sábado, septiembre 24, 2016

CANALLOCRACIA


En 1905  la Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, de Madrid publicó uno de los libros más preciosos de Rubén Darío: Cantos de vida y esperanza. Casi a la mitad de ese libro hay uno de sus poemas que debe ser de los más citados del poeta nicaragüense, me refiero a Canción de Otoño en Primavera, al cual pertenecen los muy manidos versos
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
                La mortificación por su pérdida es un tema recurrente a lo largo de la historia humana.  Antes de Darío ya Herodoto de Halicarnaso unos cuantos siglos previos a Cristo en el tercer libro de su Historias habló de una fuente que existía en Etiopía y se menciona en una entrevista entre el rey de Etiopía y los embajadores del rey persa Cambises.  Las historias tejidas alrededor de dicha fuente son infinitas, van desde el descubrimiento de lo que hoy es Florida, al sur de Estados Unidos, por parte de Juan Ponce de León quien buscando la dichosa fuente llegó a tales territorios; y siguen por la tan celebrada canción Caballo Viejo de Simón Díaz, sin olvidar los avances de la llamada medicina antienvejecimiento, así como el uso de los muy alabados mosqueteros sexuales masculinos tadalafil, sildenafil, y vardenafil, más conocidos como Cialis, Viagra, y Levitra, que han hecho renacer con vigor y turgencia una ola de galanes otoñales quienes a menudo no saben entender su decadencia. Ni hablar del uso, gozo y disfrute de las prótesis mamarias y estiramientos dérmicos entre las damas.
                Sin embargo, es cierto que la sabiduría que otorgan los años ha sido fundamental para algunos, como en el caso de Colón que a los 46 descubrió América. Otro ejemplo donde la senectud no ha sido obstáculo es el caso de Leonardo Da Vinci que a los 51 años comenzó a pintar La Gioconda; también puedo mencionar a Miguel Ángel quien vivió 89 años pero que a los 37 años había pintado la Capilla Sixtina. Otro de larga vida fue Goethe quien aguantó 82 años, pero que en 1773 (¡tenía 24 años!) ya había escrito Fausto, obra que siguió retocando hasta 1790. También fueron sexagenarios Miguel de Cervantes, 69 años, y Aristóteles, que alcanzó los 62. Dante Alighieri apenas vivió 56 años, pero a los 39 comenzó la Divina Comedia y dejo para último ejemplo en esta oportunidad a Shakespeare que solo cumplió 52 años. 
                Es necesario decir que como ellos hubo muchos otros, pero por lo general fueron jóvenes quienes legaron gestas a la humanidad. Alejandro Magno tenía 20 cuando tomó las riendas del poder en Macedonia y al morir a los 32 años de edad había unificado el mundo conocido, en sólo 12  años sentó las bases para lo que es la humanidad hoy.  Martín Luther King tenía 26 cuando Rosa Parks fue arrestada por violar las leyes segregacionistas de Montgomery, Alabama, Estados Unidos, y ese desconocido pastor fue la cabeza de un poderoso movimiento civil que cambió el escenario sociopolítico estadounidense.
                Si nos venimos a nuestro patio encontramos que a los 45 años Rómulo Gallegos publicó Doña Bárbara, a los 38 años Antonio Estévez estrenó La Cantata Criolla, a los 25 Arturo Uslar Pietri se ganó su espacio con Lanzas Coloradas, y Leoncio Martínez (Leo) a los 20 era un consagrado caricaturista que a los 35 fundó Fantoches, honroso bastión de lucha aguda contra Gómez.  Y ya que entro al mentidero político criollo es necesario mencionar a tres andinos excepcionales. Leonardo Ruiz Pineda, de Rubio, estado Táchira, quien sólo tenía 36 años cuando era secretario general de Acción Democrática y la Seguridad Nacional lo asesinó en San Agustín del Sur. Alberto Carnevali, otro gocho, de Mérida por más señas, fue otra leyenda del partido blanco.  