pero los ángeles acudieron en tropel a resguardarme
entrelazados con las añejas arrugas de las montañas
pulieron los reflejos del cielo capitoneado de nubes
y sus hálitos luminosos me achicaron las penas
mientras ponían en mis manos palabra, triunfo y luz.
© Alfredo Cedeño
1 comentario:
... y una quisiera estar allí ...
Ylleny Rodríguez
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