“Nos
utilizaron los sectores políticos. Sobre todo Acción Democrática, Copei y Julio
Borges. Henry Ramos Allup y Borges son dos personas nefastas. Cuando ya todo
estaba que parecía que lográbamos el objetivo los partidos políticos dijeron:
no, el negocio es nuestro, no de ustedes.” Carlos Fernández habla con suavidad
que engaña, la firmeza en sus palabras no dejan cupo a la duda, sus
señalamientos van acompañados de precisiones: “Carlos Ortega y mi persona no
estábamos de acuerdo en la fecha anunciada para el paro, pero se nos presentó
Juan Fernández (para la época era gerente funcional de Planificación y Control
de Finanzas en Pdvsa), y nos dijo que ellos habían asumido esa responsabilidad
en cabeza de cada uno de ellos y que si no los queríamos acompañar que lo
harían solos, y que ellos tenían controlado toda la distribución de los
combustibles. Totalmente mentira. No hubo control por parte de ellos y nos obligaron a ser solidarios y a
asumir la responsabilidad. Y por eso siempre hablé de paro petrolero.”
Es larga la
retahíla de situaciones, personas, instituciones y demás hierbas aromáticas que
Carlos Fernández enumera. Como dicen mis amigos gallegos: No deja títere con
cabeza. “A mí me llevan detenido saliendo del Punta Grill. Yo en esos días dormía siempre en sitios
distintos, porque ya me habían avisado de que me querían agarrar. Un día estando
en el hotel Marriot de El Rosal se me presentó uno de los jefes de la DISIP, no
recuerdo el nombre, y me dijo: “yo te mando a avisar en el momento que nos den instrucciones
pero por ahora no hay nada, no tenemos instrucciones.” Eso fue una semana antes
de que me detengan. El día que me agarran yo tenía mi carro y un carro escolta,
ese fue el día que en el hotel Meliá se anunciaba que la mesa de dialogo y Gaviria se
mudaban de ahí para otro sitio que ya anunciarían, fui a ese acto, que era más
de los partidos políticos, y cuando salgo de ahí me llaman, yo iba en camino adónde
iba a pernoctar esa noche, era una gente “amiga”: Pasa un momentico por aquí,
que estamos en el Punta Grill y te comes un pedacito de parrilla. Serían las 10
de la noche. Y entré, me tomé un whisky,
me comí algo y cuando voy a salir viene mi carro, pero no viene con mi chofer, cuando
trato de regresarme me caen como diez o quince, cubanos todos, de pantalón
bluejean y franela blanca, y empezamos a forcejear. Yo pierdo los zapatos, casi
me parten una pierna, me golpean, y me meten dentro de mi carro, en el piso, con los pies encima, casi asfixiado,
y se van. Cuando empieza eso hay unas patrullas de PoliBaruta que empiezan a
perseguirlos, pero ellos me entregan a la DISIP en El Helicoide. Allá me bajan sin zapatos, con la pierna
bastante lastimada, muy golpeada, y hay un personaje con el cual todavía muchas
veces me despierto, un tal Ramoncito, un personaje bastante pequeño, que me
insultaba mucho: “Ajá, ¿tienes el gobierno listo? ¿Ah? ¿Tú no eres arrecho?
¿Ah?” No contesté en ningún momento, me
sentía muy mal. Él me pasa al que me va a reseñar, y seguía incitándome, y le
decía mil cosas al muchacho de la reseña, ese muchacho no le contestó en ningún
momento. Luego me llevó al carcelero y le dijo “vamos a meterlo en un tigrito,
y que se desnude pá revisarlo no vaya a ser que tenga una vaina por ahí
metida”. Vejarlo a uno… y al final me meten… Yo tenía exactamente 52 años, iba
a cumplir 53, el mismo día que mi hija estaba cumpliendo años, 20 de febrero,
de ahí me metieron al tigrito, yo entré en el tigrito, es un cuarto sin
ventilación, de 2x2, y quedé tirado en el suelo, ahí perdí el conocimiento.
