viernes, octubre 29, 2021

SIQUIERA SIMULEN…


                 Hay palabras cuyos significados han vivido unas mutaciones insólitas. Los ejemplos son más que numerosos, pero hoy quiero detenerme en cínico. Usted consulta el mataburros de la Real Academia Española y encontrará: “Dicho de una persona: Que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas.” Estoy seguro de que muchos de ustedes conocen el origen de la palabra, pero en ayuda de aquellos que no están al tanto hago un breve recuento.

            El cinismo fue una escuela filosófica que comenzó en la segunda mitad del siglo IV antes de Cristo, su fundador fue Antístenes pero fue Diógenes de Sinope, con sus gestos, quien la hizo permanecer en la tradición oral. Esta escuela se propuso reinterpretar la doctrina socrática, sus discípulos plantearon que la civilización y su forma de vida era un mal, aseguraban que la felicidad venía dada siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza. Entre sus más notorios discípulos estuvieron Hiparquía, una de las primeras filósofas, Crates de Tebas y Menipo de Gadara. Despreciaban las riquezas y toda posesión material. Aseguraban que el hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz.

            Los hicieron famosos sus excentricidades, destacando en eso Diógenes. En torno a esta figura se han conservado muchas anécdotas, siendo las más referidas las que tocan en cómo trató a Alejandro Magno al conocerlo.  Tal parece que el encuentro se produjo en ocasión de unos Juegos Ístmicos, como llamaban unos encuentros culturales panhelénicos de la Antigua Grecia, y que tenían tal denominación porque se celebraban en el istmo de Corinto, en honor de Poseidón. Aseguraba la tradición oral que el renombre del pensador era de tal vuelo que el hombre más poderoso del mundo en ese momento quiso conocerlo. Aseguran que era una mañana en la que Diógenes absorto, sabrá Dios si pensando en las piernas de alguna dama, o tal vez en cómo iba a hacer para su próxima comida,  mientras tomaba sol fuera del gimnasio que estaba a las afueras de Corinto.  En medio de sus pensares, súbitamente se vio rodeado de una muchedumbre. Como bien han de saber los jalabolas no son una especie de nueva data.

El guerrero llegó hasta el filósofo y le dijo: Soy Alejandro. El otro lo vio con cara impertérrita y le dijo: Y yo Diógenes, el perro. Podrán imaginar el asombro de los aduladores, sin embargo Alejandro le dijo:¿Por qué te llaman Diógenes, el perro? La respuesta fue instantánea: Porque alabo a los que me dan, ladro a los que no me dan y muerdo a los malos. Otra grizapa, pero Alejandro, que tampoco era una pera en dulce, trató de sobornarlo y le soltó: Pídeme lo que quieras. El hombre respondió: Quítate de donde estás que me tapas el sol. Eso hizo trastabillar al todo poderoso y su soberbia le hizo preguntar:¿No me temes?  Diógenes dijo: ¿te consideras un buen o un mal hombre? Ni pendejo Alejandro dijo: Me considero un buen hombre.  Y la respuesta fue: Entonces... ¿por qué habría de temerte? Los que les rodeaban empezaron a cuchichear hasta que el soberano alzó las manos y aseguran que dijo: ¿Saben algo? Si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes. 

Cierto o n o el episodio, es una estampa que se ha repetido por los siglos de los siglos como ejemplo de lo que fueron los cínicos iniciales. Los malabarismos de la lengua son inexplicables, y sabrá Dios en qué momento aquellos críticos acerbos se convirtieron en los de estos días. Por ejemplo, recuerdo a un Chávez de voz engolada y gesto adusto arreándole a los ricos y pontificando con aquello de que ser rico es malo... mientras en su muñeca lucía un reloj de esos que ni usted ni yo podemos comprar nunca. Esa cantaleta es la misma que han repetido todos ellos, mientras los vemos como cada día engordan más y más, mientras uno se pregunta cuándo es que van a explotar. ¿No ven a Diosdado? De aquel muchacho flaco, que hasta cara de estar llenos de lombrices tenía, a ese bojote bamboleante y gritón que anda por ahí con un garrote hay un abismo. ¿Y Nico? De ese mejor ni hablar.

