martes, octubre 31, 2006

INOCENCIA

Por más cara de cretino que puse ella no quiso creerme
o mi imbecilidad no supo convencerla
y la lluvia de insultos fue una tormenta de improperios
que ascendió hasta mi quinta generación
mientras ella me movía en el rostro la media negra.

No di falsos testimonios ni fue fe de desesperado
pero no atiné a decir de quien era
o cómo había sido capaz de llegar atrás de mi cama
aquella hermosa insinuación de impudicias
que la fiera terminó metiendo a la fuerza en mi boca.

Hasta ese día duró la que fue el último amor de mi vida
que no pudo ni supo creer en mi cariño
por más de pacotilla que fuera como afirmó desgañitándose
a la par que prometía hacerme eunuco de un serrallo
la próxima vez que me viera así fuera saliendo de misa.

® Alfredo Cedeño

lunes, octubre 30, 2006

SUYAS

Sus besos se ensañaron contra la pérfida decencia
poniendo en el corazón una clave de vírgenes rotas
sin funerales para los mimos cansados de disimulos
como ventanas que masacran una calle sin brocales.

Sus gestos fueron encerrándose en un puerto vacío
entregándole a la arena una complicidad decolorada
de epidemias en huelga de salamandras cómplices
juntando hormigas amotinadas en un callejón sin salida.

Sus pasos recorrieron las barandas de un presbiterio
que sirvió como lecho a las ganas que murieron ayer
como Venecia bajo un aguacero sin templos para orar
o Caracas llena de ausencias matando amores limpios.

Y sus palabras navegaron por los grises desagües rotos
donde los arpegios saltan como balandras sin destino
que se encogen sobre el horizonte a vigilar la lluvia
mientras les llegan las sombras que nunca abandonan.

® Alfredo Cedeño

domingo, octubre 29, 2006

BANDOLERÍAS LV

Dicen que Papá Dios no llora,
seguro que nunca te vio preocupado
asomándote a la ventana
para regalarle comida a los pájaros
que se olvidaron de volar.

® Alfredo Cedeño

sábado, octubre 28, 2006

INFUSIÓN

Yo sólo pretendía brindarle un café
negro e inofensivo como mi pelvis
y en el piso de mi cocina comenzó
un sabroso camino hasta mi cama
donde naufragó mi corazón mañoso.

Entiendo que no quieran creerme
pero mi buena intención era real
y la creí a prueba de tentaciones
pero sus ojos fueron dos aguijones
que me inflamaron las entrepiernas.

También aportaron su cuota los pies
que me rozaron en sedosa alevosía
antes de arrastrarme cuarto adentro
con el borde esmaltado y precioso
de sus uñas donde bien podría morir.

No menos aportaron sus nalgas macizas
de estampa firme y formas soberanas
que con porte augusto soliviantaron
hasta la fe de santos, Papas y beatos
mucho más la de este pobre pecador.

Ni hablar de sus pezones como almíbar
endulzándome labios, vida y lengua
en prodigio de texturas y sabores
donde los dátiles y la hierbabuena
me rebañaron las sobras de la decencia.

® Alfredo Cedeño

NÚMEROS

Como ciencias exactas definen a las matemáticas
sin tener la menor noción de lo preciso de tu coito
al derribarme profana en tu triángulo de mañas piratas,
no conocen lo que significa ser abordado desde tu boca
con la fiel operación que despeja viejas ecuaciones
al colocar las incógnitas en la base de toda raíz resuelta,
no lograrán entenderte como reina de las ciencias
cuando me seduces con milimétrica operación aritmética
donde cierras las puertas lógicas que podrían atajarte.

® Alfredo Cedeño

jueves, octubre 26, 2006

CALLES DE CARACAS 13

La mujer casi arrastra al niño que avanza berreando
y en las caras de ambos brillan noches desamparadas
sus ojos son fanales apagados de faros abandonados
que se perfuman de dolores agudos sin topar cariño.

Sus desilusiones no tienen besos que los caldeen
ni caramelos que les remienden los sueños y la vida
mientras las estrellas se les ocultan melindrosas
en estas amadas y a veces frías calles caraqueñas.

Para ellos recojo un ramito de jazmines sin llanto
con aromas de mujeres esplendorosas y cariñosas
como solo este valle puede entregarle a la vida
para que la melancolía no se arrellane en sus calles.

® Alfredo Cedeño

miércoles, octubre 25, 2006

CANCIÓN 1

Como un submarino en un charco
las cuerdas de la guitarra se rompen
en las costillas de un enemigo caído.