Los recuerdos
duros lastiman aunque sean ajenos, la voz baja y entrecortada refleja un
calvario que se revive. “Después supe que un muchacho había venido a que
firmara un papel de que a mí se me
habían respetado todos los derechos, y me consiguió largo a largo, me despierto
por los gritos del tipo, me sacan y me llevan para los servicios médicos, y
ahí una persona recuerdo que me estaba
grabando; cuando me dicen que me van a inyectar me niego, me dicen: puedes
morirte tenemos que ponerte esto. Llamen a mi cardiólogo. El hecho fue que
llegaron unos médicos de la PTJ (CICPC) me decían: Fernández cálmese, y tal, y
cual. Al final me pusieron unas pastillas sublinguales y me dejaron ahí hasta medio
controlar la situación. Ya de madrugada me vuelven a llevar, descalzo, y me entregan
al carcelero, cuando se van, el chamo me dice: Señor Fernández, si quiere se
queda sentado ahí en esa silla y si viene alguno de mis jefes usted dice que yo
lo saqué porque estaba otra vez mal… Y ahí
amanecí. Después me cambiaron para una celda y me subían a tomarme la tensión y
para hacerlo me sentaban en una silla de parturienta donde me amarraban, me lo
hicieron varias veces. El Ramoncito me decía:
“ya te vamos a traer a tu tocayo a Carlos Ortega para que monten el gobierno
aquí y tumben al presidente.” Un día un
comisario de la DISIP me enseña un papel: no hable porque tiene
micrófonos por todos lados. Después me enseña otro: no coma la comida que le traigan de aquí, diga que de la plata esa que
tiene ahí que le compren arepa, o sándwich pero no coma lo de aquí… Yo no sabía
ni qué pensar, el hombre siguió: yo soy profesional, no hable con mi jefe -era
Miguel Rodríguez Torres-, ni con los defensores que le manden, o la Defensora
del pueblo, todos son las mismas ratas, nosotros lo vamos a cuidar.” No supe quiénes eran los otros.”
Fernández
califica de show sus traslados a los tribunales “llevaban 50 carros, motos, una
vaina como de película. Por lo general era en un toyotica amarillo, un corolla,
la primera vez me llevan atrás, en el centro, con dos hombres al lado, cuando
me montan dicen: quítales las esposas; y
uno que está sentado conmigo, me da así por la pierna y dice: “Acuérdese jefe
que yo voy a ser su jefe de seguridad cuando sea presidente” ¡Imagínate tú!” La
fluidez verbal trastabilla, es obvio su tragar grueso, pero prosigue: “Cuando
llegas a los tribunales, al imputado lo tienen que meter en unas celdas abajo,
pero la comisión me va a llevar directo a la sala, pero la gente de Darío Vivas
y de Bernal y del supuesto arrepentido, ese que fue alcalde de La Victoria,
Ismael García, les decían: ¡Tienen que meterlo ahí! Ellos respondían: Nosotros tenemos la
seguridad de él, y ni usted ni nadie nos va a decir cómo hacer nuestro trabajo.
Y me llevaban directo arriba. No
conformes con eso subieron en variadas oportunidades al despacho, a presionar,
a joder y los funcionarios se plantaron: “Esa responsabilidad es nuestra, les
agradezco que se vayan de aquí.” La fiscal acusadora era la Luisa Ortega Díaz y
quien redacta la boleta de captura, después que ya me tienen ahí, es nada más y
nada menos quien hoy es el magistrado de la sala penal, el asesino Maikel
Moreno.”