Aunque tampoco puedo dejar de ahondar en semejante espécimen. Basta con ver el video con su verborragia habitual, soltando eructos y regüeldos, pero ahora anunciando que el próximo 21 de noviembre se producirá una “gran victoria de la democracia.” Debe decirse en honor a la justicia, que de él no se podía esperar otra cosa. Lo lamentable es el coro que le hacen los militantes del Partido del Rascabucheo Nacional exigiendo el compromiso con unas elecciones irritas desde todo punto de vista. No faltan los herederos tropicales de Catón que exigen respeto al sufragio y, con gesto compungido, lamentan que se descalifique a las comadres celestinas de la mojiganga electoral. 

Achacan a Diógenes la frase: Sólo hay un dedo de diferencia entre un sabio y un tonto. Los dedos, por lo visto, ahora sobran porque sabio, lo que llaman sabio, bien se ve que no hay ni para un remedio; ahora tontos los hay a espuertas escoja usted al que se le antoje. ¡Y cuidado se contamina! Porque la pendejera es lo más contagioso que el ser humano haya podido engendrar.

 

© Alfredo Cedeño  

viernes, octubre 22, 2021

¿VOTAR? NO…




            Hay por ahí todo un corro de comadres fervorosas esgrimiendo cualquier cantidad de excusas para acompañar al régimen, y a sus comparsas “opositores”, en su sainete electoral del próximo mes. Se golpean el pecho vociferantes, ofrecen ir en peregrinación de rodillas hasta el altar de Nuestra Señora de la Sumisión, porque La Patria así lo exige. Lo dicen con los ojos extraviados y virados hacia arriba, cual si estuvieran en medio de un orgasmo, o quizás poseídos por uno de los arrebatos místicos de Santa Teresa en éxtasis.

            Hay un cuerpo de requisitos que se podrían poner en práctica, pero nones. Por ejemplo, cuando se plantea el retorno al voto manual, las comadres y los “expertos” nos ven por encima del hombro y nos tildan de cavernícolas. Suelen decir algo así como: “No saben de lo que hablan,  pretenden regresar a la prehistoria del voto”. Muy bien, aceptemos que somos unos sucesores de Trucutú y que somos los trogloditas que aseguran somos. ¿Acaso no ha regresado el país a la prehistoria, bajo la égida de estos asnos que nos gobiernan y sus cómplices que se erigen como los próceres de la oposición?

            Ahora bien, sarcasmos aparte y en aras de los que, cada vez más, creemos que este próximo proceso electoral es una verdadera faramalla gubernamental, quiero hacer algunas consideraciones. Comienzo por citar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, de 1948, cuando estableció en su artículo 21: “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se  expresará mediante  elecciones  auténticas que habrán de  celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”. ¿Este será un proceso auténticamente universal en el que podrán participar todos los ciudadanos? ¿Estas son elecciones auténticas? ¿Realmente es una votación secreta? ¿Se puede garantizar que no se podrá determinar por quién votó un ciudadano en particular? ¿Está plenamente garantizada la libertad de voto en Venezuela?

            También quiero traer a colación la Carta Democrática Interamericana, aprobada el 11 de septiembre de 2001, en sesión especial de la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos en Lima, Perú, en su artículo 3, estableció: “Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos”.  Aquí las preguntas crecen exponencialmente. Pero solo hago las siguientes: ¿Hay separación de poderes públicos en Venezuela? ¿Son periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto las elecciones venezolanas?