Como una bandera rasgada en la luna
los llantos de un cariño perdido cambian
en los esfuerzos de la suerte de un verdugo.

Como un indio perdido en una cloaca
los cueros de un tambor lloran
en las súplicas por agua de un vencedor.

Como una melodía de Chopin en un burdel
las bendiciones de un cura lisiado ruedan
en las limosnas de una monja morbosa.

Como un niño jugando con los duendes
las horas se van estirando suaves y brillan
en los arrullos de las canciones sin tristeza.

® Alfredo Cedeño

martes, octubre 24, 2006

VIRGINIA XVII

Miradas sutiles de sensualidad perdida vagan en el supermercado
de señoras que compran con la monotonía retratada en su paso
y sus nalgas que no saben pecar se perfilan bajo las telas caras.

Las berenjenas son lozanas y los tomates rozagantes en sus cajas
donde las manos comenzando a marchitarse las van escogiendo
con un desdén sufrido que ni ellas mismas alcanzan a entender.

Los enlatados se asoman perfectos como Romeos sin Julietas
y el otoño se queda afuera sin dar paso al invierno en sus camas
a mitad de camino entre lo pacato y la libre cortesanía descocada.

Los pasillos son una emboscada que les velan las miradas vacuas
de los besos que nunca supieron provocar y se les empaña la risa
como las alas de aquellas golondrinas que nunca pudieron alcanzar.

Las canciones se cuelan entre unos parlantes simulados al aire
y los cajeros riegan carcajadas con gestos simples e irreverentes
de complicidad que las hembras pasmadas no pueden entender.

® Alfredo Cedeño

lunes, octubre 23, 2006

TRAYECTO

No es El Medio Oriente donde estuvo el corazón de La Ruta de La Seda
lo afirmo yo, Marco Polo de tu coño, con toda la irresponsabilidad posible.

Es en el borde de tus muslos de suaves fronteras y maniobras dulcísimas
donde se llega a los orgasmos sin mangas como el hilo de una araña azul.

Es en los botones sin pesadumbres de tus pezones invocando mi lengua
donde se encuentran los aromas de canela y pimienta dulce de los amantes.

Es en el golfo de tu nuca limpia de escollos y traiciones viajeras en autobús
donde atracan los dientes a derramarse sin vilezas que empañen la tarde.

Es en la hoya de tu ombligo sin vértices como la madrugada sin estampillas
donde se borran las cicatrices de abortos del querer a la entrada de un rayo.

Es en la marisma de tus pies antesala de pasos hacia las módicas texturas
donde el destino cambia las melodías de los laberintos en aroma de anís.

Es en tus axilas de mujer soberana que vuela debajo de las melancolías
donde los leones abandonan las bocanadas de sangre marchita y sin amor.

Es en tus manos de promesas que nunca se harán por cumplir con la tarde
donde se cambian los nombres de los cantantes que llegan a retoñar audaces.

Es en tu cabello de hospitalidad como noche de boda anticipada a la ceremonia
donde preparas un nido para mi alma sin olvidos y mis ganas que no terminan.

Es en tu boca baja de bordes encarnados que me resguarda incondicional
donde las brújulas llevan al océano del aliento libre de malísimos presagios.

Es cierto: no fue Constantinopla el verdadero corazón de La Ruta de La Seda
lo afirmo yo, Marco Polo de tu coño, con toda la libertad que me has dispuesto.

® Alfredo Cedeño

domingo, octubre 22, 2006

IN EXTREMIS

Inmediato a su orgasmo bullanguero y entusiasta
llegó el ofrecimiento de esponsales con voz melosa
que me hizo caer abrupto del nirvana alcanzado.

La voz insistía pegajosa en su propuesta postcoital
y a mi lengua sólo le quedaba buscar esa boca necia
para callarla un minuto y poder planear la retirada.

La oferta resultó mucho más firme de lo que supuse
y pese al intento de mordaza lingual la asechanza
me persiguió asomándose con indomable porfía.

Agarré la ropa con tosco disimulo y ganas aún vivas
me monté en un autobús y salí sin encantos ni paz
a buscarme otro poquito de compasión sin corazón.

Y en una nave sin espacios libres ni canciones tristes
me fui bailando por la orilla de mis dolores sin canto
con la leve esperanza de poder algún día follar en paz.