Cuando tumban a Gallegos era su secretario general y se puso al frente de la clandestinidad. Tanta vaina echó que puso de cabeza al gobierno, lo buscaron bajo cielo y tierra hasta que el 8 de mayo del 51 lo ponen preso y dos meses más tarde cuando lo trasladan para un chequeo en el Puesto de Socorro que estaba en la esquina de Salas, pleno centro de Caracas, se les escapa. Esa fuga lo convirtió en un héroe y le subió al millón por ciento la moral a todo el mundo y significó un carajazo bien fuerte a la dictadura.  Sus logros organizativos contra las elecciones del 52 fueron memorables. En enero del 53 lo atrapan y lo mandan a la penitenciaría de San Juan de Los Morros. Allá se agrava de tal modo que lo tienen que operar del estómago el 6 de abril y el 20 de mayo murió. Tenía 38 años. 
Otro que tampoco alcanzaría los cuarentas fue Antonio Pinto Salinas, también cayó a los 38 años. Había sido diputado por Mérida cuando la Constituyente del 46 y bien vale la pena contar de él que era bisnieto de Manuel Rojas, el venezolano que estuvo al frente del Grito de Lares, en septiembre de 1868, por la libertad de Puerto Rico.  Cuando tumban a Gallegos, Pinto Salinas pasa a la resistencia y su casa se la llegaron a allanar hasta tres veces en una noche.    Tan al tanto estaba Pinto Salinas de lo que le esperaba que cuando muere Carnevali le dice a quienes en ese momento eran sus compañeros de escondite, Simón Alberto Consalvi y Rigoberto Henríquez Vera, que él era el próximo en caer.  Se organizó su escape hacia Trinidad por Güiria, pero dando un rodeo por los llanos.  Salieron la noche del martes 9 de junio del 53. No bien salieron un tal Mascareño, que llevaba dos años infiltrado, revela a la Seguridad Nacional la ruta, placa del carro, nombre de los acompañantes…  Cuando llegan el miércoles 10, al mediodía, a Pariaguán, los paran en una alcabala y los llevan a la sede de La Seguridad Nacional en El Tigre. Allá llega una comisión que mandaron desde Caracas y apenas entran salen de vuelta, por la misma vía del llano.  Salen en dos camionetas, Pinto Salinas iba en la de adelante, y cuando llegaron a Valle de La Pascua se pararon dizque a descansar hasta que les llegó la noche.  A eso de las diez siguieron camino.  Hasta que ya siendo jueves, 11 de junio del 53, para ser exactos, llegando al sitio que llaman Cueva del Tigre, Braulio Barreto, célebre esbirro de esos días, manda a parar el carro, se voltea y le dice que le había llegado su hora y lo manda a bajar. Antonio iba vestido de camisa caqui y pantalón de casimir a rayas, gris.
                Los sarcasmos, o sabrá Dios qué carajo son, de la vida es que cuando murió Carnevali, la propia SN había hecho una fosa para enterrarlo, pero como la familia logró llevárselo a enterrar en Mérida, veinte días más tarde, cuando matan a Pinto Salinas donde lo entierran es ahí.  Y para completar con los signos de la vida, que será el diablo quien los entiende, Leonardo y Carnevali habían nacido los dos un 28 de septiembre, Ruiz Pineda en Rubio, Táchira, en 1916 y Alberto en Mucurubá, Mérida, en el 1914.
                Voy leyendo mis notas para escribir estas líneas y no puedo evitar establecer los paralelismos del caso con nuestro actual escenario.  Y reviso las edades de las joyas rojas para encontrarme que uno de los más pichones es esa suerte de Mefistófeles criollo llamado Jorge Rodríguez con 50 años; luego veo que Tibisay Lucena tiene 57; la primera combatiente, doña Cilia tía de los narcos, 63;  Herman Escarrá 64; Aristóbulo 69 y el insepultable José Vicente 87 años. En ese limbo de quienes fueron y ya no son vemos a Ismael García con 62 y la palma se la lleva el ahora prócer Luis Miquilena con 97.  Si damos un vistazo somero al campo opositor encontramos al señor de las Cejas de Oro, julio borges, con 46; Henri Falcón 55; Chúo Torrealba 58; Ramos Allup 72 y Teodoro 84.