            Como tercer punto en esta ocasión quiero recordar algunos números del bendito Registro Electoral Permanente –REP– que para el año 2011 tenía 18.406.244 inscritos, cuando la proyección histórica era de 16.847.203. Al año siguiente las cifras del mencionado registro superó los 18.900.000 electores inscritos.  Y cito estas cifras porque en el año 2005 el Consejo Nacional Electoral –CNE– permitió ser auditado por el Centro de Asesoría y Promoción Electoral –CAPEL­–, un programa especializado del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, creado en 1983 y  con sede en Costa Rica.  En dicho proceso se incluyó un módulo de COTEJO DE ACTAS DE NACIMIENTO, les transcribo lo descrito por CAPEL: “Cuando se obtuvo el nuevo listado en forma individualizada por cada caso, con los datos provenientes de ONIDEX, se constató que del total de la muestra, 5.571 casos contaban con la información solicitada completa; 6.696 no la tenían o no era claro el lugar de inscripción del nacimiento y quedaban pendientes de entrega por parte del CNE 533 casos rezagados por el proceso de búsqueda de la información”. En otras palabras, el combo CNE-ONIDEX no encontró manera de justificar 56,48 % de los casos de la muestra solicitada. Si eso fue dieciséis años atrás, ¿cómo será el desastre en estos días que estos jenízaros han hecho y deshecho el escenario electoral como les ha dado la real gana? ¿De verdad hay alguien que crea que se puede, y debe, participar en semejante fraude?

            Está bien que algunos personajes, de vergonzoso porte, crean que se debe participar, pero tratar de imponernos  la participación para apuntalar sus miopes pasos hacia el barranco electoral es el colmo. Está bien, repito, que sean pendejos, pero no pretendan que los demás también lo seamos.


© Alfredo Cedeño  

viernes, octubre 15, 2021

EMPEÑOS REITERADOS


Mientras trabajo en los textos de un autor que me solicitó los revisara, necesito cotejar algunos enunciados que plantea en sus páginas con lo dicho por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association, en su quinta edición.  Al revisar semejante cartapacio, con más de mil páginas, encuentro lo siguiente: “La posibilidad de una conducta suicida existe durante todo el tiempo que duran los episodios de depresión mayor. El factor de riesgo que se ha descrito de manera más sistemática son los antecedentes de intentos o amenazas de suicidio”. ¿Conocemos acaso mayor depresión que la vivida por nuestro país entero?

No tengo tiempo al escribir estas líneas para llamar a varios amigos psiquiatras y psicólogos para intercambiar opinión, y elaborar una definición para aquellos que invitan, o ayudan, al sostenimiento de estadios de depresión mayor.  Yo, profano confeso y manifiesto, los tildo de proxenetas y alcahuetas, teniendo por tales a aquellos que se empeñan en prostituir a Venezuela para beneficiarse de tales menesteres.

La última de tales prácticas, poco lícitas por donde se mire, puesto que incitan al delito a los votantes, es el llamado a las urnas del mes venidero. Es indignante, por decir lo menos, la actitud asumida por los “próceres” de la mal llamada oposición, cuando más bien deberían llamarse apóstoles  de la ayuda al gobierno. La entrega a las malandradas gubernamentales es un bochorno, lo cual poco les importa. Ya ni vergüenza tienen. Por eso no dudan en dar empujones para ser los primeros en entonar, cual versión criolla del Mariachi Vargas, su versión del jarabe tapatío, y cantan algo como: En México se baila el acuerdo, / como pocos lo saben bailar, / al compás de arrumacos y trampas, / en noviembre se va a votar.

Han sido incapaces de lograr alguna medida que pueda realmente garantizar que tales comicios sean medianamente transparentes. Hace varios años ya que, al equipo de Caprilito, se le hizo llegar una serie de recomendaciones, entre las cuales hay veintiuna que son fundamentales, para lograr desmontarle al gobierno su fábrica de trampas electorales. Se las comparto: Eliminar las máquinas captahuellas, que son un elemento de coacción al elector. Sacar del juego las benditas laptops que permiten conocer en tiempo real los resultados en cada centro electoral del país, porque ella le impediría al PSUV y el gobierno saber dónde puede hacer irregularidades de todo orden.  Hay que comunicar a los miembros de mesas, testigos y ciudadanos la vital importancia de la certificación ciudadana el día de las elecciones. Se debe revisar y verificar la confianza política de los testigos y emplear criterios auditables de adiestramiento y cobertura.  La quinta recomendación es fundamental: Abrir el 100% de las urnas electorales y verificar el resultado del acta de escrutinio frente a las papeletas de votación antes de la transmisión. No reconocer tempranamente ningún resultado sin tener una muestra significativa de las auditorías de verificación ciudadana.