® Alfredo Cedeño

sábado, octubre 21, 2006

POSTIGOS

Las puertas de los dolores se abren cada mañana y cada noche
para llenarme de desiertos las alas oscuras y rotas
llegan alzando el picaporte con precisa alevosía sin mañanas.

Las ventanas cantan con los demonios de sueños derrotados
y los talismanes se revientan en la piel de las calles sin puerto
enredándose al destino desordenado en las dudas eternas.

Las cancelas del miedo son de acero y guardan los despojos
quincenales de las culpas amplias de lo que no fue
o que me antojé de no dejarlas ser en este erial de cariños.

® Alfredo Cedeño

viernes, octubre 20, 2006

SALIDA

Con cariño poco convencional me haces volar
dejando rastros y mapas viejos desnudos
en los hormigueros de revoloteos sepultados.

Con vuelos de perdones que no necesitamos
llegas arrojando las mentiras por la borda
desde tus sonrisas que me hacen bailar iluminado.

Con necesidades de sueños que arrastran lunas
bajo los peldaños de un arco iris obsceno y limpio
que se escapa de mis llamadas de guitarras solas.

Con lunas emancipadas de los errores de la vida
me escapo de las soledades que me enredaban
y salgo a beberme tu boca sin melancolías ni calma.

® Alfredo Cedeño

jueves, octubre 19, 2006

CRÓTALO

Sin empacho reconozco que su lengua de serpiente
me fascinó sin preámbulos y de manera irremediable
no haré mayores confesiones en torno de esas habilidades
y menos ahora que he debido padecer sus revanchas.

Al comienzo fue el paraíso de su boca donde soñé
hasta casi llegar a la pesadilla de no tener sus besos
en alboroto de venenos que tomábamos sin pausas
para rajar las tardes con los latidos de piernas y ganas.

Al final se dedicó a recordar a toda mi parentela inocente
y mi pobre madre ajena a todos mis desmanes
pagó la deuda de sus iras enredadas a mis desordenes
que salieron husmeando los talones de una trigueña vivaz.

Y ese desarmarme de agites revoltosos donde me asesinaba
entre despliegues de mariposas en mi boca
ahora es saeta que me acribilla hecho aliento de hienas
odiando a este despojo de fidelidades que se enamora a diario.

® Alfredo Cedeño

miércoles, octubre 18, 2006

SUBSTITUTOS

Bajo tus parpados puse las estrellas de mar
que los naipes de la tarde regaron en la playa
como sucedáneos de tus deseos al tocarme
igual a velas que encienden plegarias limpias
cuando me ves y estremeces como tambor
marcando el ritmo en tus pies al bailarme impía.

Encima de tus cabellos encontré tres palmas
como las que celebraron la entrada a Jerusalén
de Magdalena en ejercicio de sus pecados limpios
y me abrigué de las tormentas de mi corazón
amarrando los pecios de los gritos despechados
que a veces se dejan caer en mi garganta.

Entre las vueltas de tus faldas descubro un siempre
de nuncas que se diluyen como la lluvia en la arena
de mañanas que brincan sobre las quebradas
de bailes descolgándose en tus hombros claros
como llamadas de vaivenes insolentes de navíos
en los bordes fatales de tu desnudez arrollándome.

® Alfredo Cedeño

martes, octubre 17, 2006

HUELLAS

Ella pasa con pisada fresca
y su sandalia le golpea el talón
suave y cuidado hasta el deseo
sus dedos deliciosos se crispan
como anticipo de orgasmo
y sus tobillos se esconden arteros
en una cinta que anuncia placeres.

Ella se acerca con vaivén de canción
y su falda se le amolda al muslo
que se presume delicado
y lleno de regocijos para mi cintura
como balbuceo de carteles en sus pezones
donde encontrar caminos
a mi tumba que todavía no han abierto.

Ella se marcha y me deja besos escondidos
en cada recuerdo del mundo
que se pierde en sus ojos ahora sin llanto
como una tarde sin lugar
para seguir sin rumbo por las islas
donde no habrá una emisora
para las canciones de amores y espejismos.

® Alfredo Cedeño

lunes, octubre 16, 2006

BANDOLERÍAS LIV

Esto se supone que no debe hacerse
porque solo debo darte buen ejemplo
pero es que si no lo hacemos nosotros
estoy seguro que no habrá quien lo haga.

Vamos a robarnos el chorro de las fuentes
redondas y presuntuosas de la plaza mayor
y vamos a regar a los panes en los hornos
para que no se tuesten ni les de tanto calor.

