jueves, agosto 31, 2006

CALLES DE CARACAS 09

En Londres viví en Hendon a las orillas de un parque apoteósico
en Virginia lo hice en Mc Lean en una casa de aromas y dolores
en Puerto Rico fue a la orilla del mar en una playa de azul sin final
en Nueva York me tocó una casa al final de una vereda de cuentos
en Madrid era un piso en plena calle Alcalá al lado de Las Ventas
y ya paro de contar las casas, cuando no hogares o sus simulacros,
que la vida me ha ido regalando en casi medio siglo de vagabundeo.

En una ciudad caminaba cada mañana por sus jardines impecables
en la otra andaba sus aceras con asombro y paz a veces inaguantable
en el mar soñé frenético como pocas veces he podido volverlo a hacer
en el territorio de los rascacielos una novia casi me mata a besos
en la capital ibérica deliré viendo al Sabina cantar y lloré de puro tonto
y paro nuevamente los cuentos porque nunca terminaría de narrarlos
para regresar a mis siempre benditas calles caraqueñas donde nací.

Vuelvo a la Sabana Grande de mis venerables y muy ricos tormentos
a ser el peatón feliz que juega al paisano de a pie que abjura del vehículo
y saluda a cada vecino con un saludo que a veces se dice veloz y al voleo
regreso a estas calles ahora ahogadas en basura y sus rateros correlones
a esta diana inacabable de cornetas abriéndole paso a chóferes histéricos
y a la paz que sólo este pequeño infierno me otorga para poder describirlo
mientras le prometo –y me prometo- que en estas esquinas siempre estaré.

® Alfredo Cedeño

miércoles, agosto 30, 2006

VIRGINIA XIV

Chain Bridge Road deja ver cruces y supermercados
librerías, restaurants, tiendas, consultorios e iglesias
con una modestia fingidamente pueblerina de fe limpia
donde un rancio prejuicio de colonizadores se desliza.

La historia se sigue repitiendo con cambio del elenco
los indios fueron reemplazados por hispanohablantes
los cowboys por conductoras de camionetas y carmín
y los marshalls por agentes acicalados de la vecina CIA.

Jesús y la fe son vendidos con luces brillantes de neón
convocando a manifestar la piedad templos adentro
en los que pastores con porte de brokers exitosos gesticulan
arreando su feligresía como cobardes a su última cena.

Algunas tiendas de licores se asoman casi con timidez
no hay bares de hojas batientes ni mujeres provocadoras
todo parece cubierto de un manto de perfecta monotonía
donde el pudor y las buenas costumbres oprimen la calle.

Pero la ternura termina ganándole la carrera a la eficacia
y le hace guiños a las soledades de propios y forasteros
como aves que se sacuden de arenas blancas movedizas
donde suelen esconderse pulquérrimas canciones de amor.

® Alfredo Cedeño

martes, agosto 29, 2006

PALADAR

Bienvenida tu boca donde encontré los besos perdidos
sacudí las despedidas viudas de amores desbaratados
enterré naufragios de cuartos donde morí de espasmos
y desholliné las paredes del agitado mar del despecho.

Benditos tus labios que me sacudieron ingles y dedos
mataron la fe perversa que a tajos sembraban nostalgias
deshicieron el equipaje de malas canciones inoportunas
y barrieron el fastidio de una melancolía que siempre ganó.

Bienaventurados tus dientes y lengua limpios de pudor
quienes desaguaron las torpezas que guardaba con celo
evitaron que escondiera mis actos lerdos y desafinados
y me enseñaron una danza que había olvidado aprender.

® Alfredo Cedeño

lunes, agosto 28, 2006

ARMADURA

Este corazón cobarde que nunca quiso ganar combates
ahora se regodea en tus manos de orfebre en Florencia
sin saber por qué lo hicimos o si lo sabríamos entender.

