De antenas prestas e inmaculado corazón
se da con limpieza de desolaciones
amuralla su renuncia
y se afinca sobre esperanzas yertas
nada espera
todo lo entrega
no deja de buscar espejismos de paz
y se conserva erguida en el vendaval
abandona los dolores encima de la noche
para alumbrar este letargo
de anhelos marchitos
y persevera en regalarnos sus ilusiones.
© Alfredo Cedeño
No hay comentarios.:
Publicar un comentario