viernes, septiembre 29, 2006

BANDOLERÍAS LII

Agarré al sol y lo tumbé
para verlo en tus ojos
con ramalazos del ocaso
y un tono de sacrilegios.

La luna se salvó por poquito
la quería poner a dormir
en tus mejillas coloradas
de bandido sin control.

El mar no pudo
por eso está en tus dedos
bañando de picardías
tus uñas desamparadas.

Los olores de la lluvia
tampoco lograron fugarse
y los sembré a bailar
en tus piernas.

Y la vida, toda entera ella,
por hermosa y solidaria
la dejé colocada
en tu sonrisa de hijo…

® Alfredo Cedeño

jueves, septiembre 28, 2006

SEMANAL

Enferma de descaro me encandilas
afincándome tu cintura blasfema
para poner al revés toda mi reserva.

Un amor de domingo en domingo
sin papeles firmados o por firmar
que se desmaya en cada avenida.

Me haces hacer maromas y cabriolas
con el suave vaivén de una caricia
sobre mi espalda morena y altanera.

Por eso muero de hastío sin el beso
que se restriega en la danza limpia
de tu espasmo agonizante de hembra.

® Alfredo Cedeño

miércoles, septiembre 27, 2006

RULETA

Una noche de cielo estrellado me estrellé
en tu cara de ángel descuidado
con la estupidez pintada en mis ojos.

Otra tarde de encendido ocaso me caí
en tu boca de diabla regenerada
con mis manos disfrazadas de inocencia.

Una madrugada de firmamento oscuro rodé
en los arreboles de tus pantorrillas astutas
con todas las de perder en mi contra.

® Alfredo Cedeño

martes, septiembre 26, 2006

CONVITE

Por tus muslos de gacela mala mañosa
brindo con champagne en un bidet
como pájaro analizado a la luz de Lacan,
quien sabe si como una cría de chorro
o como un cachorro de manantial seco.

® Alfredo Cedeño

domingo, septiembre 24, 2006

DEUDOR

Como un basilisco llegó esa demonia a cobrarme
ya ni recuerdo cuál de mis tantas deudas de amor,
con una costilla seca de cocodrilo prometió castrarme
y con un beso desabrido me ofreció un armisticio
que nunca pude rubricar por más peligros que significara.

Esa furia loca donde tanto deliré hasta querer morir
insistió en su dulce vocación homicida con fervor,
cuando confundido la llamé como quien la antecedió
y sacudiendo el nombre de mi pobre madre me persiguió
puñal en mano para rubricar con sangre el acuerdo.

Confieso que nunca entendí como salté por el balcón
pero sus gritos fueron el plumaje necesario y volé,
con la seria promesa de más nunca dejar otra viuda
y no volver a sucumbir ante unas piernas sabrosas
haciendo promesas de fidelidades que nunca entendí.

® Alfredo Cedeño

sábado, septiembre 23, 2006

NAUTA

En ese aroma de frutos del mar que hay bajo tus brazos
entre tus muslos
y en la fuente de tu boca refrescándome la pelvis
voy descubriendo los mundos buscados por Marco Polo
los mismos que nunca pudo encontrar
porque no supo buscarte, mucho menos tumbarte
con estas mañas que aprendí para ti…

® Alfredo Cedeño

viernes, septiembre 22, 2006

VIUDAS

Allá con su amargura quien pretenda humillarme
que su frustración florezca y se multiplique
como los gatos abandonados en las carreteras
como las culpas de las novias abandonadas
como los llantos de la que no conoce un orgasmo
como los melindres de una solterona sin enaguas.

Bendita sea la rabia de quien busca deprimirme
que sus lastimaduras sean feroces y desconsoladas
como las sobras de las mesas en los parques
como los pasos de una tortuga que nunca llega
como las caricias de los payasos infelices
como las pistas de cariños viejos en el recuerdo.

Para que luego –y sólo después- entienda que soy
una carretera que siempre llega a la orilla del mal
un manto desnudo sin estrellas que bese sus pies
una cadena de equívocos dulces como los higos
una canción llena de compases que no se olvidan
una frágil sensación que no siempre se logra ganar.