Nueva pausa,
ahora mucho más larga, hasta que las palabras siguen desgranándose: “En la última
audiencia que fue un día sábado en la mañana, me llevaron a las 10 de la mañana
para el tribunal, y ya estando ahí veo como empiezan a llegarle sobres a la
jueza. Luego supe que eran instrucciones para que me pasara a La Planta o a El
Rodeo. Mi abogado era Pedro Berrizbeitia, entramos a la audiencia y la fiscal
me formula cinco cargos: traición a la patria, instigación a delinquir,
devastación, agavillamiento y otro más, después dice que yo nunca me había
presentado lo cual era absolutamente falso. Esta persona es inepta desde todo
punto de vista como profesional, no sé cómo es abogada, recuerdo mucho que la
juez dice si yo tengo algo que alegar y le digo: todo lo que ha dicho esa
persona es mentira, por esto, y esto, y esto, y esto. Pedro me empieza a pelar
los ojos como que me calle, al final yo
me callo pero le dije: yo jamás le he faltado a la ley. Y quiero a esta altura Alfredo, decirte algo,
Chávez mandó a investigar mi empresa, todo, todo, todo, y nunca pudieron
conseguirme nada porque yo nunca ni milité en ningún partido político, ni tuve
contrato con ningún gobierno, ni regional, ni nacional, mi esfuerzo fue propio
como empresario y con la empresa privada, yo no tengo rabo de paja. El hecho es
que ella va a deliberar y nos sacan de la oficina. Era sábado, los baños
estaban cerrados y el único baño que había era el que tenía la juez en la
oficina de ella, Berrizbeitia que había sido su profesor, y eso lo supe
después, entra a pedirle el baño, pero pasa como media hora; y le digo a Marianela
Mata, que era la otra abogada que tenía: ¿Será que Pedro se fue por el baño?
Cuando él sale me llama a un rincón y me dice: “Carlos la situación es muy
complicada, ¿viste los sobres que pasaron? Ella sabe que hasta hoy va a ser
juez, porque va a tomar una decisión que no es la que le están pidiendo, pero
dice que ella no puede tener ese cargo de conciencia de tu muerte, tu cuadro
clínico le da a ella autoridad para mandarte preso casa por cárcel, pero sabe
que la destituyen. Cuando toma la decisión, serían las 3 o 4 de la tarde ya,
entramos y ella anuncia su fallo. La Luisa Ortega se le va encima
prácticamente. La jueza le dijo: esa es mi decisión. Luisa Ortega: pero no
puede ni hablar. Yo creo que fui clara y
esa es la decisión, a partir de hoy está bajo custodia del grupo BAE. ¡Bueno pues! La Luisa Ortega empieza a llamar,
y llamar, y empieza abajo esa turba de 200 o 300 borrachos alebrestados por
Vivas, García, y toda esta pandilla de sinvergüenzas, a pedir mi cabeza, hasta
que se hacen las siete de la noche. Yo ya no tenía miedo. Tú pasas un momento
en la vida en donde te ubicas y estás decidido a todo. Yo después que me
metieron en el tigrito, a partir de ese momento no es que había pasado el
miedo, es que asumes el mayor riesgo que puede ser la perdida de la vida, lo
asumes, estás resteado para eso y quizás eso es lo que me alimentó a decir lo
que yo dije a la juez contra la fiscal, no estaba diciendo mentira y perdiste
el miedo. Después de lo que me había pasado en la DISIP, lo que me habían hecho,
que yo estaba solo, donde nadie me fue a visitar, el único que me pudo visitar
fue el abogado y unas mujeres de
derechos humanos que después llegaron, pero mi familia nunca pudo entrar a
verme, entonces hasta el más miedoso en su determinado momento cambia eso por
fortalezas, de asumir que a lo mejor es lo último que vas a hacer en la vida. Y
lo asumí.”
