miércoles, mayo 27, 2020

OTRAS VIDAS


                Sabemos que al morir nuestro cuerpo terminará convertido en polvo, ello luego de ser pasto de los gusanos y atravesar un largo proceso de descomposición; también ocurre cuando unos, tal vez urgidos por llegar al final, optan por la ahora muy en boga incineración. También puede ocurrir que, tal como los faraones, o Lenin, o Stalin, o Evita Perón, o Mao, se opte por ser embalsamado.  Sin embargo, hay sus excepciones como es la de aquellos fenómenos, relacionados en su mayoría a la iglesia católica, ocurridos en los cuerpos de San Juan de la Cruz, cuyo organismo conserva, luego de cuatro siglos, flexibilidad; también permanecen incorruptibles San Bernardino de Siena, San Juan Bosco, Santa Catalina de Siena, San Diego de Alcalá, San Francisco Javier, San Juan Nepomuceno Neumann, San Juan María Vianney, Santa Rita de Casia y San Vicente de Paúl, por citar algunos.
                La incertidumbre en lo que hay después del último sueño es infinita. Hay una enorme cantidad de suposiciones, teorías y demás cosas conexas en torno a qué pasa con el alma, la mente, la conciencia, la energía, o como quiera usted definir nuestro hálito vital. Una de las tantas especulaciones tiene que ver con la religión hinduista donde existe la reencarnación, supone dicha propuesta que luego de muerto regresamos a la vida a purgar los llamados karmas, o cuentas pendientes que nos quedaron; cuentas que pueden ser muy abultadas porque, según afirman sus acólitos, ellas son acumulativas hasta tanto no saldes tus cuentas con el Universo. Atentos con lo siguiente: dicho renacer en este mundo no implica que sea en un cuerpo humano. El ya citado karma debe ser resuelto para lograr la liberación del ciclo de vidas en este mundo material y alcanzar el Nirvana o Paraíso.
                Hay cualquier cantidad de ejemplos de dichas reencarnaciones y recurren a la comparación física para respaldarlo. Por ejemplo se asegura que Anthony Hopkins es el calco de Sócrates, Sylvester Stallone del Papa Gregorio IX y Leonardo DiCaprio de la damisela Judy Zipper. Como pueden ver hay de todo y para todos. En Venezuela también ha habido mucha tela para cortar, hay quienes afirman que más que reencarnación son procesos de la madre naturaleza que no tiene límites para manifestar su bondad y su maldad. Respecto a esta última una que recuerdo mucho es la supuesta paternidad del sátrapa Juan Vicente Gómez del no menos sanguinario déspota soviético Stalin.  La tesis en cuestión asevera que la madre del patizambo georgiano había sido  maromera en un circo que visitó Colombia y allí el tachirense había plantado su simiente en ella; las comparaciones, fotos en mano, de la semejanza física entre ambos engendros producían sesudos análisis de la huella homicida que calzaban uno y otro.
                En esta búsqueda desesperada, urgente, vital, por entender nuestro drama ya comienzo a escarbar en los planos esotéricos y genéticos. ¿Será que Goebbels reencarnó, por nombrar un  par,   en los ministros Villegas y Rodríguez? ¿O será que sus abuelos, o abuelas, tienen ascendencia germana y no nos hemos enterado de ello? Veo la habilidad prodigiosa del régimen y sus operadores para manipular las emociones de manera increíble. Usted observa y ve como hacen subir desaforadamente las expectativas, para luego sumergirlas en una sima tan oscura como la perversidad de sus creadores y ejecutores.
La payasada de la invasión y la no menor puesta en escena de la gasolina me lo confirman. A la par de todo ello ocurren cosas que incrementan la velocidad de este carrusel desquiciado en que nos mantienen estos hijos de su madre. Vemos a Franklin Durán, otrora hombre del régimen y quien prefirió pagar tres años de prisión en una cárcel de Estados Unidos a revelar los nexos rojos con la célebre maleta de dólares de Antonini Wilson ser alojado en El Helicoide.  Pero como la sevicia roja es transversal vemos en Lara a la “juez” Ana Tovar  encarcelar a un muchacho, Luis Pérez, con síndrome de Down; el cometió el horrísono delito de cacerolear a la pesadilla roja. Por otro lado, y ya me saltarán los corifeos y plañideras de la mal llamada oposición, la alternativa gubernamental a este infierno sigue sumida en el misterio y la escasa claridad. ¡Ay de aquel que ose pedirles rinda cuentas!  ¿Será que estamos desahuciados y ni la vía de la reencarnación nos otorgará consuelo?