Otro punto es exigir una auditoría independiente del Registro Electoral para determinar su grado de confiabilidad. La directiva del Consejo Nacional Electoral debe ser presidida por un independiente electo de común acuerdo por ambas partes. Tener presencia a tiempo completo de actores de la oposición en todas las áreas operativas del CNE. Restituir la Fiscalía de Cedulación. Eliminar la milicia como parte del Plan República. Establecer un mecanismo de selección de Coordinadores de Centro, Operadores de Máquina y Miembros de Mesa, junto a los partidos de oposición. Exigir la publicación digitalizadas de las Actas de Verificación Ciudadana. Revisar la plataforma tecnológica de recolección de información de los testigos de mesa. Constituir grupos técnicos de análisis de ingeniería de centros por estado, para diseñar estrategias de control electoral. Buscar explicaciones razonables a las incoherencias detectadas en muchos de los centros electorales nuevos.  Llevar a cabo una reforma constitucional que restablezca la presencia de los partidos en el CNE así como su financiamiento público. Reformar las leyes orgánicas del poder electoral y de procesos electorales. 18Revisar los “Logs” de transmisión de los computadores electorales y los servidores de totalización. Implantar mecanismos de voto verificado para que cada elector pueda validar si su voto fue contabilizado correctamente.

La propuesta final es instalar un software “network sniffer” en la red de transmisión de datos. Les explico: ese programa no es otra cosa que un analizador de protocolos, un programa de captura de las tramas de una red de computadoras, y en este caso permitiría monitorear la maraña electoral para detectar cualquier intento de modificar la data transmitida.

Insistir en acudir a unas elecciones a todas luces viciadas, es ir al degollamiento masivo de lo que queda de país. Sería un acto alevoso de inducción al suicidio colectivo, del cual serán responsables esos mismos personajes que luego querrán desdibujarse en los escenarios que tanto les gusta copar.

 

© Alfredo Cedeño 



viernes, octubre 08, 2021

MASACRE ELECTORAL


            Comenzaba la década de los setenta del siglo pasado cuando el mundo dio un giro que pocos podían imaginarse en aquellos días. El orbe entero fue afectado de una u otra manera, Venezuela no fue la excepción. Nuestro país vivió su propia versión de la Cucarachita Martínez cuando, súbitamente, se encontró con un chorro de dinero entrando a las arcas nacionales cada día con mayor fuerza y cantidad. Todo había comenzado en el llamado Medio Oriente. En aquellos exóticos escenarios, territorio de cabras y camellos, arenales infinitos y pobreza proverbial, se produjo la llamada Guerra de Yom Kipur, nombre que dieron al conflicto bélico árabe-israelí que libró la coalición de países árabes, liderados por Egipto y Siria, contra Israel entre el 6 y el 25 de octubre de 1973.

            El mundo occidental, con Estados Unidos a la cabeza, cerró filas con el estado judío, y ello condujo a que los adoradores de Alá, el 16 de octubre de ese año, que formaban parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, además de Egipto, Siria y Túnez,  anunciaran que no exportarían más petróleo a aquellas naciones que habían apoyado a Israel. Los precios del hidrocarburo dieron un salto que ni un burro aguijoneado de tábano, fue así como el país entero comenzó, cual Cucarachita Martínez, quien había encontrado la moneda de plata barriendo el sótano de la cueva donde vivía, a ver qué hacía con semejante caudal. Bien lo relató Antonio Arráiz, la lista de pretendientes era inmensa, pero ella optó por Ratón Pérez que fue el que le habló bonito. Venezuela, en irónico guiño a la historia original, escogió como presidente de la República en el momento de encontrarse con aquella inesperada bonanza petrolera a Carlos Andrés Pérez.