Perdonen el
dislate, pero son múltiples las emociones que se agitan al oír a este hombre de
voz suave y gestos pausados hacer recuento de aquellos momentos. Pero sigamos
con él: “Para poderme sacar del tribunal, a las 10 u 11 de la noche, tuvo que
venir un piquete de 80 o más guardias nacionales, porque estaba sitiado el
tribunal y los muchachos de la DISIP no podían, porque además iban a arriesgar
mi vida. Llego otra vez a la DIISP y me dice un comisario: “Carlos te vamos a
llevar mañana, entiende que esta hora es… y no te podemos llevar por tierra, te
vamos a llevar en helicóptero”. En la mañana me miden la tensión, me dan pastillas
para equilibrarme, y tratan de lanzar un helicóptero y lo ametrallan, del cerro
de ahí, lanzan otro y también es plomo, total nosotros salimos como en el
cuarto. En el helicóptero donde me sacan viene piloto y copiloto, y otros
custodios, cuando vamos en pleno vuelo el que está al lado mío se inclina y me
dice al oído: Mi mamá le manda a decir que ni un paso atrás…” No esconde la
emoción que le produce ese recuerdo y muestra sus brazos erizados. Toma aire y
prosigue: “Cuando llegamos al Aeroclub de Valencia él mismo funcionario me
dice: ponte este chaleco. Le digo: ¿Para qué esa vaina? Póntelo, no te dejo hasta que te entregue en
tu casa. Me bajan, me montan en una ambulancia, me hacen otro montón de chequeos
y me llevan a la casa, que ya estaba tomada por el BAE, ocho personas con dos
camionetas Nissan me acuerdo, él me entrega ante ellos y me dice, cuando ya
está para salir: “Cuídate, cuídate mucho, porque te quieren matar de los dos
lados.” La ultraderecha estaba jugando a sacrificar a alguien para armar el vainero,
yo era una pieza en ese momento importante, y él me explica que tienen identificados
a varios que quieren salir de mí. “
Su
casa en el sector El Bosque, de Valencia, quedó bajo el control de los comandos
“todos son muchachos jóvenes, la mayoría estudiantes, unos estudiaban
administración, otros leyes, jóvenes de veintipico de años, y que al tiempo más
de una vez me dijo más de uno: Señor Fernández, ¿me puede ayudar a estudiar? Y
me sentaba con ellos a hacerlo. Un día uno de ellos le dice a mi hermano que tienen
que salir a una misión dos de ellos, mi hermano les dice ¿qué tengo yo que ver
con esa vaina?, ese es problema de ustedes. No, es para informarle señor
Fernández. Salieron en la mañana en una de sus camionetas y llegaron como a las
diez de la mañana, y ese mismo muchacho le entrega a mi esposa una bolsa de más
de 10 kilos de fresas que su papá se lo había mandado de Mérida en el avión que
llegaba a Valencia.” Nuevo silencio, muy
largo esta vez. La mirada se pierde y un hilo de voz retoma el relato: “No las
tengo aquí, pero he pedido que me las guarden en Venezuela para ver cómo me las
pueden traer, las cartas que me mandaban los familiares de esos muchachos. Una
de las cartas decía: yo soy la mamá de fulano de tal, entiéndalo, él está
cumpliendo con su obligación pero yo vivo en tal parte, mi teléfono es tal, y
lo apreciamos y lo queremos mucho, mi hijo lo está cuidando. Otro me decía escríbamele
una cartica a mi hermana, otro más escríbale una cartica a mi mamá. Y así como ellos muchísimas personas. Un día se
comienza a oír que me van a revocar la medida de casa por cárcel y al poco fueron
a visitarme tres monjitas, ellas sabían que había micrófonos por todos lados y
me hacen señas que quieren hablar conmigo, así que nos vamos al patio, y me
dicen: La madre superiora le manda a decir que pronto van a venir tres monjas a
visitarlo, y se van a ir tres monjas, pero ella necesita sus medidas exactas,
para que venga una exactamente de su porte, y allá no se preocupe que no le va
a faltar nada. ¡Por supuesto que no acepté! Eso era echarles una
responsabilidad infinita encima.”
