Dejé una vereda entre los dolores
y salí dejando atrás las nauseas
con aromas de jazmines en su fosa.
Planté mis ganas en la calle nuevamente
y fui reconociendo el aliento tibio
de los tulipanes en tus ancas feroces.
Encontré cómo avasallar los miedos
y pedante supe hacer que la humildad
fuera una princesa que me subyugara.
Y en una pantalla sin candilejas ocres
la palabra reclamó su territorio agraz
donde nunca sabe cómo consumarse.
© Alfredo Cedeño
3 comentarios:
Te Extraño.....tanto!!
Te extraño carajo!! no entiendes eso?cuanto más durará tu ausencia...
Sigo sin entender tu ausencia...
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