Mientras la muerte hace cabriolas
sobre nuestro país, la casta
política, esa que todavía tiene hinchas
furibundos de dermis muy sensible y vocabulario frondoso que conforman sus
comandos virtuales y semiológicos, se empeña en hacer de las suyas. Por los
vientos que soplan nuestros egregios dirigentes pretenden seguirse repartiendo
el país según sus conveniencias y malasmañas. Sin embargo, creo que han estado
contando los pollos antes de nacer. Es muy interesante que este martes 31 de
marzo Elliot Abrams escriba en The Wall Street Journal que el Departamento de
Estado de Estados Unidos le propone a Maduro y Guaidó que se aparten y den paso
a unas elecciones libres.
Este planteamiento viene una semana
después del anuncio de recompensa hecho por la captura de la élite rojita, la
supuesta entrega del general Cliver Alcalá, mientras comienza a circular
información sobre un supuesto Cartel Del Zulia. Hablo de supuesta entrega por
varias razones, la primera es la absoluta ruptura del protocolo en el momento
de su entrega a los organismos estadounidenses. No vimos esposas, ni cadenas,
ni nada de lo habitual en estos casos que son parte de una serie de reglas que
se siguen a rajatabla en estos casos. Mi sorpresa fue también compartida por
viejos zorros del mundo policial y de inteligencia en varios lugares. Ahora,
creo que a efectos de mantener mi línea de cronista de estos tiempos, es decir
reseñando las cosas que a nuestro alrededor ocurren, es bueno hacer algunas
precisiones en torno al señor Alcalá Cordones, “el bueno” como le gustaba a él
mismo decir luego del intento de golpe de estado que encabezó Chávez en febrero
de 1992.
Cliver Antonio es el arquetipo del
camaleón que sabe cuándo y cómo mimetizarse en el entorno que le rodea.
Egresado en 1983 de la Academia Militar de Venezuela, ocupó el décimo lugar en
la promoción León de Febres Cordero. Entre sus compañeros de promoción
estuvieron Hipólito Izquierdo, recordado general presidente de CORPOELEC al que
Chávez destituyó por teléfono en llamada hecha de madrugada a VTV; también
Wilmer Barrientos, quien fue jefe de la Casa Militar, rector de la Universidad
Experimental de la Fuerza Armada, ministro del Despacho de la Presidencia y
Seguimiento de la Gestión de Gobierno, ministro de Industrias y jefe del
Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; otros
fueron Luis Enrique Arzolay, José Francisco Acosta Carles (tercero de la
dinastía), Hebert García Plaza, y en el lugar sesenta su hermano Carlos
Antonio.
Cuando la intentona ya mencionada en
1992 era comidilla del mundo militar como el ahora preso en tierras del Tío Sam
hacía ascos de su hermano. Luego de la intentona cuando se presentaba y algún
oficial superior le decía: ¿Usted es Alcalá Cordones? Su respuesta rauda era:
“¡Yo soy el bueno! Porque el malo es el otro, y yo no sabía nada de eso”. Sin
embargo, no tuvo reparos para recostarse de su hermano una vez que el sepulto
llegó al poder en 1998 y así lo vimos mantenerse girando, y medrando, alrededor
de la plaga roja. Sus labores de cortesano dieron fruto puesto que siguió
ascendiendo en la jerarquía verde y ocupando diversos cargos de
responsabilidad. Muchos aún lo recordamos como jefe del desfile militar llevado
a cabo en Los Próceres con motivo del 20 aniversario del golpe fallido del 4 de
febrero.
Este personaje, que hasta hace poco
vimos ensalzado por “la oposición”, es el mismo que en el año 2011 fue incluido
en la llamada Lista Clinton, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por su pertenencia al llamado Cartel de los
Soles. Vale recordar que en febrero del
2013, cuando todavía era militar activo, fue cuestionado por las comunidades
indígenas de Guayana. En esa oportunidad los pemones denunciaron el
hostigamiento militar a que eran sometidos por instrucciones suyas. Los voceros indios informaron que rechazaban
“actuación abusiva” del Ejército, y exigían la destitución de Cliver Antonio, a
quien declararon persona no grata y “enemigo número uno del pueblo Pemón, especialmente
de los miembros de las comunidades aéreas”. Afirmaban que él no escuchaba sus
planteamientos, y “nos ha afirmado de una manera altanera, grosera, abusiva e
incluso amenazante… que lo de él es acabar con la minería y las actividades que
él considera como las conexas antes del 5 de julio fecha en la cual va al
retiro.”
Lo
cierto es que el señor Alcalá pasó a retiro y en el año 2015 anunció su ruptura
con el gobierno rojito. En mayo de 2016 apareció en Globovisión, donde reveló
que no hablaba con Diosdado Cabello desde el 5 de julio de 2013 cuando
conversaron sobre su futuro: “Me ofreció cargos de embajador”. Para algunos fue curioso que siendo amigo de
Miguel Rodríguez Torres, quien igualmente marcó distancias con Maduro y su
combo pero terminó en prisión, él no y terminó supuestamente exiliado en
Colombia. Para muchos fue sorpresa, para otros no, verlo aparecer desde la
hermana república apoyando al presidente encargado y explicaba: “Tengo un
liderazgo construido durante 34 años en las FF.AA. Como no hay voces que
defiendan a los presos políticos militares, recibo múltiples llamadas de
oficiales efectivos y en retiro, descontentos por la actuación de Maduro y sus
secuaces”, para más adelante asegurar: “La única institución legítima en el
país es la Asamblea Nacional, la única que no está bajo el control de Maduro.