Asegura
que recibió la solidaridad que no recibió de quienes debía haberla tenido. “Todo
fue un juego de trampas y traiciones, y así nos pasó a todos, Manuel Cova
traicionó a Carlos Ortega, y bien feo, pero que te lo cuente él. En diferentes oportunidades Juan Fernández me
aseguró que tenían controlado el suministro de gasolina de Carenero,
mentira, los que se hicieron solidarios fueron los de la marina mercante que si
asumieron, y son los que paran los barcos, el sector petrolero no cumplió y en
las reuniones que hacíamos todos los días ofrecían de todo. Después nos
vinieron con el cuento que ellos no podían quitarle el suministro de
combustible o de gas o de x a los hospitales y la vaina. Si tú te metes en una
situación de estas te metes, nunca hubo desabastecimiento como tal de la gasolina,
había unas pocas bombas que no tenían; Acosta Carles tomó el control de El Palito y de Yagua, se hizo millonario vendiendo
la gasolina que se la robó y así muchos de ellos mismos. Hubo contactos con el
sector militar, diseñamos estrategias como partir la ciudad y tener el control,
y el sector militar también falló y tampoco cumplió. Nosotros nos reunimos en
varias veces en la casa de Olavarría, con ellos, y tampoco asumieron el rol que
debían haber asumido. Por atrás había jugadas de varios políticos. Lewis Pérez
Daboin es un sinvergüenza, fue el infiltrado más grande que tuvimos, llegó el
momento que yo sabía que el único que transmitía cosas que yo decía en el Directorio que teníamos de la
Coordinadora Democrática, que la fundé yo el mismo día del 11 de abril, en
FEDECAMARAS, esas declaraciones que daban los voceros del gobierno, sobre mí,
que yo era el talibán, que yo era el más radical, era él y le dije un día:
Acuérdate de tomar nota bien para que salgas corriendo y se lo des a tu jefe José
Vicente Rangel. Y se me alzó; le dije: si tú quieres también nos damos unos
coñazos si quieres que lo resolvamos así, pero tú eres el que le lleva la
información. Ese trujillano vendió su
alma al diablo. Lo repito: Lewis Pérez, secretario de la Coordinadora
Democrática, era el mayor infiltrado que teníamos nosotros dentro de la
organización y todo se lo pasaba a José Vicente Rangel mano derecha de Hugo
Chávez.”
Asegura no
ver salida en este momento, “caemos en lo mismo, una oposición política que es
una sociedad de cómplices que avala al régimen, que le da piso político y que
lleva a la sociedad engañada a elecciones tras elecciones que están amañadas,
que están controladas. Que no hay salida por la vía electoral lo digo desde
hace más de 12 años, Chávez hizo un Consejo Electoral como su traje a la medida.
El padrón electoral lo manejan como les da la gana, lo aumentan, lo rebajan, lo
cambian, como la salamandra cambian los circuitos para favorecerse. No se
deberían realizar elecciones mientras verdaderamente no se depure el padrón
electoral y las autoridades. Yo estoy claro y convencido que somos mayoría,
pero estoy claro y convencido de que están controlando y están manejando todo. Siempre dije que las maquinas electorales,
que son de lotería italiana, eran bidireccionales y que aunque supuestamente
estaban desconectadas, estaban conectadas por vía wi fi a otra sala electoral
donde había más de 20 monitores uno por estado y donde se observaba en tiempo
real quien estaba votando y cómo. Ellos saben en cada mesa quien no ha votado y
va gente para que vote, si se revisan las huellas en los cuadernos electorales,
no van a coincidir con el votante, pero todo eso está cuadrado, todo está
manejando, y todo lo sabe también la Mesa de La Unidad. Pero ahí Henry Ramos
Allup y Julio Borges negocian con el régimen por sus parcelas de poder, ellos
son culpables de lo que el país vive en este momento. Ellos saben que en una
dictadura no hay salida por los votos y Venezuela está en una dictadura. El
mundo internacional hoy en día sabe de las trampas y está consciente porque los
que estamos afuera hemos trabajado para desnudarlos, en ese sentido Eric Evall
nos ayudó muchísimo. Basta de callarse, hay que decir que en las elecciones del
2006 con Rosales, José Vicente Rangel y Teodoro Petkoff fueron a conversar con él
y le dijeron tú eres el candidato que el presidente quiere y tienes que ser un
candidato fuerte, te vamos financiar toda la campaña. Según lo que me dijo Eric
Evall le dieron 300 millones de dólares. Entonces vamos a ser claro Venezuela
no tiene salida por la vía de las herramientas de la Constitución mientras verdaderamente
no se depuren las instituciones y eso no va a suceder porque ahora estamos en
una situación peor. Hemos dejado correr todo esto y el único que se ha venido
favoreciendo ha sido el régimen a costillas de 25 mil muertos todos los años. ¿Cuántos
muertos llevamos? ¿Cuál es el costo que tenemos hasta este momento? La delincuencia
en Venezuela es lo que fue el paredón abiertamente en Cuba, ahora se utiliza
por la vía de la delincuencia y de los pranes para limpiar de opositores al
país. Ellos armaron dentro de las cárceles a todos esos grupos para usarlos
como grupos de choque contra la sociedad en su determinado momento. Yo respeto
mucho a todos aquellos que luchan por encontrar una vía constitucional y yo no
la descarto yo no le digo a la gente que no vaya a votar. No, ese es un derecho
que usted tiene, pero no es suficiente, no es la solución y por el contrario
cada vez que vamos a elecciones legitimamos más como demócrata a un dictador.”