De la torre de la catedral nos vamos a llevar
las campanas más gordas y escandalosas
y las escondemos debajo de la almohada
para cambiar ese despertador fastidioso.

Del jardín de la señora gata nos traeremos
una colonia de caracoles que cagan lindo
van dejando una estela de plata y agua
donde los suelos se vuelven flores de miel.

De los parques de Montevideo nos agarramos
unos ramitos de azahar que huelan rico
así como a mañanas de gente linda
y nos vamos felices a saltimbanquear.

® Alfredo Cedeño

domingo, octubre 15, 2006

CALLES DE CARACAS 12

El hijo de puta empuja a la muchacha
que solo atina a llorar de pura impotencia
los transeúntes seguimos pasando silentes
arropados de inercia cómplice y cabrona
y el Superman de pacotilla vocifera envalentonado
hasta que la cachetada preciosa en su justicia resuena
haciéndolo trastabillar y rodar por el pavimento.

Ella se voltea y se larga secándose las mejillas
y sobándose la mano que todavía le arde
mientras el Otelo del tercer mundo se levanta
mirándonos a todos con el asombro
que nada más pudo pintarle en el rostro David a Goliat
una doña se le acerca y le ofrece una patada entre las piernas
si tiene todavía cojones para tratar de gritar algo más.

En la esquina ella vuelve a voltear y lo ve con lástima
sin entender todavía como pudo perder tanto tiempo
a la par se quita la medalla que ayer él le regaló
la coloca en un basurero y sigue tan campante como siempre supo hacerlo
mientras los buhoneros hacen un coro obsceno y celebrante
a unas nalgas que tenían mucho tiempo sin ver
tan insubordinadas y desenfadadas como las de esta hembra libre.

® Alfredo Cedeño

sábado, octubre 14, 2006

COMPROMISO

Juro que estaba borracho y no recuerdo nada
así que este carmín que me enseñas con rabia
no lo reconozco y aseguro que mío no es
porque no sufro de veleidades por maquillarme
quizás de algún amigo con debilidades travesti
pero no soy yo quien para juzgarlo o condenarlo.

Así que cámbiame esos ojos de loca celosa
y entrégame tus besos y déjame preso de tus ganas
y hago votos que renuncio a todo por tus dedos de amor
y juro que más nunca vuelvo a beber como no sea tu boca
y prometo que las busco de labial que no despinte
y garantizo que me portaré bien por toda mi puta vida…

® Alfredo Cedeño

viernes, octubre 13, 2006

CREPÚSCULO

Con perversidad implacable me trata la vida,
me cerró todas las piernas que fui encontrando
justo cuando más podía ocuparme de atenderlas.

Ahora cuando solo las mañas me dejan sobrevivir
a una noche de esas tantas veces anheladas
se me ofrecen los muslos con los que no puedo.

® Alfredo Cedeño

jueves, octubre 12, 2006

SIEGA

Por los rincones de mi casa busqué un beso a medias
para consolarme de las torpezas que me dejaron sin ti
y cantando sobre una nube me llené de arena la cabeza
desafiné sin compasión con el diapasón y bailé arrítmico
contando las rebajas de frecuencia coital en el invierno.

Un tren pasa silbando en la tele y me subo con un bolso
para llegar a las calles de Estambul a comprar dátiles
y robarme el beso de una viuda turca de culo acelerado
hasta que el anuncio asexuado de una nueva máquina
para lavar pantaletas al seco me deja en tierra otra vez.

Saco la cara por la ventana y me lleno de sol con susurros
para recordar que soy un cabronazo sin remedio posible
cuando la vecina del ocho se baja de su carro con falda corta
y me largo a una isla del Caribe con ella en cueros y rijosa
hasta que su dedo medio derecho se me extiende directo.

Vuelvo a mis rincones con la paciencia agónica de un gato
que no sabe buscar un espejo donde encontrar dos ratones
y sacudiendo los esperpentos de las palabras sin sentido
dejo que la razón me vaya colocando la fragilidad bajo el corazón
para que la guadaña de la soledad corte las piernas de las culpas.

® Alfredo Cedeño

miércoles, octubre 11, 2006

TESTIMONIO

Ante el notario, el fiscal y la juez
declaro que esa serpiente me mordió
con particular vesania
al decirle que nos diéramos un tiempo de espera
porque como que quería era a la inquilina nueva.

Me prometió una vida de castrado
ofreció ante las cortes celestiales sacrificarme
afirmó que no viviría un día más
que me habilitaría una suite en el infierno
y haría picadillo de mis partes pudendas.

