miércoles, agosto 16, 2017

HIDALGUÍA Y COLABORACIONISMO


                Es posible que Philippe Pétain al dirigirse al pueblo francés, con mensaje radiofónico el 30 de octubre de 1940, en el cual hacía un llamado a sus compatriotas a que colaboraran con el invasor nazi, no tuviera idea de que estaba acuñando una definición que más tarde se haría de uso amplio en la jerga política contemporánea. El mariscal Pétain, quien había participado brillantemente en la Primera Guerra Mundial, donde se le otorgó el título de "El vencedor de Verdún", que fue jefe del Estado Mayor, y tuvo un gran prestigio ante toda Francia hizo entrar el término colaboracionismo por la puerta infame de la historia.
                El otrora héroe galo fue convertido por el régimen en una suerte de Fidel o Chávez, y sus fotos aparecieron en todos lados, el intento por aprovechar su prestigio fue rocambolesco. La historia ya lo ha colocado en su lugar.
                La Ciudad Luz debió esperar hasta agosto de 1944 cuando una sublevación de la Resistencia francesa, a la que luego se unió una parte de la Segunda División Blindada francesa, y otra de la Cuarta División de Infantería estadounidense, hizo caer la malhadada Francia de Vichy.
                Pienso en ello mientras veo nuestro escenario actual. Una Venezuela ahogada por la  invasión cubana, a la que muchos han criticado con guante de seda, mientras ahora sobran quienes se dan rabiosos golpes de pecho ante "la vil amenaza gringa".
                A la par de eso, pienso en  la no poco sesuda discusión en el ámbito académico sobre la novela caballeresca y los libros de caballería. Los últimos, aseguran, se distinguen por la presencia de elementos fantásticos, tales como potingues milagrosos, dragones, monstruos, ogros, hechiceras, y demás sabandijas de similar pelaje; se considera Amadís de Gaula el ejemplo por excelencia. En lo que a las primeras refiere, en sus páginas están presentes personajes de tal verosimilitud que terminaron por hacerse históricos, como ocurrió con El Quijote, y en modelo de conducta para algunos.
                Las acciones de hidalguía de esos personajes han sido replicadas en gestos que no siempre se entienden. Es el caso del respetado profesor Francisco "Morocho" González Cruz quien estaba llevando a cabo una ejemplar campaña por la gobernación del estado Trujillo. La semana pasada sin muchos aspavientos, pero con su firmeza característica, anunció: “Debo honrar mi palabra, en dictadura no me presto para ser candidato”.  Mientras tanto los colaboracionistas criollos, y su corte  de encopetado celestinaje, no cesar de aupar sus candidaturas a un proceso electoral hecho a la medida y gusto de la satrapía roja.

© Alfredo Cedeño

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y, si...es una satrapía roja,...tan roja como la sangre que derraman día a día, sangre del pueblo que no se deja intimidar por la miserable actuación de las fuerzas armadas. y ni la inconsistencia de una mente cooptada por los demonios de la locura, y por que no de la estupidez. De esa terrible estupidez de la que hoy hacen gala esa corte de adulones y mercenarios. Es de suponer que esto ha de terminar pronto,..lo que no se imagina es COMO va a terminar...Y eso es lo mas aterrador. ¡¡Fuerza venezolanos,...la victoria está cerca..!!Juan Angel Petta Buenos Aires Argentina.

Beatricce dijo...

¿Cuando será que va a aclarar en Venezuela?

Follow bandolero69 on Twitter