Reconoce
que no fue fácil encontrarse de un momento al otro en un país extraño, “sin
ningún amigo prácticamente, aunque si tuve venezolanos que no conocía aquí y
que me tendieron una mano, pero es muy duro y muy difícil. Pero creo que mis
valores están fundamentados en mi formación por mis padres. Soy hombre que
vengo de abajo, que he sabido estar abajo, en el medio y arriba; hoy vuelvo a
estar abajo, pero con principios y valores, me acuesto todas las noches y me
duermo en paz con mi conciencia. Y te
voy a echar un cuento: en el 2004, estando aquí, a mí se me acerca, cuando el referéndum, a mí viene un personaje
de parte de Dídalco Bolívar, a su vez de parte de Chávez y me ofrece tres
millones de dólares. Me dice: ¿te das cuenta cómo te han abandonado toda tu
gente? Un empresario de Maracay. Chávez te manda a decir que te engañaron, que
te utilizaron pero que cuánto perdiste, ¿tres millones de dólares? Dime dónde te
los van a poner, pero tú acompáñame a una casa aquí en Weston que te vamos a
grabar donde tú le vas a mandar un mensaje a la nación de que el país necesita
unos cambios y que Hugo Chávez es el personaje que trae la transformación de
Venezuela en beneficio de todos los venezolanos y que lamentablemente tú te
equivocaste. Yo le dije: mira, yo estoy necesitado de dinero pero todos los días
comen mis hijos y como yo, así que creo que todavía no es el momento. Regresó al
mes siguiente ¡y me ofreció cinco! Eso fue ahí en la estación de servicio en
Panna Express, aquí mismo en Weston, y le dije: mira, yo no sé cuánto vale mi conciencia
a lo mejor le vendo mi alma al diablo el día que mis hijos no tengan qué comer,
a lo mejor la vendo por mil dólares, pero todavía comemos, difícil pero vivimos
decentemente, y tengo un lema que me dijo mi padre desde pequeño: usted podrá
engañar a todo el mundo pero jamás podrá engañar a su conciencia y quien engaña
a su conciencia no puede dormir tranquilo por el resto de sus días. Te
agradezco no vuelvas más, dile a tus jefes que Carlos Fernández muere con las
botas puestas.”
No deja de
repetir que su lucha continua por Venezuela, y reconoce tener diferencias
profundas con la MUD. “Creo que quienes manejan la oposición en Venezuela le
hacen mucho daño al país y a los ciudadanos. ¿Cómo es posible que han dejado a los
estudiantes solos? He dicho organícense, el régimen no puede con 30 millones de
habitantes, siempre lo he dicho ese régimen, o cualquier gobierno, estará ahí
hasta que la sociedad lo decida. No esperemos un golpe de estado porque eso no
existe en Venezuela ni puede haberlo porque hay una destrucción total del
sector militar. Nosotros en este momento no podemos confiar en que lo que pueda
venir después si cae Maduro sea mejor tampoco, porque las Fuerzas Armadas están
tan divididas y a su vez destruidas moralmente…, aunque hay cuadros medios,
coroneles, con valores intachables que si quieren un cambio. No hay que
seguirlos pateando, hay que enamorarlos.
