría ser aquel que se
opusiera. ¿Qué pasó con Antonio Rivero?, que luego de casi 6 años en Protección
Civil me revisaron hasta la cedula, hasta debajo de las piedras me buscaron, no
pudieron dejar de darle el finiquito a esa gestión, no cometí corrupción, yo
salí sin carro y sin casa.
Cuando salgo en el 2010 y denuncio lo de los
cubanos, que me niego al Patria, Socialismo o Muerte, que me pongo a enfrentar
internamente a los cubanos en la FAN, internamente porque no podía hacerlo
público todavía, porque no tenía sentido, y me iban a meter preso como un bobo,
prefiero irme de baja. Apenas salgo y denuncio me imputaron, me abren juicio, me
imputan un delito militar cuando soy civil ya, se me imputa por traición a la patria. ¿Por qué no me llevan a juicio?
Lo único que hacen es imputarme y lo fueron rodando de seis meses en seis
meses. No lo hicieron porque no tenían nada. Yo tengo fotos, videos de todo de
dos estado mayor de dos guarniciones exponiéndole a unos cubanos lo planes de
seguridad y defensa, y cada uno de ellos si me llevaban a juicio tenían que
declarar, y el propio Hugo Rafael Chávez Frías lo tenía que hacer porque fue
público y notorio que en diversas oportunidades lo dijo a voz en cuello que las
fuerzas militares cubanas estaban colaborando con las fuerzas armadas
venezolanas. No pudieron llevarme a juicio porque eso se les devolvería como un
bumerang”. Sin embargo, el que fuera su compañero de promoción, Miguel
Rodríguez Torres, lo llama en abril del 2013 y lo invita a su oficina en la
dirección del SEBIN para hablar; cuando llegó “me está esperando el de guardia de Investigaciones con la orden de
aprensión y me deja detenido, no era para hablar nada. Mi compañero, mi amigo,
que habíamos compartido más allá de la diferencia política. Esas son
debilidades, acababa de ser nombrado ministro, tenía un nuevo cargo en el cual
quería destacar. Todo eso es una autodefensa ante la situación en la que se ven
inmersos, de ese desastre que no se sienten responsables, pero saben que hay
responsabilidad. Todas las acciones que pueden acometer son autodefensa y
terminan en aberraciones como los hechos estos que acaban de ocurrir en la Cota
905. ¿Qué pasó allí? Ahí hubo desdoblamiento de las fuerzas colectivas que se
están oponiendo porque tienen necesidades y no van a entregar las armas; y un desastre
creado por el mismo gobierno, y que han ocasionado sus políticas como tal, genera
lo que vimos allí”.
En nuestra
larga conversación, el general Rivero se refiere a lo dicho semanas atrás por
otro de los amigos aquí entrevistados, José Vicente Carrasquero, “respetándolo a
él y su análisis, es imposible eliminar las Fuerzas Armadas en un país como
Venezuela. Tienes un país con unos antecedentes subversivos de izquierda muy
notorio, que ha tenido disputas fronterizas muy marcadas en la parte marítima, tienes
el Esequibo; y en otro orden tienes una historia militar independentista que
guarda una tradición, un pueblo sin tradiciones difícilmente puede devenir en
un acontecimiento hacia lo cívico, la historia militar hace prevalecer el
ejercicio cívico. Costa Rica tiene una connotación muy diferente, y lo mismo
Panamá. Desde el punto de vista de la interioridad propiamente militar
venezolana, está la soberanía de los recursos energéticos, minerales y que
viene a ser una pretensión a todas luces de cualquier país del mundo. No puedo
negar que se ha llegado a un nivel de opinión muy negativa, en cuanto al
servicio que en seguridad y defensa deben prestar en respaldo a la democracia, en
asegurar y garantizar el ejercicio
democrático, transparente, justo y de equidad de derechos”. No puede dejar de
mencionar la nefasta influencia de las fuerzas armadas cubanas, y lo que ello
significa en cuanto a la soberanía ya que todos los planes estratégicos de seguridad
y defensa del país, que se supone son secretos de Estado, están en manos de los
cubanos. “Yo no quisiera decir esto y pecaría de inmodesto, pero no tienen
voluntad, ¡no hay bolas!, en la parte militar ante algo tan grave, y en la
parte civil también, porque eso que yo revelé –y no me quiero adosar la
supremacía de esa denuncia, porque han ocurrido muchas, muchísimas–, que ya ha
lugar a que hubieran ocurrido ya un cambio, una defenestración total de este
sistema, de este régimen”.