® Alfredo Cedeño

jueves, septiembre 21, 2006

VIAJERO

Una tarde en París soñé con juicios de mentira
para ver morir a la verdad entre cunetas de pan
y alquilé mi infierno particular de vicios propios
con la despedida sin perdón de los despechos.

Una mañana en Roma supe que la ley es blanda
cuando no es un travesti o una putica quien peca
y compré mi propia madrastra para tener un baile
sin continuación en las madrugadas ruines en paz.

Un mediodía en Madrid me enteré que no hay luz
más que en unas piernas torneadas y muy ariscas
y salté faramallero a soliviantar una dama gallega
empeñando una pesadilla en préstamo por mi alma.

Una noche en San Juan entendí que la mar es tuya
cuando me llegaron todos sus aromas en tu vientre
y palpe la madreperla de tu coño con mi boca áspera
encontrando la gloria de uno de tus orgasmos ariscos.

® Alfredo Cedeño

miércoles, septiembre 20, 2006

VIRGINIA XVI

La George Washington parkway a veces es de verde tupido
otras es ocre y dorado con tonos de atardecer en sus hojas
también la he visto desnuda, triste y seca como a la espera
o inmaculadamente encantadora arrebujada entre la nieve.

La he visto adosarse con sensualidad alucinada al Potomac
y despegarse majestuosa con aparente desdén de su vera
mientras escala y se lanza en puentes y calzadas onduladas
donde las llantas no saben contar esperas o cantar baladas.

Alguna vez la caminé buscando sin saber siquiera qué buscar
otras, las más, conduje por ella con la rutina de una oficina
a la que nunca llegaban los mensajes de despedidas opacas
o la monótona melodía de las mañanas preñadas de vacío.

® Alfredo Cedeño

martes, septiembre 19, 2006

CALLES DE CARACAS 10

Cada mañana el torneo comienza con un repique de corneteos
clarín citadino que anuncia la clausura de otra madrugada
con su cruenta cuenta de muertos, atropellados y desgracias
el abrirse de otra mañana cristalina y llena de sueños quebrados
que no terminan de ser y siguen siendo pesadillas en duermevela.

Cada amanecer es un duelo sin deudas ni plañideras o deudos
para recoger los restos que la ciudad vomita infalible en su rugir
con la aparente placidez de una viuda que juega a la mujer fatal
sin suicidios que le solucionen la vida en su falta de motivación
ni una frazada que le ayude a ocultar sus desazones perversas.

Cada aurora la urbe se despereza como una gata llena de mañas
afilando sus garras descachalandradas con las que despellejará
a los incautos que se le pongan al alcance de sus melindres putos
entre los espejismos de triunfo que pone de cebo en las esquinas
donde los rufianes saquean la buena fe del que se les pone a tiro.

® Alfredo Cedeño

lunes, septiembre 18, 2006

AUTOPISTA

El asfalto es una serpiente que muerde el valle
y su espesa alfombra verde de samanes y caña
es una sensual cadera que se mece casi impúdica
entre las montañas leves de la golpeada Aragua.

El calor agobia el pellejo de todos sin piedad
y la brisa calma al trópico desatado en la cara
con la esperanza inútil de los corazones rotos
mientras motas de nubes salpican el cielo solo.

La calzada es una lanza sin control de chóferes
que pasan imperturbables entre estos parajes
donde los sueños se pueden multiplicar
y la belleza es una quimera que se hace cierta.

El paisaje luce ingrato y vacío de esperanzas
donde muchachos dejan a un lado el mundo
al cobijo de una pistola que les deja mal vivir
sin poder abordar esa vía de lujos rodantes.

De ciudad a ciudad pasa el camino ya cansado
perdió las cuentas de bocas peregrinas que piden
no es un consuelo para los ruegos de orfandades
entre este valle de tiros que pretende justicia.