Estas ganas sin derrotero, brújula, pasajes, ni equipajes
se amparan en tus piernas de ladrona que me desbaratan
los secretos que naufragaban en las arrugas de mi tristeza.

Esta razón de la sinrazón con la que escarbo en tu cabello
me balancea como nuestras tristezas que parecen cojear
al compás de tus manos desollándome los malos pregones.

Estos instantes limpios de historias indigestadas de pesadillas
son las corazas que se repujan con golpes a la soledad y filtran
la melancolía que nos dejó a la deriva los domingos por la tarde.

® Alfredo Cedeño

domingo, agosto 27, 2006

CODICIOSO

Con hambre de arriero tomo tu boca
para robarme tus gritos de hembra
cuando naveguemos por Venecia.

Arrastro mi lengua en tu paladar
sin encontrar las sensaciones agrias
de las penas que fuiste coleccionando.

En el garito de tu boca apuesto la luz
y mi ropa de domingo la descuelgo
en un te quiero que te robo sin dudas.

Pongo mis miserias en tus pezones
y los lamo hasta deshacer los caminos
que no nos dejaban juntar los besos.

® Alfredo Cedeño

sábado, agosto 26, 2006

BANDOLERÍAS L

Tus cabriolas de duende travieso
se arremolinan contra la tarde
desanudando lejanías
y acercándome cuentos sin tristezas.

Me dices de la vecina Maruja
una bruja fea y peleona
que en la noche sale en una escoba
a recoger pelos de gatos y marranos.

Recuerdas que el panadero
es un pícaro que no da el cambio correcto
por lo que estás pensando
en echarle un purgante a sus dulces.

Afirmas que puedes volar
y abres tus brazos bien grandote
para saltarme encima
con un huracán de cariño que me protege.

® Alfredo Cedeño

viernes, agosto 25, 2006

MARCAS

En mi brazo izquierdo tatué tu nombre con agujas sin suerte
y una tinta que sabía estrellarse contra la soledad y la tarde,
en el derecho puse una ráfaga de besos que te acribillara
las ganas de motivos sin trinos grises de canarios disecados,
y en la boca me puse tus besos con el fatuo envanecimiento
de saberme fuera de quicio como un anticuario en una bañera.

En tu muslo izquierdo dejé mis sellos de ganas indiscretas
cerrando las puertas del olvido con una caricia de temporales,
en el derecho te abrí las ventanas de mis valles de lágrimas
mientras exploraba los cansancios de caricias de tu espalda,
y en la mirada te puse una sonrisa canalla que te tumbó ágil
entre mis sábanas que te ataron la piedad con mi soledad.

® Alfredo Cedeño

jueves, agosto 24, 2006

TEOLOGALES

La caridad es un carro rodando con Elton John
tronando en su camino de ladrillos amarillos
mientras un niño enlaza pelotas con maromas
y se producen culpas sin trincheras enrejadas.

La esperanza es una lastimadura llena de calle
salpicada de faltas acunadas por la inclemencia
hasta que las ruinas de la compasión se posan
como un ave de rapiña entre sombras y arlequines.

La fe es una mercancía que nadie quiere mostrar
y todos la quieren tener guardada entre los desvanes
de una piedad que no saben reconocer ni aún ajena
para poder ampararse de sus propias desgracias.

® Alfredo Cedeño

miércoles, agosto 23, 2006

CALLES DE CARACAS 08

En la avenida el ruidoso enjambre de motos
avanza zigzagueando sin aparente control
riegan esquivas maniobras en el asfalto
con la audacia de un hecho de los infiernos
o una sirena que naciera muerta en la tarde.

El de la moto roja lleva una cita en los ojos
para entregar los documentos del abogado
que anda divorciando a las espaldas albas
de una soledad que crece en sus sueños
con morbosas ruinas de melodías huyendo.

Aquel de la negra avanza contorsionándose
hasta la acera y lleva la derecha a la boca
encierra un beso en la punta de los dedos
y lo pone en el pubis de la hembra adorable
quien recula y le recuerda la madre a todo pulmón.