            El cuento original dice que luego de casados Cucarachita Martínez y Ratón Pérez, dieron un agasajo y en medio de las fiestas nupciales el novio cayó en una olla de chocolate hirviente. Cualquier parecido con la historia nacional, tal como señalaban las viejas novelas, es mera coincidencia. La Cucarachita se dedicó a llorar y sentir a Ratón Pérez, y hasta ahí llegó la historia de Arráiz, mientras que Venezuela, como buena viuda de estos tiempos se dedicó a buscarle reemplazo a Pérez. Todos saben lo que terminó ocurriendo, y todo el país ahora lo siente y lo llora, pero sin dejar de tener sus amores pasajeros. El país, como a la Cucarachita, cuando recién había descubierto su riqueza, la han rondado todo tipo de vagabundos y aprovechadores, todos se han afanado en ofrecerle villas y castillas, todos se proclaman el partido ideal, no hay uno que diga las cosas con realidad.

            La fila de pretendientes ha modificado sus ofertas y promesas según el viento que sople. Por ahora los aspirantes, todos, le ofrecen con insistencia digna de mejores causas las elecciones como nuevo Paraíso donde van a estar felices por los siglos de los siglos. Todos se han puesto sus mejores galas para anunciar con voz de toro en celo que solo las votaciones pueden hacer que hasta Ratón Pérez resucite.

            El escenario político del planeta se ha convertido en una gran paila donde todos los miembros de las castas locales acuden a solazarse, mientras comparten recetas de los diferentes tipos de guisos que  se pueden hacer. Y los “opositores criollos”, que suelen acudir regularmente allí, señalan que en las elecciones venideras, será de donde vendrán los observadores que garantizarán unos comicios pulquérrimos. A la postre, en las próximas elecciones, Venezuela será el destino preferido de los fanáticos del turismo electoral que tanto abundan. Lo que habrá será una masacre electoral que se llevará a cabo bajo la mirada alcahueta, cuando no cómplice, de los miembros de las sectas políticas de distintos continentes. Sobran los eternos celestinos que le exigen a Venezuela se comprometa con cualquiera de los miembros de semejante reata de bestias. Hablan de los “expertos electorales” que velarán por el ejemplar desempeño del proceso. A ver, queridos animales, ¿cuántos especialistas en ciberseguridad hay en la misión de observadores electorales? La verdadera vigilancia esta en aquellos capaces de establecer un conjunto de procedimientos y herramientas que protejan la información que se genere y procese en las máquinas electorales, así como de computadoras, servidores, dispositivos móviles, redes y sistemas electrónicos que estarán involucrados en las venideras elecciones.

            Ya hablan de las auditorías que se llevarán a cabo, ¡Oooh!... Y todas se harán en mesas de Lagunita, San Ignacio y alguna de Chacao. Pero, ¿qué pasará en las barriadas más populares de las principales ciudades, y en los pueblos más lejanos? Quiero recordar que International Statistical Review, publicación del International Statistical Institute, fundado en 1885, la organización más antigua y con más prestigio en cuestiones estadísticas a escala mundial, publicó varios años atrás el trabajo: A Statistical Approach to Assess Referendum Results: the Venezuelan Recall Referendum 2004  (Un método estadístico para evaluar resultados de referéndum: el referéndum revocatorio venezolano 2004). En dicha investigación, para citar un ejemplo, utilizando la data suministrada por el propio Consejo Nacional Electoral (CNE), se encontraron centros electorales, con cinco mesas, en las cuales se producían sustanciales diferencias en los resultados de una y otra estación para votar. Y como me han dicho varias voces expertas en el área: “Es absolutamente imposible, desde el punto de vista matemático y estadístico, que tengas en el mismo sitio un escrutinio donde la oposición obtenía 60% y en otro 40%. ¡Eso si es una demostración de una irregularidad!, y es donde al aplicar lo que se conoce como un test de medias, se comprueban las anomalías. Y se dieron muchos centros de votación con cifras similares”.

            ¿Hay todavía quien se deje seducir por el coqueteo del voto? Lo que si hay es un mar de pretendientes que siguen deslumbrados con la riqueza fácil del petróleo y no ven la hora de ponerle la mano a la gran ubre nacional.