                Y al pensar en todo esto no controlo las náuseas que me provoca el secuestro del país por parte de la casta política que además se excita y enfurece cuando se le hace ver sus desbarres. La jauría rabiosa de plañideras y corifeos se enardece cuando se habla de los vínculos familiares entre un vocero de la oposición y el presidente de un partido político, o se mencionan los vínculos entre cierto aspirante presidencial y su cuñado y suegro con el sector eléctrico y las pingües ganancias logradas en contratos con los gobiernos rojitos. Me imagino que en breve también bramarán contra quienes hablan de los vínculos de la pareja presidencial con los sobrinos detenidos en Haití. ¿O de ellos sí se puede? ¿Es que se mantiene el doble rasero para medir?
                La voluntad nacional está secuestrada por una cofradía de canallas, de ambas aceras, que se han dedicado sistemática y consecuentemente a hacer lo que les da la gana y no hay santo que pueda hablar, so pena de ser estigmatizado de manera inmediata. La bendita “dirigencia” opositora, hábil como mono de prestidigitador, se ha robado una y mil veces los logros de la colectividad. Lo hicieron el 11 de abril del 2002, lo hicieron luego con el paro cívico de diciembre de ese año, y luego sacrificaron de manera bastarda a los empleados, trabajadores y propia empresa petrolera. Más adelante escurrieron el bulto y no fueron capaces de salir a ganarse los votos para las elecciones legislativas del 2005 y le entregaron en bandeja de plata la Asamblea Nacional a Chávez. Más tarde, en mayo de 2007 fueron los estudiantes, ¡Juventud divino tesoro!, quienes sacudieron las calles ante el cierre de RCTV y se permitió el triunfo en diciembre de ese mismo año. Triunfo que de inmediato los simios mañosos de los partidos se apropiaron, para en poco tiempo sacar de juego al más talentoso de ese grupo de dirigentes universitarios, Yon Goicochea, en beneficio de Alfonso Marquina, mientras entronizaban a Ricardo Sánchez quien luego apareció al lado del chavismo.
                Es la misma “dirigencia” que ha ido acaparando todas las iniciativas exitosas que ellos son incapaces de formular, para luego exigir una obsecuencia oficiosa a sus imbecilidades. Son los mismos que luego de querer hacer ver que la iniciativa de Capriles, inmediatamente apoyada desde la cárcel por Leopoldo, del 1 de septiembre fue de ellos, para luego quedar en evidencia de su mísera capacidad de convocatoria con la posterior jornada de supuesta tomas de las sedes del CNE. Es muy larga la lista de despropósitos cometidos por ese cascarón sin rumbo en que ha devenido la MUDa. Y pretenden que el silencio sea la respuesta a todos ellos, exigen una solidaridad absoluta bajo el ya asqueante argumento de que no podemos señalar estas barbaridades porque es hacerle el juego al gobierno, mientras sus perritos falderos repiten cual cacatúas: guerreros del teclado, oposición mayamera. Es el nuevo denigrar acuñado para tratar de hacernos callar a los pocos disidentes que no vamos a dejar de apuntar tanta imbecilidad de estos renacuajos.
                En la ya citada obra de Rubén Darío leo y entono de su antepenúltimo poema, Letanía de nuestro señor don Quijote:
De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, señor!