En la verde va un mensajero ya abuelo y galán
que se atusa el bigotillo mientras mira de reojo
a la rubia del Audi que sube la ventanilla sagaz
dejando entre el humo un aroma de perfumes
como vaivenes de caricias que nunca llegarán.

Otro en máquina azul tiembla pero sin frenar
anticipa el ataque del parafangos que asaltará
su rueda trasera y se desliza como cáscara
que arrastra la lluvia hacia la boca de la cloaca
donde sus sueños y su fortuna caen sin pausa.

De último viene el de la blanca como rabo de nube
arrastra llanto rabioso en su mirada de desánimo
mientras colecciona desprecios en su corazón
que le matan de sed la esperanza de quita y pon
desbaratándole en la calle los besos y la alegría.

® Alfredo Cedeño

martes, agosto 22, 2006

GATOS

Una sobredosis de amor
entre camisas sucias
y una visa que se disfraza
caen enamorándose de tu torso,
emancipan adioses y un Dios
que no llega con el invierno
como un final entre máscaras
de venganzas ruines que lloran.

Una retahíla de gestos suaves
entre tus ganas y muslos
y un camino de mañas
se enredan a tu paso de dama,
rompes mis relojes
y me quitas la ropa arisca
sin querer ser mujer de mi vida
en los compases de un piano de juguete.

Me envenenas de sueños
durmiendo gitana a mi lado en los tejados
enseñándome a besar otra vez
con labios de pecados y emboscadas,
y nos levantamos como gatos
que saben empañarse de ternura
con las manos en la llave
de una puerta que estamos entendiendo.

® Alfredo Cedeño

lunes, agosto 21, 2006

TU BOCA

TU BOCA

Como un visir jugando al escondite
que viene a estrenar hoy sus vicios
llegan tus besos a mis hombros.

Traen perfumes de desempacho
una cadencia de ranas libres
y una manera de follar desatada.

Me imponen el vaivén de puñales
en tu pelvis ensartándose en mi
con la sagacidad de una cobra.

Son manantiales que se derraman
en mi boca adicta a tu pubis
donde robo orgasmos y gemires.

Me alzan con ternura de mujer
que sabe pastorear a su macho
para alcanzar en paz su cama.

© Alfredo Cedeño

domingo, agosto 20, 2006

ABREVIANDO

En el segundo que hay entre invierno y primavera te robo un beso
para que la desdicha sea una mariposa que nunca te arrebole
y te entrego el canto de las sirenas que se bañan en mi ternura.

En el instante que se esconde en tus dedos cuando me escribes
le robo la lámpara a Aladino para que aprendas a volar con miedo
y te entrego el sueño de corazones de las minas del Rey Salomón.

En ese parpadeo de los relojes cuando se envilecen las virtudes
te coloco una mirada asesina de fidelidades y sueños de decencia
que todavía sobreviven bajo el paladar del cielo azul de Caracas.

En el momento que se caen las espinas de las rosas en las plazas
hurto un camello azul de mis tesoros de niño pícaro y resabiado
para encenderte una canción dulce e invisible que simule al amor.

© Alfredo Cedeño

GRACIAS A TODOS!

Queridas y queridos todos:

Esta sucesión de monólogos, ya que no diálogos, o triálogos, o multiágolos, o lo que coñoágolo sea, los agradezco a todos y cada uno. Hasta a quien trata de ofender con una consecuencia y persistencia dignas de más provechosas causas. Lo dije en una oportunidad anterior: “Por norma no aplico censura”, y salvo alguna persona necia, y precisamente por eso, aquí le he publicado a cada quien lo que se le ha antojado decir, especular, inventar, hablar por mi, y hasta de manera temeraria a veces interpretar mi trabajo.