 

© Alfredo Cedeño  

viernes, octubre 01, 2021

LA MISMA MIASMA

      A comienzos del siglo XIX, el médico danés Hans Christian Oersted, quien había decantado su formación académica hacia la investigación en el área de la física y la química, demostró que colocando una brújula cerca de un cable por el que circulaba electricidad se cambiaba su indicación, y se situaba perpendicularmente al flujo eléctrico. En otras palabras: la electricidad producía los mismos efectos que un imán. A partir de este descubrimiento el francés André-Marie Ampère estudió la relación entre magnetismo y electricidad, lo cual le permitió encontrar que la dirección que toma la aguja de una brújula depende del sentido de la energía eléctrica que circula cerca, y a partir de ello estableció la llamada regla “de Ampère”: un hombre está acostado sobre un cable conductor; la corriente, que va por convención de más a menos, lo atraviesa de pies a cabeza; mientras observa una aguja imantada. El polo norte de esta aguja se desplaza entonces a su izquierda.            

           Este brevísimo resumen fue lo que llevó a establecer aquel apotegma de: Los polos opuestos se atraen. Desconozco si en el mundo de la física se ha profundizado más en el tema, porque esa disciplina ha estado con sus ojos fijos en la teleportación cuántica, la creación del primer condensado de Bose-Einstein, la aceleración de la expansión del Universo, la prueba de que los neutrinos tienen masa y el bosón de Higgs. Sin embargo, estoy convencido de que en cualquier momento alguna investigación demostrará que no es que los opuestos se atraen, sino que son lo mismo y siempre van en la misma dirección. Hay expresiones de ello, fundamentalmente en el ámbito humano, pero manifestándose de manera contundente en la esfera política.

            ¿Lo dudan? Permítanme poner algunos ejemplos. ¿Acaso hay algo más parecido a un revolucionario de pelo en pecho que un reaccionario de escapulario al cuello? Usted escribe o dice algo que a los monigotes chavistas maduristas no le gustan y, de inmediato, te acusan de agarrarte de los temas para volcar tu odio; si el ejemplo que utilizas es alguna expresión artística entonces sueltan, con aires de académicos ultrajados aquello de: el arte une a la gente sin distingos de clases ni ideología. Si se le ocurre decir algo de esa manada de hienas que se llaman “líderes opositores”, entonces eres un instrumento que usas la narrativa del gobierno. ¿Se dan cuenta de cómo van en la misma dirección ambos flujos de energía?

            Quiero ponerles otros dos ejemplos. Uno de aguas afuera, en la amada España, donde ese saco de malas mañas, peores olores y bolsillo amplio, llamado Pablo Iglesias se pasea como gallito altanero empeñado en hacer tragar su “progresismo” a como dé lugar. Este mamarracho con ínfulas de personaje acuñó la frase “jarabe democrático” para justificar las agresiones a diferentes dirigentes opositores; incluidas mujeres, como hizo contra Rosa Diez en octubre de 2010, en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Políticas de la universidad Complutense. Hace pocos días él era la estrella de  un jolgorio que tenía montado el Partido Comunista Español en Vistalegre, Madrid. ¡Oh sorpresa! En medio de sus sacras palabras un grupo de asistentes le gritó: “¿dónde está el cambio?, ¿dónde está el progreso?”. Las reseñas de los distintos medios divulgaron que “La actitud de estas personas obligó a intervenir a los equipos de seguridad”. Luego de la actuación de los esbirros ñangaras, el zarrapastroso regresó más altanero  y agradeció “al servicio de orden, proteger el espacio de diálogo; es una obligación militante”. A manera de colofón de su introducción de retorno soltó: “los que regalan titulares y clics a los medios de ultraderecha española no son más que provocadores que merecen toda la contundencia de la militancia popular y comunista”.

