Con simplismo de
canallas hay una contumaz cofradía proclamando la unidad como manto protector,
aquellos que hablamos contra quienes aparecen a la cabeza de dicha congregación
somos herejes que debemos ser conducidos a la hoguera de manera expedita. Por los
vientos que soplan tendrán que hacerlas en cada esquina, cada día somos más los
que estamos alertando contra los desbarres de borrachos de la mencionada
hermandad.
El ahora virgen y
mártir yaracuyano, léase Henry Falcón, anda predicando en contra de quienes no
participamos de una manera u otra en la bufonada electoral convocada por el
gobierno y a la que él acudió velozmente, con lo que le dio así legitimidad a
Maduro y todo su combo de incompetentes criminales altaneros y confesos. La
última demostración la dio Delcy Eloina al decir con rotunda claridad que la
participación de ella y su hermanito en la mojiganga bolivariana es su venganza
por la muerte del padre.
No ceso, ni
cesaré, de hablar y escribir sobre esta cuadrilla de granujas –de ambos lados
de la calle– que pretenden repartirse nuestro país como una ternera que entre
ambos se robaron a medianoche. ¿Quién eligió a Falcón candidato? ¿Cuál fue la
base social y nacional que determinó que él debía participar en la malandrería
comicial de Maduro y Lucena? ¿A nombre de qué hay que soportar la andanada de
moralina que él y sus huelepeos pretenden insuflarnos a troche y moche?
Los venezolanos
exigimos limpieza, transparencia y honestidad para conformar una verdadera
unidad que nos saque de este marasmo en que nos ha sumergido nuestra casta
política. No crean que seguiremos callados y acatando sumisamente cuanta
imbecilidad se les ocurra. No es una frase hecha, que ustedes suelen repetir
como cacatúas de feria marginal, en realidad Venezuela es otra, y el país exige
decencia, necesita limpieza.
El tiempo del
descaro impune ha sido superado largamente, es insólito que ahora se pretenda
responsabilizar a la población, que no aceptó el llamado soberbio e infeliz de
salir a votar, del infierno que vive Venezuela. No creo que es gratuito que el
ex gobernador en sus redes sociales escriba Gobierno y Gobernando, ambas
palabras que le quedan grandes al bigote bailarín, con mayúsculas. No se me
ocurre mejor manera de condensar todo citando el Evangelio de San Mateo: "¡Guías
ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero
por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia
primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea
limpio."
© Alfredo
Cedeño
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