Lamenta que
Venezuela tenga una cultura de liderazgo político al cual se adecúa el país. “Hay
una falta de conducción, hay complacencia y quieren salvar su pellejo, sus posiciones,
dicen que todavía se pueden compartir, convivir y se quiere tratar de
sobrellevar. No digo que a la larga no
pueda ser una vía pero es a la larga, mientras Venezuela sigue sufriendo la
inclemencia, la penuria, de un desastre que cada vez es más profundo, cada vez
atenta contra la vida y existencia de generaciones. ¿Eso es producto de qué?,
no solamente de un régimen totalitario, sino también por la pasividad equivoca
o falsa pasividad de unos líderes que han tenido la oportunidad de conducir al
país de una manera tajante y pacífica y legitima a que se acabe esto y no lo
han hecho. Definitivamente estamos viviendo una dictadura. Ahora, ¿hay
posibilidades en Venezuela?, claro que si hay posibilidades totales, absolutas
sobre Venezuela. Las posibilidades de cambio están, Venezuela puede salir de
esto, pero si no hay una conducción de esa naturaleza lamentablemente
seguiremos sumidos en una deuda social muy arraigada con elementos ideológicos
que pueden hacer surgir en cualquier momento escaramuzas. Yo no hablo de las
Fuerzas Armadas como un todo, pero si hablo de un segmento muy importante que
puede rescatar la institucionalidad y rescatar el poder para el pueblo, por
supuesto esto no es fácil, requiere articulación, requiere coordinación. Yo
recibo constantemente información de militares activos y por supuesto que no es
fácil la articulación”.
Asegura que
en Venezuela jamás puede haber golpe de Estado, y razona de la siguiente
manera: “¿Cuál es el concepto de Estado? Tiene tres elementos: gobierno,
territorio y población: tenemos una población diezmada, humillada, vejada,
sufrida, en penuria, con pérdida de identidad; un territorio violado, invadido
por una fuerza de ocupación extranjera, un
territorio endeudado, violentado, ¿se puede hablar de un territorio pleno?, ¿cuántas
concesiones no están entregando a diestra y siniestra?, petrolera, mineras, del
oro, del hierro, de la bauxita; lo otro es el gobierno, ¿realmente hay gobierno
de un ejercicio democrático, de un servicio público? ¿Hay autonomía de poderes?
No hay Estado, por ende no puede haber golpe de estado, lo que habría sería el
restablecimiento del Estado que es superior inclusive al restablecimiento del
hilo constitucional. Habría devolución de garantía a los ciudadanos, de
soberanía y de establecer un gobierno que realmente brinde el ejercicio
democrático de servicio público que garantice todo lo que está establecido en
ese pacto social de la Constitución a la población. Eso debe ocurrir y nadie
puede condenar en el mundo esto, y ese es nuestro papel. Los que tenemos voces
tenemos que hablar, tenemos que decir, tenemos que señalarlo, no podemos dejar
de luchar, no podemos dejar de avanzar, no podemos dejar de crecer, no podemos
dejar de expresarnos mientras podamos”.
