Larga noche de miedos en plenitud
con truhanes en cada bocacalle
para segar ciudadanos que caminan.
Mi ciudad es una trampa desoladora
a la que insistimos en aferrarnos
convencidos de su
pronta restauración.
Sombras que no son eternas
y que la mañana
desnudará limpia
colocando angustias en las luces de un taxi en fuga.
© Alfredo Cedeño
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