¿Qué declaraciones hace Henry Ramos Alup cada vez que puede? No vamos a permitir
una bota, no vamos a aceptar una bota, ¿tú tienes salida en este momento sin la
participación militar? Yo no la veo. Vamos a imaginarnos, ganamos las
elecciones, Capriles gana las elecciones, ¿cómo gobierna Capriles? Sí no tienes
las fuerzas armadas de tu parte no puedes gobernar en un país como está, al
otro día estás fuera del poder. Tenemos que ir a una transición que nos permita
reconstruir la institucionalidad del país para entonces poder ir a un proceso
electoral en donde se decida por vía de los votos cuál es el destino que quiere
llevar el país, pero tenemos que ser sinceros, tenemos que ser reales. Pero ese
grupo de políticos sabe que no tiene espacio en esa nueva visión de Venezuela, ¿por
qué? Porque la gente sabe que son corruptos y que han participado. ¿Quién es el
cuñado de Henry Ramos Allup? Francisco D´Agostino hijo. ¿Quién es Francisco
D´Agostino hijo? Un bolichico, y él y su suegro y la constructora Dayco del
sector vivienda. ¿Y quién es Víctor Vargas?
El banquero del régimen, con una de cuyas hijas está casado Francisco
D´Agostino. ¿Qué estamos haciendo? Un círculo vicioso. ¿En que viajó Henry
Ramos Allup a los Estados Unidos en diciembre? ¡En el avión de los bolichico! ¿De
qué estamos hablando? ¿Con qué cara se me presenta a mí? ¿Y Julio Borges? todos
conocemos su historia, sus alianzas con José Vicente Rangel y sus recibimientos
económicos, ¿tú quieres el país o quieres tu situación personal? Decídete. Por
eso le digo a todo el mundo, ¿de qué lado te anotas? Yo tengo un partido, ¿te
quieres anotar? Se llama Venezuela, ¿te quieres anotar en ese partido? échale
pierna, ese es el partido con el cual yo me manejo.”
Este empresario que ahora usa como como cinco
cachuchas “hago de todo, pero muy feliz, saqué la licencia de real state, soy
realtor, también soy business consultant de un bufete de abogados
especializados en inmigración, tengo una empresa que ubica mercancías y las
exporta, y te hablo desde repuestos hasta comida, y también hago el servicio de
ir a buscar pasajeros al aeropuerto y llevarlos a las diligencias donde ellos
necesitan ir, yo en persona voy, me llaman al 305- 5628666 y les hago el servicio
personalizado de traslados a cualquier diligencia.” Sin embargo no cesa de
pensar el país y cierra diciendo: “Mando a la gente que se lea a Pinochet. Muy
duro decirlo, muy duro, porque no quiero la violencia, ni soy de los que aspiro
que tengamos cualquier cantidad de personas desaparecidas pero ¿dónde ha
llegado la sociedad venezolana? ¿Cómo controlas ese malandraje? Por eso digo:
léanse a Pinochet, no digo que lo apliquen, léanlo.”
© Alfredo Cedeño
6 comentarios:
Hola Alfredo:
Estoy muy agradecida y conforme en conocer la historia a traves de sus protagonistas, sigue mostrando todo lo que falta...
Saludos!!!
Jessica Martin Garcia
Buenos días, Alfredo. Finalmente me llegó internet. Por eso me retraso en saludarte hoy. Publicaste la segunda parte de la entrevista a Carratú en la web de El Nacional. ¿Vas a publicar esta? Es convulsionante. Lo de Carratú era historia; esto es presencia, actualidad tremenda. Te arriesgas. Dios te bendiga.