No conforme con todo eso
invocó a las once mil vírgenes en su apoyo
para practicarme un sortilegio
mediante el cual aseguró que más nunca podría
volver a vivir y que me mataba para siempre.

En virtud de todo lo cual expongo que:
ya que no puedo morirme
porque sus invocaciones, actos y sortilegios fueron en vano
así como todas mis promesas de ser normal y decente
me mudo con la vecina hasta un nuevo amor.

® Alfredo Cedeño

martes, octubre 10, 2006

ACLARANDO

Digamos que porque se me dio la real gana
decidí lanzarme de cabeza a quererte
aposté mis locuras sin remedio a tu boca de centellas
y colgué sobre las cicatrices de amores y odios tu cara de asombros
con la certeza de escobas que barren cenizas sin oportunidades
con el control del vuelo de los canarios sobre los tejados húmedos
con la cadencia de las cuerdas de un piano en clave de fa
con el aroma de las rosas en los parques de Londres
con las canciones de los borrachos que dan serenata a la luna
con los latidos de este corazón que no sabe dejarse querer
con la paciencia infinita de una tortuga que quiere llegar a la mar
con el olor de tus dolores que nunca pudieron apagarte la risa.

Pongamos que por puro voluntarioso que dicen
asumí dedicarme a ganarme tus querellas de mujer
abandoné mis tácticas de clemencias falsas en tu cuerpo
y puse debajo de mi camisa desteñida de tanto querer querer
tus manos llenas de calmas que me encienden de maromas
tus ojos de impúdicas propuestas en el silencio del mediodía
tus piernas de claridad sin palabra gritándome fracasos superados
tus senos frágiles como un planeta donde sepultar las mentiras
tu cabello de hebras donde se amarran los barcos cansados de navegar
tus pies que bailan como llamas caminando hacia mi cama
tus nalgas cantando como un laberinto de movimientos exactos
tu espalda que ensaya sus mejores espacios para mis dedos.

Escribamos que me puse en el viento como una palma sabanera
para tratar de tapar mis penas con tu sombra
y desamarrando los amores primeros largué una tonada
donde entregué los martirios del olvido a las olas dormidas en pleamar
desde mis manos a veces sin destino en las noches anchas
desde las preguntas que van alejando los besos entre tormentas
desde el desplante del amor que no sabe comprender promesas
desde la rodilla que no sabe encontrar el piso para rogar perdón
desde el destino que siempre sorprende feliz en los caminos
desde la indiferencia de una promesa perdida en mi almohada
desde los tribunales que por la bendita verdad asesina infidelidades
desde la tranquilidad que se acerca nadando a tus tobillos en mi lengua.

Dejemos claro y de una buena vez a todos los efectos inútiles -mejor-
que entierro las reservas abonadas por largo tiempo
para escarbar esta borrachera de impudicias que me entregas
y ando aprendiendo a desaprender los amores aprendidos
entre la ternura que me has hecho retoñar pese a mi mismo
entre las amargas quejas de los aeroplanos que no pueden volar
entre los pasos de los escarabajos que esconden al sol en la arena
entre la agonía de los vestidos que los amantes se ponen de tarde
entre las lágrimas sin consuelo del verdugo sin condenado para castrar
entre los callejones de las olas cuando llegan a dormirse en la playa
entre la impericia de los amores que nunca dejan de volar sublimes
entre las estrellas que me regalas cuando tu boca llega a la mía.

® Alfredo Cedeño

lunes, octubre 09, 2006

BANDOLERÍAS LIII

Ven chiquito
agarra tu alegría de escudo
y dame esa espada de palo
que vamos a la calle.

Mete en el bolsillo
tu Ángel de la Guarda
y unos caramelos por plegaria
donde resguardarnos.

Aquella abuela que corre
es una verdad
buscando que la cuiden
y una caricia perdida.

Este gatito ciego
es un enamorado del sol
que nunca pudo verlo
vamos a contárselo para que se caliente.

Esa canción que suena
es una flecha sin aguja
que anda buscando un corazón
donde colocar su veneno de amor.

Y esta muchacha miserable
es la justicia
que algún día llegará
y podremos dormir tranquilos.

® Alfredo Cedeño

sábado, octubre 07, 2006

MISA

Con el corazón lleno de cardenales
te busco día a día como un velero
sin equipajes ni una ruta de escape

Llego profano a olvidar tus recuerdos
con cariños sin vientos que te besen
ni soledades que puedan vencerse.