            El otro ejemplo que quiero traer a colación es uno revelado hace poco por esos devotos de la comunicación, casi rayan en una labor de apostolado informativo, que conforman el portal Armando Info, quienes son una verdadera piedra en el zapato para tirios y troyanos. Ese centro informativo reveló, datos y cifras en mano, en un contundente reportaje firmado por Marcos David Valverde las relaciones de cierto sector de la “oposición democrática venezolana” con cierto querubín centroamericano.  Respecto a este pichón de sátrapa con apellido de tirano africano, el periodista salvadoreño Óscar Martínez, jefe de redacción del diario digital El Faro, ha escrito: “El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, no va a detenerse en su ejercicio del poder absoluto. De hecho, en las últimas semanas, Bukele ha acelerado su carrera para desmantelar el Estado de derecho salvadoreño”. Al lado de semejante joya está una vasta corte de venezolanos provenientes de Voluntad Popular, entre otras organizaciones, que otrora han clamado por su apoyo a las luchas que buscan el retorno de la normalidad democrática en Venezuela. La cofradía de asesores en Centroamérica proviene de Futuro Presente, y que tal como explica Valverde es “una organización no gubernamental concebida para “promover la formación y la participación en el marco del liderazgo responsable, el trabajo en equipo, el ejercicio de la ciudadanía y la defensa de los Derechos Humanos”. También revela el autor que Yon Goicoechea, es uno de sus fundadores. Pero, y aquí viene un trozo que les copio textualmente: “La lección mejor aprendida por la militancia de Voluntad Popular, al menos en cuanto al trato con la prensa, fue el del hermetismo. “En Futuro Presente, los cursos que nos daban tenían un lema: la entrevista es para exponer tu mensaje, no para responder las preguntas”, recuerda un ex militante del partido en el estado Bolívar”.   En pocas palabras: ¡Mucho cuidado con ser transparentes!

Es justicia escribir que estas son conductas de vieja data. Podría remontarme a nuestra historia colonial para citar algunos casos. Pero retrocedamos un poco más de medio siglo y vayamos al sur de nuestro continente, y les narro una situación conocida ahora gracias a los libros del escritor  dominicano Tony Raful, poeta, ensayista y político miembro de número en la Academia Dominicana de la Lengua. Narra Raful que el general dominicano Miguel Ángel Ramírez Alcántara, vivía en Guatemala donde había casado con una dama de ese país, y en 1957 debió salir para Ecuador por presiones del dictador Trujillo, y allá fue empleado en un centro militar. En ese plantel compartió clases de asesoramiento militar con un joven oficial de la armada chilena del cual se hizo muy amigo. Estando allí, Ramírez Alcántara recibió vía México, una comunicación del Movimiento 26 de Julio, que encabezaba en la Sierra Maestra cubana Fidel Castro, en dicha misiva le solicitaban opiniones técnicas militares vinculadas con el proceso armado para el derrocamiento de Batista.  Afirma Raful que este intercambio de opiniones “era usual en la lucha del Caribe contra los dictadores, y Batista era un aliado de Trujillo, mientras Castro, desde su colaboración en el Comité Estudiantil Pro Democracia Dominicana, en la Universidad de La Habana, y su participación en la frustrada invasión de Cayo Confites, era un hombre comprometido con la lucha contra el dictador dominicano”. El general dominicano habló con su amigo chileno y le mostró la carta, así como los dibujos de lugares y acciones militares contra Batista. El chileno, quien había manifestado calurosa simpatía con las acciones revolucionarias, aportó opiniones y señalamientos que fueron enviados a los revolucionarios del Movimiento 26 de Julio. El militar chileno se llamaba Augusto Pinochet…  Es necesario asentar que algunos dirigentes del Partido Comunista de Chile reconocieron que Pinochet estaba considerado como un militar “progresista” dentro de las fuerzas armadas chilenas y había tenido contactos y algún tipo de colaboración con el propio Partido Comunista. No en balde don Augusto fue el edecán militar de Fidel en su larga visita oficial a Chile en 1971.

Repito: Los “opuestos” son lo mismo y siempre van en la misma dirección. Por eso vemos esa nube de hienas hambrientas peleándose por un puesto en las venideras elecciones. Sobran  plañideras que los aúpan y defienden, con dientes y uñas, de quienes osamos pedir honestidad y transparencia. Ellos solo saben crear nubarrones, hasta gestar tormentas, y el comandante difunto es una buena muestra, de las que luego se guarecen con velocidad inaudita. Poco les importa esa ciudadanía a la que exigen una devoción canina.

  

© Alfredo Cedeño  


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