Por ello esta reflexión se justifica. A fin de cuentas cada uno de ustedes ha puesto su visión de lo que ha entendido. Unas veces ha sido divertida, otras dolorosa, algunas triste, también las ha habido desesperantes, torpes, brillantes; de todo ha habido. Algunas veces han rozado la nuez de mi condición, otras me han desesperado, a veces han hecho que la soberbia me encrespe y salte a la máquina para responder pero siempre se impone la vieja alcahueta de la tolerancia. Ha habido quienes me han hecho llorar, y otros reír hasta igual llegar al llanto…

Por todo eso: gracias. Han hecho suya la página y han participado en estos tiempos que nadie hace nada, en que todos se miran el ombligo haciéndolo el centro del universo, han hablado con osadía y con ternura y con pasión y con inocencia. Yo no merecía tanto.

Por todo eso: gracias!

Alfredo

sábado, agosto 19, 2006

VIRGINIA XIII

Me paro vagabundo de cara al Potomac
y enfoco hasta más allá de sus riberas,
donde DC se manifiesta altanera y blanca.

El obelisco se asoma con luz moribunda
cúpulas y monumentos se riegan truhanes
con héroes y bastardos dominando las plazas.

Flores y jardines son barcos de filibusteros
una vieja puta se bambolea por las calles
y un marinero vaga perdido como cenicienta.

Raudas caravanas de poderosos cruzan
entre un ulular amenazante de frenazos
y rostros áridos de policías escoltas inútiles.

Un cortejo de fracasos perfuma las esquinas
en las manos extendidas de los mendigos
que no atinan a arañar la compasión capitalina.

Mientras la noche se abraza al cauce del río
el llanto me arropa y maquillo mi soledad
entre recuerdos de olvidos oxidados en la vida.

© Alfredo Cedeño

viernes, agosto 18, 2006

CARICIA

En tus piernas encontré los latidos perdidos
venían arrastrando recuerdos y poemas esquivos
sonaban a pasos de aromas marinos
marcaban el compás de una danza sin ansias
y se mojaban en la lluvia de tus emociones.

© Alfredo Cedeño

jueves, agosto 17, 2006

BIRLIBIRLOQUE

Ella salió como las culpas de mi casa
sigilosa y cuando menos lo esperaba
dejándome tres orgasmos bajo la almohada
y el corazón roto… lleno de cardenales.

Siempre me dijo que era una historia corta
como los cuentos brevísimos de Monterroso
pero nunca que era un acto de magia
y desapareció entre las mangas de la noche.

Nunca pude saber cuántos besos castos
le cabían en el pubis que me olía a duda
como un submarino en el puerto de Marsella
o una cascada de putas en un barrio chino.

© Alfredo Cedeño

miércoles, agosto 16, 2006

BANDOLERÍAS XLIX

Vengo cansado de la calle y la gente
a entregarte lo que pude rescatar
de un naufragio de la desdicha.

Te entrego la paz de los crédulos
y el último canto de un calvario
donde solo pueden nacer girasoles.

Te compongo una canción de penas
que se pierden en las carcajadas
de los que saben llorar cuando ganan.

Te otorgo una licencia sin vencimiento
que te entregue las palabras prohibidas
supuestas a no permitirte pronunciarlas.

Te fabrico un disfraz de estrella fugaz
para que la vida se abra a tu paso
como una centella colgada a tu risa.

Y te traigo la ropa de un fantasma
para que salgamos a meterle sustos
a todos nuestros benditos miedos.

© Alfredo Cedeño

martes, agosto 15, 2006

NUPCIAS

Te quise hasta olvidarme que sufrir
es el único puerto para el amor
y cedí loco de ganas por tu piel.
Bailé torpe y perdido en tu ritmo
sin acordarme que las danzas
no son más que dulzuras al garete.
Me enfermaste de tu cuerpo liviano
con la carga de un amor atolondrado
donde nada más había olvido.
Una ceremonia impía que ofrecía
las notas desgarradas del cadalso
en que se convierte el maridaje.
Ahora que te retiras del recuerdo
las sombras de la ausencia abren
sus cajones y se sacuden rancias.