Una alcancía de besos que perdí
bajo mis sueños en camas heladas
de coitos secos y llenos de hastío.

Te sueño en una luna de miel áspera
con texturas de campanas que doblan
en estos funerales sin resurrecciones.

® Alfredo Cedeño

viernes, octubre 06, 2006

Y APALEADO!

Por aquello que el dolor y la lástima funcionan
-a veces-
ando buscando una abeja que me pique
para que me consueles y me beses mucho el dedo.

Sólo falta que no hayas conocido la piedad
y me quede aguijoneado
con el pulgar hinchado, doliendo y jodido
y sin tus benditos besos piches!

® Alfredo Cedeño

jueves, octubre 05, 2006

RECONCILIADOS

En La Cruz del Perdón puse mis rodillas en tierra
pero tu altanería no supo dejarme besarte
y tuve que rodar calle abajo entre botellas de ron
mientras blasfemabas hasta de mi sombra.

Mis piernas relancinas se fueron a trotar en camas nuevas
para tratar de olvidar tu desprecio
y sacarme las espinas de esta corona de abandono
que me dejo sombrío y al garete el corazón

Las lastimaduras que me colocaste en el cariño
me dejaron como un burro sin cobija ni guitarra
buscando riendas de crepúsculos en camas nuevas
que resucitaran de ese pozo de insultos donde me lanzaste.

Ahora me miras y me pides un beso con zalamería
y mi escasísima dignidad no sabe imponerse
por lo que salto meneando mis ganas irredentas
a perdonarte y empezar a pensar cómo volveré a escaparme.

® Alfredo Cedeño

miércoles, octubre 04, 2006

NAUFRAGIO

Aunque mis besos se pierdan
en el ancho mar de tu desprecio
no pierdo una marchita esperanza
de robarme un pequeñísimo sorbo
de tu inaccesible pero divina saliva.

® Alfredo Cedeño

martes, octubre 03, 2006

CALLES DE CARACAS 11

Van entrando y se santiguan con la esperanza a flor de piel
en sus caras la fe no es un vacío para llenar en la farmacia
se deslizan en el templo con una vocación que es certeza
para entregarle a los santos lo mejor de su vida maltratada.

En sus ojos se encienden pequeñas llamas de arrobamiento
mientras sus bocas van musitando ruegos por las desgracias
que la vida les va colocando en el infierno particular y diario
de sus existencias que a veces son un implacable purgatorio.

Ponen pequeñas velas junto con sus plegarias de esperanzas
que serán los escudos que les darán el consuelo que no llega
mientras pasan a su lado como pequeños barcos sin brújula
y no terminan de entregarle la felicidad que tanto buscaron.

En los bancos posan sus nalgas cansadas de tanto deambular
las manos se juntan y sólo atrapan el aire caliente caraqueño
y afuera pasa una ambulancia gritando con aires agónicos
que lleva en su camilla a una anciana atropellada por un taxi.

El sacerdote se asoma desde la sacristía con mirada blasfema
sin poder quitar los ojos del escote desbordado de la trigueña
que con los ojos al revés se refugia mística de su propia lascivia
y ruega por un perdón que sabe es poco probable le corresponda.

El crucifijo cuelga sobre el altar con cansancio de soledades
su sombra cae sobre el borde izquierdo del altar en una mancha
de alguna eucaristía que una mañana se derramó sin deslices
ni perdones que entregar a los rebaños de culpas sin pecados.

Es la casa del Señor y al final de todo cada cual se clausura
y marcha entendiendo que la fe es una mentira muy piadosa
a la que todos tienen acceso para dejar escondidas las faltas
a las que siempre vuelven para que los sueños no se mueran.

® Alfredo Cedeño

lunes, octubre 02, 2006

VOCALES

Para Adriana Rodríguez,
muchacha de letras…

Los puntos de la vida van sombreando cada I
y en la redondez de la penas se cuelgan las O
para que los niños vayan bailando en las U
los abuelos se apoyen a descansar en las E
y mis canciones se hagan amorosas como la A.

® Alfredo Cedeño

domingo, octubre 01, 2006

CONSTANCIA

Ya no quieres mis besos gritas airada
y juras que me vas a matar cuando me veas
pero te dejo este recibo
para que sepan
que los tuyos han sido muy ricos
y que te quise sin mentira
en ese segundo que tu piel me robó la tarde
y fue de miel tu boca
al encallarme en tus senos de seda
y plantarme tus labios en mi oreja izquierda...

® Alfredo Cedeño
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