© Alfredo Cedeño

sábado, septiembre 17, 2016

PEDIMOS LUZ

 
 
En 1772 todo el Madrid intelectual fue sacudido por la imprenta de Don Antonio de Sancha, quien publicó en dicho año LOS ERUDITOS A LA VIOLETA, ó curso completo de todas las ciencias compuesto por don Joseph Vazquez. Y todos sabían que en realidad el autor de dicha pieza era José Cadalso. Esas páginas eran una sátira implacable a la conducta de ciertos personajes, que gozando de una muy superficial formación y de una ignorancia supina se pavoneaban cual émulos hispánicos de Voltaire.
Él haciendo honor a su apellido erigió con palabras corrosivas un verdadero patíbulo para la horda de asnos que saturaban el ambiente. En su primera lección, la correspondiente al día lunes, no pudo ser más exacto al describir cierto arquetipo conductual que por estos días se me antoja muy presente en nuestro escenario político: “Desechad todo género de moderación con los iguales, toda clase de respeto a los mayores, y toda especie de compasión a los inferiores; y conseguiréis justamente el nombre de sabios; adquiriéndoos tanto más renombre cuanto lo ostentéis con más presunción, adornándoos con la erudición siguiente”.
¿Cómo no pensar en ese párrafo al ver el comportamiento de ciertos señores muy oficiosos en estos días de tanta opacidad? ¿Cómo no relacionarlo con tantos infelices devenidos en “negociadores” de la desgracia infinita que vive Venezuela? ¿Es desconsideración de uno también relacionarlos con este otro párrafo de dicha obra: “Las ciencias no han de servir más que para lucir en los estrados, paseos, luneta de las comedias, tertulias, antesalas de poderoso, y cafés, y para ensoberbecernos, llenarnos de orgullo, hacernos intratables, e infundirnos un sumo desprecio para con todos los que no nos admiren. Este es su objeto, su naturaleza, su principio y su fin”?
Uno ve a Timoteo Zambrano, moviéndose cual títere de prestidigitador, ensalzando ora a Zapatero, ora despotricando de Mercosur y aquel viejo adagio: piensa mal y acertarás, parece anunciarse con candilejas en una marquesina propia de un lenocinio regentado por don Timo.  Este par de citas también parecieran haberse convertido en el leitmotiv de cierto coro de obsecuentes que raudos entonan su sonsonete ante cualquier asomo de critica a ese ente amorfo, y cada vez más cercano al agua –por aquello de lo inodoro, incoloro e insípido– en que ha devenido la MUD.
“Guerreros del teclado” y “fanfarrones del teclado” son los nuevos desplantes de esa horda de vociferantes, algunos de ellos  no tan rocines y en verdad  revestidos de cierto barniz de talento,  para con aquellos que criticamos, y con sobradas razones, a ese sanedrín oficioso que pretende secuestrar la dirección política de la oposición.
Es la misma pandilla que arremete contra Fernando del Rincón porque entrevista a María Corina, contra quien por lo visto no hay escarnio suficiente al cual someterla, mientras callan con sus lenguas guardadas donde bien no les llegue el sol ante lo que ella denuncia. A ella hay que agradecerle que se supiera de la segunda ronda de “conversaciones” mud-rojitos y de la cual nadie sabía nada.  Por supuesto había que escarnecerla a ella para quien no hay vocería que la respalde. Igual la lapidan que hacen befa, pero sus movimientos por todo el país, los cuales tratan desesperadamente en comandita el “gobiernito” y la “oposición” de impedir, siguen haciendo ver lo que la gente quiere.