© Alfredo Cedeño

lunes, agosto 14, 2006

CALLES DE CARACAS 07

Voy donde el zapatero, dos esquinas después de mi edificio,
y en calma me recibe con una sonrisa triste y un vasito de té,
el sabor se me riega dulce y ligeramente amargo por la boca
descargándome una batería de recuerdos adentro del pellejo.

Le pregunto por su bebedizo y en silencio se va a la trastienda
y regresa con una lata que alguna vez tuvo algunos colores
en la que se ven abundantes las hebras gruesas y cortas
también me asalta su perfume con un bouquet de campiña.

Mi condición genética de averiguador e impertinente se suelta
el anciano, con nueva pero secular sonrisa triste sólo dice: Beirut
como quien deja escapar una lágrima que no se aguanta más
como quien llama a la esperanza con el último soplo de viento.

La avenida Casanova me angosta en la memoria una romería
que me hace revivir una tarde en el paseo de La Corniche
con niños saltando felices alrededor de su inocencia trunca
y viejos como este abuelo fumando sus pipas de cuentos y hadas.

La sonrisa triste y amarilla en media luna del viejo zapatero
me refresca tres atardeceres preciosos en la Gruta de las Palomas
con ese aroma que sólo el Mediterráneo puede regalarle al alma
y que guardo entre los momentos más queridos de mi puta vida.

Retomo la calle con un recibo en la mano y los ojos del abuelo atrás
con su gesto de esperanzas que no mutilan los misiles ni los dragones
y el sabor del te que me llena los recuerdos de la dulce amargura
en mi ciudad que siempre sabe acorralar a la derrota y las retiradas.

© Alfredo Cedeño

domingo, agosto 13, 2006

ARRUMACO

Tu boca llegó entre dragones y banderolas
con explosiones y saltos de carambolas
mezclando lenguas y paladares
destapando llantos sorprendentes
desnudándonos en una ciudad ajena
para ampararnos en la fragilidad maravillosa
de los besos que salen o llegan improvisados.

© Alfredo Cedeño

sábado, agosto 12, 2006

ESPOSA

Ella está casada, se anuncia de felicidad pasajera,
y escarba en la calle quien le soliviante la calma
con desvaríos que le hagan desarreglar su cama.

Pasea entre esquinas en escombros, como su vida,
al compás de los requiebros que le ensartan carreras
desde su pudor a sus fantasías que no sabe ejecutar.

Sus piernas y su culo se ven en fascinante apogeo
de quimeras que se marchitarán, igual que su coño,
entre un rebaño de orgasmos que nunca la visitaron.

Ella está cansada, de exhibir a su anillo y al marido,
no sabe escoger cual es el más inservible entre ambos
y camina coleccionando lascivias inofensivas e inútiles.

© Alfredo Cedeño

viernes, agosto 11, 2006

BANDOLERÍAS XLVIII

Los movimientos en sincronía de tu kata
te llevan como un gato sobre el tatami,
tus ojos se aguzan y buscan el combate
con precisión donde la calma se impone.

El Sensei guía con paciencia tu manita
y el coraje te brota como una caracola
que blinda tu ternura contra la dureza
de los callos que aparecerán pronto.

Aprendes el sanseru de ojo, oído y nariz
abrazados a lengua, cuerpo y espíritu,
haciéndose mellizos de color, voz y olfato
en comunión con gusto, tacto y justicia.

El karategui y tu cabello se empapan
mientras el esfuerzo te hincha el cuello
y necio en mi orgullo paterno te veo volar
como un pequeñísimo guerrero de paz.

Termina el kumite y llegas a abrazarme
con olores y gesto de fierecilla silvestre
que me llena de paz y alcanzamos el Do
al superarnos embriagados de querernos.