® Alfredo Cedeño

domingo, septiembre 17, 2006

GURISA

Para Katia Engler,
por esa solidaridad y amor
tan de ella…



Cámbieme esa cara de malas pulgas o me pongo muy triste
y se esconderá el sol para que se llenen de polvo las hojas
y se van a llenar de plumas de aves desnudas los parques
y se van a poner melancólicas las canciones enamoradas
y se pondrán mustias las flores en las plazas de París
y se quedarán calladas las ranitas de las calles de Caracas
y el Plata se va poner chiquitico como chorro de orín de un cachorro abandonado
y se vestirán muy triste las hembras que van a encontrarse a escondidas
con sus gañanes en los desvanes luminosos
y las ventanas se cerrarán para que no se ampare la lluvia del frío
y se perderán los poemas entre la arena de las playas mas frías del mundo
y se quedarán pasmados los panecillos con que las muñecas
meriendan de manos de las nenas lindas y malcriadas
y no podré seguir aguantando las ganas de llorar
cuando veo esos ojos de tigra que no saben si quererme o no...

® Alfredo Cedeño

sábado, septiembre 16, 2006

BANDOLERIAS LI






Porque, después de todo,
la vida se impone
y nos rescata siempre…







Si me ves con esos ojos de gato
se desbordan los ríos en la tarde
se abren los caminos para las frases lindas
se cierran los llantos en los camposantos
se sueltan los cantos de buenaventura
y vagan las sombras lejos de ti y de mi.

® Alfredo Cedeño

martes, septiembre 12, 2006

LUTO

Mi amigo me mira con ojos destemplados
y la voz se le suelta letra a letra
habla con la desolación que no quiere decir
lo que termina soltándome a voz desollada.

Cómo duele un hijo carajo! Cómo duele…

El segundo de los varones se suicidó
y el dolor nos deja sin fuerzas ni para llorar
y un abrazo mudo nos sacude impotentes
y el maldito llanto no podemos sacarlo.

Cómo duele un hijo carajo! Cómo duele…

Mi queridísimo amigo se me desmorona
y no se qué diablos hacer con mi torpeza
y busco el cielo por la ventana tratando de rezar
y de ver cómo manejar tanta impotencia.

Cómo duele un hijo carajo! Cómo duele…

Al rato alcanzo casi a ciegas la calle
y puedo sollozar
y puedo gritar
y puedo derrumbarme.

Cómo duele un hijo carajo! Cómo duele! Así sea ajeno…

® Alfredo Cedeño

lunes, septiembre 11, 2006

ERES

Para la luna…

No serás Alicia Machado pero tus muslos son más accesibles
y, sólo por eso, es que estás infinitamente mejor que ella
por ello y todos aquellos silencios impuestos por la decencia
es que la reduces a casi menos que nada cuando besas
es que dejas a Cleopatra como una debutante de pudores
es que pones a Catalina –la de Rusia- cual adolescente
es que queda Elizabeth Taylor muerta de la verde envidia
es que Sharon Stone queda como lo que es: una doña calentona
y a mi me dejas con una felicidad que ya quisiera Brad Pitt.

® Alfredo Cedeño

domingo, septiembre 10, 2006

DIEZ LUSTROS

Hoy décimo día del noveno mes del sexto año, segundo milenio,
entro al medio siglo de vida feliz, impertinente e irresponsable
con mi eterna truhanería que aprendí para pesar de mis padres
quienes hicieron lo imposible para que fuera un ser decente
que pusieron lo mejor de ellos mismos para hacerme alguien.

Lo hago a veces eufórico, otras melancólico, algunas triste
de repente despechado, de vez en cuando con las maletas rotas
y puestas en la puerta o hasta lanzadas por una ventana
con la sorna de una vida que ya pasó la mitad de lo asignado
y la seguridad que las penas son un fardo que no quiero llevar.

Avanzo buscando mis sombras para ampararme de mi corazón
que no aprendió a quedarse quieto ni aún capitulando enamorado
que aturdió a las mensajeras de bienaventuranzas con picardías
que ofreció villas y castillas para robar besos, coitos o adioses
que no supo ser recatado porque detesta la dignidad por simple.

Blasfemo, impertinente y consecuente con la palabra sin barreras
con la magia de un buen culo ante ojos, manos, piernas y balano
con las enaguas de la Maja Vestida bajo mi almohada para soñar
con los efluvios de mares que cada coño ha traído a mi vida arisca
con los compases de las danzas que no supe ni pude aprender.