Nunca he sido fan de María Corina, como tampoco lo he sido de Caprilito, a quien ya vemos camino a las horcas caudinas por osar alebrestarse ante el mamotreto unitario, pero al César lo que es del César; ambos se han dedicado a recorrer el país exigiendo que sea la calle la que obligue a Maduro y sus mojigangueras del CNE a  celebrar las elecciones cuanto antes. Mientras tanto los pontífices de la “unidad” siguen con sus maromas de cirquero panameño.
Días atrás María Corina de manera frontal anunció que no contaran con ella para el revocatorio si se realizaba en el 2017. ¡Ardió Troya, y de vaina queman Sebastopol! Los sicarios de las redes le dijeron hasta de lo que se iba a morir.  Gritaron, patalearon y se contorsionaron cual bien amaestrados monos de feria, pero a la postre apareció el ahora inefable Chúo Torrealba en el programa radial de Nelson Bocaranda diciendo que sí, pero que no, sino todo lo contrario y con su tono muy jacarandoso,  hablar de “prediálogo”. ¿Qué vaina es esa? Mi abuela Elvira lo hubiera agarrado por una oreja y le hubiera dicho: “Mira muchacho pendejo, se está preñado o no se está, lo que no se puede es estar medio preñado”.
Debo agregar que oír ahora a Torrealba exige un arduo ejercicio de concentración, uno lo oye y a veces le ocurre que con su locuacidad y discursos, muy adecos por demás, hace recordar constantemente al teñido vicepresidente Aristóbulo Istúriz. Pero sigamos en lo dicho por él en ese programa.
Lo escuchamos hablando del mentado prediálogo y con movimientos de mago de feria enrumbar la conversación hacia un supuesto saboteo por parte de Diosdado, quien fue excluido de dichas conversaciones, que no son tales, según él, y afirma que hay sectores del gobierno que están dejando mal parados  a la fiscalía general y a la defensoría del pueblo. ¿Es que ahora él es el encargado de lavarle la cara al gobierno y su banda de sinvergüenzas? ¿Acaso las instituciones del Estado no se han ocupado por sí mismas de quedar mal parados no solo ante la opinión nacional , sino la internacional también?  A este paso lo veremos pronto hablando maravillas y exigiendo respeto por esa energúmena con pretensiones de ilustrada que es  Tibisay Lucena.
Pero no terminaron los desbarres del mentado vocero opositor, y con estupor le escuché decir: “Los que hoy son gobierno mañana van a ser oposición, ¿en que condición lo van a hacer?, ¿cómo Delson Guarete?, ¿van a hacer oposición como Yon Goicochea?, ¿o van a ser oposición en los términos que establece la Constitución con las garantías y las responsabilidades que eso implica?” Lamentables es poco lo que se puede decir de semejantes palabras.  Uno lo oye y no puede imaginarse al Gallo Salóm Meza Espinoza, a Domingo Alberto Rangel o a Simón Alberto Consalvi justificando  los asesinatos a mansalva de Leonardo Ruiz Pineda y de  Antonio Pinto Salinas. Creo que este señor sí lo hubiera hecho.
A fin de cuentas el problema que enfrentamos en el mundo opositor es de estatura moral. De no ser por lo trágico del momento resultaría cómico ver unos pies de Pulgarcito enredados al tratar de calzar los zapatos de Gulliver.
Por lo pronto nos queda seguir denuncian do y señalando estas irregularidades, pedir claridad y exigir responsabilidad. Es momento de recordar al humilde cura franciscano Giuseppe Desa, hoy conocido como San José de Cupertino, quien se denominaba a sí mismo fray asno, y en el siglo XVII le decía a sus feligreses: “Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que pide, recibe”.  Lo único que pedimos es claridad.