El señor Guaidó representa un interinato como presidente y todos apoyamos que
concrete ese objetivo que se planteó”.
Por
supuesto que esas y muchas otras palabras del disidente rojo fueron diseminadas
por los opositores. Todavía usted puede encontrar en los buscadores de internet
frases como: “Lea la solicitud de Cliver Alcalá a Juan Guaidó que estremeció
las redes”, y cuando se entra a la dirección que lleva a dicho documento
aparece: “Esta página no está disponible. Es posible que el enlace que
seleccionaste esté dañado o que se haya eliminado la página”.
Todas
estas maromas, que pretenden revestir de peripecias, del reseñado general
empezaron a hacer aguas cuando aparecen en territorio colombiano unas armas
supuestamente destinadas a labores insurreccionales en Venezuela bajo su
batuta. Y el muy honorable estratega lo primero que hace es delatar al supuesto
jefe de la asonada: ¡el inefable encargado!
De no ser tan delicado y serio lo aquí tratado es para reír a mandíbula
batiente. Un jefe operativo de conspiración que convoca a los medios para
revelar quién está al frente de la conjura… ¿Es que hay quien los pueda tomar
en serio a cualquiera de todos ellos? Repito, de no ser por la tragedia que
vive Venezuela este sainete de mal factura y peor puesta en escena sería para
desternillar a cualquiera. A la par de
toda esta última trapisonda el gobierno de Estados Unidos le pone precio a su
cabeza, diez millones de dólares, y reitera su señalamiento de ser parte del ya
mentado Cartel de los Soles, al que ahora un brillante “analista” relaciona con
la figura de Chávez, ya que, según él, era alrededor del sepulto que giraban
todas las operaciones narcóticas del grupete de traficantes verdes.
Punto
aparte merece el hecho de que nuestro mentado conspirador está casado con Marta
González, hija de Eudo González Polanco, muerto en 2004 en Bejuma, estado
Carabobo, durante una operación policial. Doña Marta es sobrina de Hermágoras
González, supuesto capo colombiano y esa boda significaría la unión de los
carteles de la droga y el de los soles.
Nada
de lo que aquí escribo es secreto, todas son informaciones públicas y, por
ende, sabidas por todo aquel medianamente informado. ¿Alguien podría explicar al país qué hacía un
personaje con semejante palmarés vinculado a la oposición? Se repite la
historia sobre la cual hemos alertado en repetidas oportunidades un grupo de
voces que no comulgamos con candideces tales como el diálogo, elecciones y
demás zarandajas de similar tenor. Bien
lo dijo hace muy poco el tocayo Coronil Hartman: “Ni olvido ni perdón. Aquí no
vale la historia de empezar de borrón y cuenta nueva en un "gobierno de
emergencia nacional" porque el narcorégimen nos ha infligido la mayor
humillación, el mayor dolor y la máxima destrucción. Basta! Sólo exijamos
justicia con mucha firmeza”.
Al
son que marcan algunos, y que se pretende bailemos sin chistar, pronto tendremos que ir a la plaza a darle
vivas y rendir pleitesía, cual La Dolorosa o el Santo Sepulcro, a los
iluminados tipo Claudio Fermín o Enrique Ochoa Antich. Bien demuestran lo mucho
que les importa los pecios de nuestro país.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Estiomado Alfredo Cedeño:
Solo justicia...Hermosa frase de dos palabras...Podemos tomarla como un deseo, como una intención o simplemente como plegaria. Lo importante es poder ponerla en práctica. Tarea muy difícil, -tal vez imposible- de llevar a buen puerto.La vulnerabilidad de las democracias es un vector común de Sud América. Como un síndrome de precariedad y mediocridad en el alistamiento político, forma como un velo en la visión de las clases mas numerosas y menos ilustradas. A las clases mas elevadas les importa un comino los dislates de lso gobiernos..Ellos siempre hacen su agosto en enero. La clase media, también dividida, lucha en soledad para mantener su status. Y así sigue el círculo vivioso...No hay unión, nadie amerita un coheficiente digno para una candidatura. De esto resulta la falta de metas comunes y específicas,.."Divide y reinarás" dice el axioma, perentorio y falaz. Y asi seguimos estimado Alfredo...Buscandfo en las playas el allfiler que perdimos en el monte. Alguien dijo:Dios proveerá...¡¡QUE SEA PRONTO!!
JUAN ANGEL PETTA - Argentina
Deja mucho que pensar eso del traslado a EEUU y va con la tripulación como si fueran amigos. Huele a quemado..te diré conmigo no cuentes para rendir pleitesía a esos locos. Y Guaido se quedó como muerto .nadie sabe quién es doble cara aquí.
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