Ahora hago votos de continuidad como iluso confeso y profeso
entre esperanzas de los besos que mendigaré si es necesario
entre caricias que robaré si es llegado el caso o creo pertinente
entre promesas de amor eterno que seguiré haciendo por un día
entre cariños tímidos o pasiones de mujeres delirantes y firmes.

Hoy renuevo mis preces de tunante bondadoso pero sin remedio
donde las ilusiones seguirán siendo el pan de cada noche y día
donde los requiebros cada vez serán más asertivos y eficaces
donde las ganas serán una tarde donde el sol nunca se ponga
donde los mensajes de amor se harán cada vez más insolentes.

Prometo que no jugaré al decente pero tampoco seré un viejo verde
por respeto a mi propia decadencia corporal que ya no lo permite
por resguardo de la escasísima moderación que me impone el pudor
por consecuencia con este Edipo no resuelto que todavía arrastro
por cuidarme dentro de mi propia bellaquería sin arreglo posible.

Ofrezco mi testimonio que reincidiré cuantas veces crea necesarias
para velar la maltrecha dignidad de los maridos engañados conmigo
para desaparecerme discretamente de aquellas que ya no me toleren
para regalar goces entre los muslos que a bien tengan entretenerme
para desbaratarme con los besos que encuentre en Caracas o Moscú.

Garantizo insolencia, de rufián, y ternura, de conejo inerme, al reír
como la sonrisa de la ninfa que se sabe pasto de las ganas infames
como el parpadeo de las plazas donde los amantes follan indolentes
como los chorros que no pueden lavar las culpas de los apóstatas
como la soprano que no aspira mas que el amor de su propio Otelo.

Por todo ello y lo que prefiero callar por el decoro de los demás
espero no pase otro medio siglo antes de vestirme de madera
y que el mundo no tenga que seguir soportando mis desplantes,
que he ido perfeccionando con la alevosa condición de ser feliz
aunque en ello se me hayan colado algunas lágrimas desconsoladas.

® Alfredo Cedeño

sábado, septiembre 09, 2006

COHETE

En tu culo de parapente fui Ícaro
y los hermanos Wright unos infelices
que jamás pudieron alzar su vuelo
sobre la majestuosidad de esas nalgas
donde el sol y la luna son bagatelas.

® Alfredo Cedeño

viernes, septiembre 08, 2006

VIRGINIA XV (Cementerio de Arlington)

La muerte es un espectáculo de lápidas
con saltos de paseantes que deambulan
sin entender mucho por donde moverse
mientras van como un ganso miope sin destino.

Un rosario sin fin de cadáveres y dolor
hechos altares de un sentimiento ambiguo
donde el dolor de deudos y la vanidad patria
se entreveran sin saber para donde avanzar.

® Alfredo Cedeño

RETIRADAS

Un juicio final sin prisas plebeyas
en un olvido de pálidas canciones
como bolero derrotado en un bar
o reloj verde en un cuadro de Dalí.

Una víspera de nadie sabe qué
donde los ausentes ven el mar
como una rosa mustia de Pierrot
enterrando sueños de Colombina.

Huida del mundo con címbalos
que se despiden cantando versos
de ilusiones sin un poco de amor
para regar temblores en el mar.

Un beso derrotado como borracho
a las puertas de un burdel en quiebra
o un gato sin tejado para pasear
sus pesares de celo sin contentar.

Colgadura de sostenes sin base
donde los recuerdos se desesperan
mientras un violín vaga silencioso
contando los compases de un vals.

Y las despedidas me llenan la vida
como preciosas playas de Borinquen
como infinitas carreteras de Guayana
como lánguidos besos del despedirse.

® Alfredo Cedeño

miércoles, septiembre 06, 2006

SIMULADORES

Ella insistente me pidió fidelidad
y, alevoso, le ofrecí hasta el alma
con tal me dejara siquiera olerla.

Yo no ofrecí porque ni sombra tenía
pero hubiera querido el Coliseo
para ponérselo entre las piernas.

Ella no exigió porque tampoco quería
más que tumbarme con mañas
ocultas entre su estampa de niña.