© Alfredo Cedeño

sábado, septiembre 10, 2016

PREGUNTAS SUELTAS


¿Por qué hay tantos chavistas de tomo y lomo que ahora se dan altisonantes golpes de pecho y con aspavientos señalan al Bigote Bailarín, pero ni de vaina asumen su cuota de responsabilidad? ¿Verdad Giordani y demás salamandras?
                ¿Por qué Leopoldo es tratado con sutileza rayana en la indiferencia y entre los capitostes opositores se le evita a conciencia cual enfermo contagioso?
                ¿A cuenta de qué los Henry (Ramos y Falcón) están empeñados en ser los portaviones de la transición y la MUDa no dice esta boca es mía?
                ¿De dónde salieron los números que pusieron a los dos pajarracos antes mentados por encima de Leopoldo y Caprilito, y que fueron enarbolados de inmediato por los adláteres de la unidad como dogma a ser asumido de manera incuestionable?
                ¿Qué pasó en Casa Militar después del tragicómico episodio de Villa Rosa en Margarita donde una abuela le encasquetó su olla por el ojo al Bigote Impertinente?
                ¿Cómo es que la dirigencia opositora sigue dando tumbos sin que logren transmitir una verdadera sensación de unidad a la colectividad?
                ¿Por qué ante la arremetida, pública, notoria y anunciada en cadena de medios, contra Voluntad Popular, no ha habido un rechazo unánime y categórico por parte de la mal llamada dirigencia “opositora”?
                ¿Por qué cada vez tratan de aislar más a María Corina  y ni siquiera el espíritu caballeresco prevalece a la hora de tratarla?
                ¿Hasta cuándo las agendas ocultas son las que prevalecen en una transición que cada día luce más cercana pese a las zancadillas que permanentemente se aplican los “dirigentes”?
                ¿Conciliación significa borrón y cuenta nueva, y que todos los robos realizados a lo largo de estos años quedarán impunes para que estos jenízaros se queden estregándonos en la cara sus riquezas de malandros envalentonados?
                ¿Qué va a pasar con PDVSA, así como con los más de veinte mil despedidos y los cien mil inútiles contratados de manera arbitraria; así como con su conversión en un gran cascarón vacío que produce pérdidas? ¿Tampoco se establecerán responsabilidades y será otro borrón?
                ¿Hasta cuándo hay que soportar el chantaje del apoyo “cheque en blanco”  a una dirigencia errática que no puede ser cuestionada ni con el pétalo de una margarita?
                ¿Por qué hay que callarse en nombre de la unidad ante personajes tan patéticos como Timoteo Zambrano y Rodríguez Zapatero? ¿Quién los erigió en los fieles de una balanza claramente desequilibrada?
                ¿Cómo entender el espeso silencio sobre los presos políticos que han quedado como bandera que se toca de vez en cuando para lavarse la cara? ¿Cómo justifican la aberración carcelaria los que antes se desgañitaban en la “Cuarta” por la libertad de los que ahora son esbirros?
                ¿Será Padrino López, el ministro de la defensa in pectore de Capriles, el Pinochet de este gobierno?
                ¿Dónde anda metido Lewis Pérez Daboín que no asoma por ninguna parte, acaso está tendiendo los puentes de plata junto con su eterno compinche y socio José Vicente Rangel?
                ¿Los sempiternos Bolichicos se quedarán muertos de risa y disfrutando de sus fortunas sin que nadie haga nada por hacerlos restituir al Estado lo que se birlaron con trucos de charlatanes de feria y la activa alcahuetería de muchos próceres opositores?
                ¿Será que en algún momento la bendita Asamblea Nacional dejará de estar a la defensiva y pasará a la ofensiva, destituyendo a los magistrados chimbos o renovando los poderes que están bajo su tutela?
                ¿Habrá, a nombre de la tolerancia, que condonar los crímenes y soportar a personajes como Jorge Rodríguez, Iris Varela, Freddy Bernal, Juan Barreto, y toda esa pandilla de malvivientes que nos han hecho el país el estercolero que es?
                ¿Será que nunca podremos quitarnos el pañuelo de la nariz y seguir respirando tanta miasma por los siglos de los siglos?
                ¿Habrá manera de parar la hemorragia de talentos que cada día deja más seca a Venezuela?
                ¿Cómo hacer entender a los “ecuánimes” que ante la afrenta que vivimos no hay objetividad posible, como no sea plantarse clara e irrevocablemente en la acera del frente de la piara chavista?
                ¿Debemos conformarnos con ser pasto de pranes y narcotraficantes?
                ¿Hasta cuándo aguantan los mandos medios militares las órdenes  de una élite piche que sólo vela por sus intereses económicos en detrimento del servicio que bajo juramento se comprometieron a prestarle a la nación?
                ¿Llegará el momento en que entendamos que no es ninguna intervención divina o imperial la que nos salvará de la incuria y peste roja sino el trabajo diario, el esfuerzo y la disciplina creativa?
                ¿Habrá un día en que Dios llene de amor la mirada de los hijos de esta Tierra de Gracia, y podamos hacer que recupere su brillo?

© Alfredo Cedeño

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