Alejandro Moreno
Todo un personaje que me hace abrir los ojos como dos huevos fritos,Parece que estamos parados sobre un barril de polvora, que riñones lod e Julio Borges que sinvergüenza ese tipo , da mas asco que el mismo Maduro ahora le voy a dar hasta con el tobo, y yo me pregunto todos los demás de primero Justicia saben eso ,porque no pueden ignorarlos, el mismo HCR Leopoldo Lopez sera que están engañados o son ciegos?. Sr Carlos Fernandez lo conocí en Valencia mucho tiempo antes del paro petrolero, como sale la inmundicia .Gracias Alfredo voy hacer circular esta pagina
Con relación a la entrevista de Carlos Fernández comenzaré por decir que aún cuando no comparto algunas opiniones allí expresadas, las respeto y entiendo que además abren un espacio para el sano debate de las ideas entre distintas corrientes del pensamiento.
Sin embargo, no puedo dejar pasar y aún a riesgo de las críticas, las aseveraciones que hace Carlos con relación al Paro Cívico. No es cierto que los ex trabajadores de PDVSA fijaron la fecha del 02 de diciembre, eso es falso, Tan falso es que en reuniones previas a ese día se daban debates sobre la inconveniencia de asumir un paro en diciembre. En lo personal manifesté mi desacuerdo, sin embargo, el argumento que ya era una fecha decidida por los convocantes Fedecamaras y CTV, motivo por el cual si tomábamos la decisión de sumarnos, aun de manera individual como estaba decidido, ese debía ser el momento. Por otro lado, de acuerdo a lo asegurado por los convocantes era un paro de 24 horas, tal vez de 48 horas.
De igual modo, cuando decidieron extender el paro al tercer día, en lo personal informe a Carlos Ortega, Enrique Mendoza y otros sectores al frente del Paro Cívico Nacional que no era posible mantener el Plan de Contingencia Institucional en la Industria y que ya estaba siendo saboteado por el régimen, sectores de PDVSA y la GNB, imponiendo el Plan Paralelo que habían preparado Alí Rodríguez Araque y Gustavo Pérez Issa. Alertamos sobre la inconveniencia de su extensión. De modo que es falso que nosotros presionáramos para continuarlo. Me quedó claro, semanas después que se trataba de una presión de sectores que impulsaban la instalación de la Mesa de Negociación y Acuerdos.
Por otro lado, es público y notorio que no hubo apoyo suficiente del sector empresarial, bancario y comercial, solo los centros comerciales y pequeños comerciantes e industriales se sumaron. Tampoco aparecieron los sindicatos, nada en el transporte, nada en la construcción, nada en lo textil y muy débil en general. Resulta maniqueo, tratar de cargar sobre los ex de PDVSA una responsabilidad que no corresponde. Nos sumamos y asumimos nuestra decisión, al final fuimos botados, humillados, perseguidos y robados, ante la mirada cómplice de sectores políticos que estaban a la sombra, esos que en los éxitos cobran y en las derrotas también.
Rechazo esa afirmación de Carlos Fernández porque no es cierta, aun cuando respeto sus opiniones.
Horacio Medina
Me parece interesantísimo y conveniente que nos llegue esta información. Me gusta que nos ayuden a quitarle la máscara a varios... La marcha del 30M confirma parte de lo que acá se dice. Me gusta más aun que Horacio dé su versión, para que los lectores tengamos los 2 puntos de vista.
Con lo que no estoy de acuerdo es con la frase: "No se deberían realizar elecciones mientras verdaderamente no se depure el padrón electoral y las autoridades. ". Esto no va a pasar... necesitamos darle a los venezolanos que aun estamos en Venezuela, y a los que quieren volver, esperanza. Y la única luz que vemos son las votaciones. Todos los que estanos en contra de este gobierno debemos motivar a que los nini, los decepcionados; los abstencionistas voten. Y frases como esta les da la razón para no ir a votar... Por favor, ayúdennos a que las próximas elecciones sean contundentes... no podemos caer en el mismo error de regalar la asamblea a los rojos rojitos. ..
Me gusta, lo vi y leí completo, fué importante volver a compartir momentos con Carlos Fernandez, de la Cámara de Transporte a Presidente de FEDECAMARAS, él representante empresarial, yo, como funcionario del MTC, ahora esas relaciones no existen.. ¿para qué?
Celia Benchimol Albo
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