Los dos saltamos como fieras
a comernos las ganas mutuas
que bellacos aprendimos a simular.

La mariposa del dolor se quedó fuera
y volamos sin pasar por el amor
a pagar los peajes de la decencia.

® Alfredo Cedeño

martes, septiembre 05, 2006

VACÍO

Una tarde vestida de lejanías llegaron tus manos
con el desparpajo de la primera caricia adolescente
con la perfidia del último beso del marido suicida
con los llantos de la cabaretera que ríe al follar
con la alevosía de la bailarina que se deja tumbar
con la mansedumbre fingida de una abeja africana.

Y una noche desnuda de compasión llegó tu voz
con la engañosa levedad del único beso de amor
con el bamboleo sin fin de los barcos al encallar
con los aromas dulces del cianuro al destaparse
con la firmeza de la despedida del despechado
con el ronroneo de la gata que desgarra al ratón.

Para dejarme sin voz, canto, comparsa, ni bailes
como un carnaval sin disfraces, ni danzas, ni ron
como una procesión sin santo en Semana Santa
como una canción de amor sin ganas ni novios
como un abrazo cálido sin tener a quien dárselo
como la desesperanza al recordarte en mi cama.

® Alfredo Cedeño

lunes, septiembre 04, 2006

PIERNAS

La dama de excelente artes
para algunos
y de muy dudosa reputación
para algunas
pasa entre ambas orillas,
entre los que mueren por ella
y las que la matarían por pura envidia,
con la desenvoltura de las flores
que pasan rompiendo corazones
y el desparpajo de una traición
que el mundo siempre sabrá perdonar.

® Alfredo Cedeño

domingo, septiembre 03, 2006

REPIQUE

Una campana que agitan y no suena
como los amores necios de una beldad
a la que ya arrinconan los calendarios
como las caricias de un aristócrata
sin plebe sobre la que vaciar su impotencia
como una escritora que no pudo volar
entre los cabellos dorados de una libélula
como la lectura sin tráfico de una cúpula
donde se esconden los relojes con sueño
como el desierto de una fotografía mojada
por lastimaduras de ternura nunca obtenida
como las viejas vías olvidadas en un desierto
donde sólo corren el viento y las serpientes
como los dolores de una gaviota contaminada
por un carguero hundiéndose en el Caribe
como un lagarto empantanado sin víctimas
que comerse una tarde de angustias
como una vitrina sin clientes a los que tentar
con su carga de ilusiones sin sentido ni orden
como un desalmado buscando la próxima doncella
que le haga creer que él la supo engañar
como los pasos sin control del homicida confeso
que no supo llegar a ser un escapado
como una pared de utilería sin adornos que la vistan
o que le hagan sentir que tiene quien la defienda
como una serpiente que no puede cambiar la piel
en medio de una fiesta de amores trasnochados
como una casa de muñecas sin ilusiones
que la llenen de niñas risueñas retozando
como una película barata sin heroína por salvar
pero con dos galanes de sonrisas falsas
como un viejo gabán con lustros sin empaparse
y que ya se olvidó del olor a jazmín de la lluvia
son las llamadas que nunca podrán atender…

® Alfredo Cedeño

sábado, septiembre 02, 2006

COLORES

Ando con los caballos negro y blanco de la insolencia:
uno azabache puro como desesperanza de menesteroso
cuando le niegan la limosna del pan y el aguardiente,
el otro nevado perverso como tus senos al levantarte
después de haberme exprimido verga, delirio y ganas.

Recorro el mundo con los abejorros grises del descaro:
uno gris espeso como conflictos de países que se comen
los desgarros de su propia nacionalidad para emboscarse,
el otro gris diluido como las chiquillas de piernas viciosas
persiguiéndome en mis sueños de idiota sin consuelo.

Escarbo el destino con azul y rojo de los delirios rotos:
el añil de los mares donde las algas destierran los peces
y las olas son aves crueles que cobran sus herencias,
el escarlata de los atardeceres sin sol que esconderse
y donde las mesas sólo sirven tragos helados de cicuta.

® Alfredo Cedeño
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