En mis calles natales la rabia es una sombra que brilla
y agita de libertad las ventanas y resquebraja los portales,
aquí la paciencia es ahora una corta carrera de nubes
y parpadeo de vallas inútiles trepadas a las azoteas,
entre sus callejones hay miles de muchachos sin miedo
y llenos de inocencia suicida empeñados en darnos paz,
por las avenidas el miedo va agazapado en cada quien
y las esperanzas se alargan parpadeando indecisas…
© Alfredo Cedeño
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