Acero y astillas arman el cerrojo
duendes alucinados ahogan pesares
yuntas de flejes vencidos que saltan
un duelo que se cumple y ahoga
las migajas de una acacia derrotada
certezas de acres agravios gratuitos
un candado que se ahorca solo
y un vuelo que no cesará aletea sobre su herrumbre…
© Alfredo Cedeño
1 comentario:
Este poema me invita a reflexionar. Lo vivo. Siento el aleteo constante sobre el derrumbe. Gracias por llevarme a estos estados. Amo tu literatura. Vale la pena toda esta aventura. Un abrazo agradecido.
Andre Laplume.
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