eran aspas de un molino verde para el viento
y gemido sin aspavientos de la mañana gris,
serán ocres sellos desintegrados en el suelo
o mudo polvo molido por zapatos y sandalias,
pero ahora son una lluvia de estrellas danzando
entre los trinos pegajosos de los turpiales.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
¡Hermoso!
Lola.
!Qué bonito, es un placer renovado poder leerte!!!
Tengo una vieja palta frente a mi escritorio que es muy similar a la que muestra tu poema. Un abrazo grande.
andre laplume.
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