© Alfredo Cedeño

jueves, agosto 10, 2006

CALLES DE CARACAS 06

Un perfume de cambur, níspero, lechosa y piña
cabalga la nariz de los peatones de prisa eterna,
el moreno las acomoda con amor sin desolación
y apresta sus artes de taumaturgo para venderlas.

Desgrana su risa diente a diente mientras acomoda
sobre la mesa su cornucopia de texturas y arco iris,
un calidoscopio de aromas que ponen en el asfalto
una descolocada dulzura de vaivenes agridulces.

© Alfredo Cedeño

miércoles, agosto 09, 2006

MODELO

Ella pasa campaneando sus nalgas con altanería
mientras las cornisas muestran gotas desoladas
por una lluvia que no supo regar plazas ni ironías.
Camina disimulando las tristezas que se le enredan
entre los tacones de sus sandalias blancas y rotas
para alzar un cáliz de malos augures con la tarde.
Derivas sigilosas de voces que no saben reclamar
al son de cantos que lloran las plegarias solitarias
de los sueños que se quedaron dormidos y caídos.

© Alfredo Cedeño

martes, agosto 08, 2006

ENERO

Como alondras gemelas perdidas en un río extraño
se resumen las gotas de una lluvia que no termina,
y una melancolía infinita que se desprende sin sosiego
se araña las barbas con una cadencia sin alcances.

El paseo de una gaviota matutina sin ambiciones
va desprendiendo caricias en un sacramento indócil,
y un andaluz riega maldiciones llenas de gracejos
al borde de una bandera que regresa a la memoria.

Abel desnuca a Judas bajo una luna desgreñada
pasando los meses sin calumnias de amanecer,
y Caín pone en una almohada de fidelidades vanidosas
las pedanterías de chiquillas fatuas que pasan vacías.

Los cuervos inmaculados bailan sus bochornos
en una calle arrastrando mecedoras desocupadas,
y una lechuza se aposenta en los pasillos vacíos
de una terraza eclesiástica con ladrillos excomulgados.

Las canciones se pierden oscuras sin alabardas
que custodien pesares de viudas de mis decoros,
y un camello destapa las vocaciones canallas
de una madre desafortunada en su villanía filial.

Seis pasos de una carrera atormentada y ruin
que espejea sobre los días de un invierno compasivo
donde las hojas se mantienen como una amenaza
sin terminar de estrellarse sobre los dolores y el bochorno.

© Alfredo Cedeño

domingo, agosto 06, 2006

PENITENCIA

Si te arrepientes de sentir
te lavas el culo en un baño público
te pierdes de la luna con los lobos
no ves el sol en la mar
y los caballos del tiovivo te abandonan:
las princesas nunca te librarán de ser sapo

© Alfredo Cedeño

sábado, agosto 05, 2006

CÓPULA

Enferma de descaro me encandilas
afincándome tu cintura blasfema
para poner al revés toda mi reserva.

Un amor de domingo en domingo
sin papeles firmados o por firmar
que se desmaya en cada avenida.

Me haces hacer maromas y cabriolas
con el suave vaivén de una caricia
sobre mi espalda morena y altanera.

Por eso muero de hastío sin el beso
que se restriega en la danza limpia
de tu espasmo agonizante de hembra.

© Alfredo Cedeño

jueves, agosto 03, 2006

BANDOLERÍAS XLVII

Escribes con desmaño delicioso
y mi comprensión se expande
encontrando rasgos geniales
que solo mi propia torpeza puede ver.

Brincas atorrante empringado de pantano
y mi asco se desvanece en segundos
como una bolsa de caramelos
en tus manos mugrientamente adorables.

Vas vencedor sobre la pantalla de juego
y mi orgullo se despliega sin control
como abejas en un navío de flores
buscando un bosque de azahares.

Zarpas retador entre sueños de luz
y mi vigilia se estrecha en tus parpados
como luz de luciérnagas perdidas
en un rayo de sol de comienzo del día.

® Alfredo Cedeño
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