Esta
conversación no podía cerrar sin tocar lo electoral, y sin vacilación afirma: “Mi
posición es que no haya elecciones bajo las condiciones actuales. Tampoco
podemos olvidar las cifras que dieron meses atrás tres encuestadores que refieren
que el favoritismo de la oposición no necesariamente le puede dar el triunfo en
lo electoral. No se puede llevar el país de nuevo a una desesperanza,
envolverlos en un ambiente, una burbuja de optimismo, de ilusiones. No estoy
diciendo que provoquemos el no voto, yo no estoy en contra de votar pero estoy
en contra de ir como corderos al matadero y a una nueva desesperanza, sin
condiciones. Ellos no están cruzados de brazos, pero peor aún llegar a supuestos
acuerdos para legitimar eso es un riesgo que no se debe correr. Una observación
internacional, con todo el respeto a mi gran amigo, hermano, compañero Leopoldo
que lo pidió, terminaría avalando el fraude, legitimándolo. ¡Ojo al Cristo que
es de plata! No es para causar desaliento, tampoco romper la esperanza, es que
la esperanza tiene que convertirse en un elemento de estrategia y acción
combativa para lograr condiciones, sin las cuales no puede haber elecciones.
Logremos acuerdos que realmente garanticen el ejercicio legislativo
posteriormente. Ponte que ganemos la mayoría simple, porque no vamos a ir más
allá de eso, y esa asamblea aprueba una Ley de Amnistía, ¿quién le da el
ejecútese?, ¿quién le abre la reja a los presos?, ¿quién garantiza eso?, ¿un
Poder Judicial en manos de quién?, ¿acaso no pueden decretar inconstitucional
esa ley y no aplicarla?, ¿quién cumple eso? Se lo van a bailar. Entonces hay
que combatir desde ya. Hay que lograr que el régimen se vaya. Yo propongo una Junta de Gobierno que sea una
Junta Cívica con representación militar, que garantice un ejercicio transitorio
a una etapa democrática que debe en primer lugar destituir todas las cabezas de
los poderes, y de tres a seis meses, se decida y se convoquen unas elecciones
parlamentarias con un nuevo árbitro electoral, establecida la Asamblea
inmediatamente designan al Tribunal Supremo de Justicia, y todos los poderes de
acuerdo a lo que se establece. Insisto: no pueden haber elecciones, es una
farsa, este régimen debe caer y debe asumir la responsabilidad la sociedad
civil y la Fuerza Armada con esa preponderancia y ese empoderamiento que está
escrito en la Constitución: el pueblo es quien tiene la potestad de regir su
destino, y es quien tiene la potestad para quitar o poner. Trabajemos todos lo
máximo, sabemos que ante un cambio habrán diferencias, pero que las Fuerzas
Armadas tome el control del orden interno del país para garantizarlo, y la
seguridad. Esas barbaridades de manifiestos hamponiles tienen que acabarse, con
el respeto de todos los derechos”.
© Alfredo Cedeño
4 comentarios:
Buenos días. De nuevo, buenísima la entrevista especialmente por las noticias. Cuando al final viene a presentar propuestas, estamos en lo mismo. Es fácil decir lo que se debe hacer después, pero ¿cómo se llega a ese después?. Ahí está el punto. No hay ningún planteamiento claro y factible al respecto. Gracias. Un abrazo.
Alejandro Moreno
Extraordinaria entrevista Alfredo, quien desee conocer la verdadera historia de estos tiempos tan revueltos, debe incluirla en la Bibliografia correspondiente. De lectura obligada y recomendada.
Ylleny Rodríguez
Hoy 1ro de julio de 2017 estudio la vida del Gral Antonio Rivero.
Mi padre y uno de sus primos, ambos Generales del Ejercito de cuando inicios de los años '80, me comentaron que en las Academias Militares de los Estados Unidos, un Alumno le "sacaba la Mierda" a un subalterno, y ello lo hacia sobre todo pues era una persona con muestras de modorra, abulia o apatía. Cualidades estas que debía de superar pues en cualquier momento pudiese surgir la situación de participar en cualquier tipo de Guerra en cualquier parte del mundo.
Lo anterior lo comento pues yo pertenecí a la promoción # 27 del Limilaya donde fuimos compañeros de promoción del cacora este llamado Manuel Barroso, General del Ejercito, a quien lo pusieron a manejar y dirigir el tema CADIVI para que se Robara aquella Bola de Millones de Dolares.
En aquel Liceo Militar le sacabamos la mierda a los subalterno simplemente porque nos daba la gana.
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