A Marcos Coello.
No hay parpadeo que le angoste la mirada
y su pupila vigila candorosa,
el pico amaga un gesto amargo
de tristezas con vuelos entrecortados,
el plumaje agarró su tono de esta tierra
y esa suavidad esconde firmeza de hierro,
el pichón no tiene miedo a volar
sabe que en sus alas acampa la libertad.
© Alfredo Cedeño
2 comentarios:
Amigo Alfredo, soy el padre de Marco Aurelio Coello, y aunque aun no tengo el gusto de conocerte personalmente, te agradezco de corazón el valioso tiempo y tus acertada metáfora que dedicas a mi amado hijo, dibujando con ellas y el simil con los naturales gestos del inquieto pajarillo, parte de la conducta y actos reflejos que ha debido desarrollar un joven de escasos 18 año, ante la aberrante injusticia que lo tiene prisionero en cuerpo, más no en alma ni en espiritu. Ciertamente
Gracias amigo Alfredo, aunque aún no tengo el gusto de conocerte, reconozco tu acertado paralelismo metafórico entre los naturalez gestos del Gorrión y acto reflejo que ha debido desarrollar mi hijo Marco Coello, ante la aberrante injusticia de privarlo de su Libertad por actuar al amparo de nuestra Construcción.
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