© Alfredo Cedeño 

miércoles, mayo 20, 2020

ANALES ROJOS



                La historia muchas veces se manifiesta con jugarretas de gata díscola, cuesta seguir  su humor retorcido. Cuando Hitler comienza su asalto al poder, por vía electoral, en los años 30 del siglo pasado obtuvo el 33% de la votación; cuando el hijo ilustre de Sabaneta, en diciembre de 1998, recorre el mismo camino obtiene el 33.35%  de los electores inscritos en el Registro Electoral. Sin embargo la maquinaria de propaganda roja siempre ha hecho énfasis en que obtuvo el 56.20% de los votos. Tampoco hacen mención que en las elecciones parlamentarias, que se habían celebrado cuatro semanas antes, su partido no llegó a obtener el 20% de los curules en disputa en ambas cámaras. Sin embargo, manejando los resortes del miedo, y quién sabe cuáles otras triquiñuelas, lograron imponer su criterio de convocar una Asamblea Constituyente que fue incluso aprobada por las máximas instancias judiciales de aquellos días.
                Los guiños históricos son pavorosos: un año más tarde de ganar la primera elección Hitler obtiene 92% de los votos, igualmente Chávez pasado un año impone su constitución a la medida con casi 90% de los votos. Poco importó en el caso venezolano los anuncios hechos de un potencial desastre humano y ambiental por las intensas lluvias que por largas semanas habían azotado el centro del país. El comandante intergaláctico el día antes de esas elecciones, en medio de una rueda de prensa, cuando todavía las había en nuestro país, respondió a los reporteros que le preguntaban si las lluvias podrían afectar el curso de la votación: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Seguramente el hijo de doña Elena se sintió Bolívar en medio del terremoto de 1812.
                Del desastre del deslave de Vargas se ha escrito, y seguramente se escribirá, de manera exhaustiva, pero la maquinaria comunicacional rojita siempre se ha hecho la gualberta ante la realidad que demostró, de manera muy clara, el poco interés que la vida de los ciudadanos tenía para el señor Chávez.  La prensa española, recuerdo en este momento, revelaba que el gobierno nacional no había atendido una recomendación hecha desde Defensa Civil de declarar estado de emergencia nacional ante la catástrofe que veían inminente.  En aquel documento al que hacían referencia se leía: “La situación es de tal magnitud que se requiere crear un Comando Ejecutivo de Emergencia”.  El citado escrito lo entregó el ingeniero y oficial del cuerpo de bomberos aeronáuticos Ángel Rangel Sánchez el 15 de diciembre a las 2 de la tarde.  Los hechos demostraron sobradamente el efecto que tuvo en las altas esferas gubernamentales la campanada del funcionario.  Nunca se han detenido los voceros de la peste roja en los daños humanos que se pudieron evitar, para ellos siempre fue el poder su objetivo y para lograrlo no se detuvieron, ni detienen, ante nada.
                Debo decir que el ecumenismo rojo es “de librito”. Ellos no dejan de tomar de donde sea los elementos que les ayude en lograr lo que buscan. En el marco de la Segunda Guerra Mundial Goebbels en su diario manifestaba su asombro ante el uso que hacían los bolcheviques de altavoces para anunciar sus acciones. Jugada típica de los soviéticos: Actuar con audacia, a la luz del día, hablar sin cortapisas ni disimular sus intenciones.  Lo cual tampoco es de su uso exclusivo, porque al leer  Mein Kampf se encuentran los planes y subterfugios de Hitler para llegar al poder. Chávez nunca dejó de anunciar que iba a conquistar el poder, ni de que buscaba eternizarse en su ejercicio. Aunque ello significara la literal desaparición de una parte del país.
                Luego del desastre de Vargas una de las cosas que se buscó fue borrar de manera fulminante todo rasgo de desidia oficial en el manejo de esa eventualidad. En las primeras de cambio se manejaron cifras escandalosas de víctimas. La oficial Defensa Civil llegó a hablar de 30 mil “sepultados” mientras que George Weber, representante de la Cruz Roja Internacional, calculó en 50 mil víctimas el saldo de la jornada. Sin embargo, surgieron voces como la del antropólogo Rogelio Altez quien afirmó en su momento a la BBC: “Mi análisis de los documentos forenses, de los cementerios en los que se enterraron los cadáveres y entrevistas con los afectados no arroja una cifra superior a los 700 muertos”. Altez también dijo en esa oportunidad que las cifras que se manejaban de millares de fallecidos eran irreales y que todo se debía a que “miles de muertos traen miles de millones de dólares en ayuda y se hizo un gran negocio con la reconstrucción”.
                Como todo sistema totalitario el chavismo-madurismo-castrismo siempre achaca a los otros la causa, responsabilidad, goce y disfrute de los males que ellos han propiciado sobre Venezuela. La destrucción de PDVSA es obra y gracia de los golpistas meritócratas, el acabose de Guayana y Amazonas  se debe al bloqueo criminal del imperio, la aniquilación de nuestro sistema público de salud es la manifestación de la conspiración criminal de los agentes del sionismo internacional  contra la autodeterminación de los pueblos, el desastre económico es producto de los apátridas que aspiran a imponer el dólar como santo al cual adorar, la desgracia educativa es un flagelo que desde las universidades conspiradoras se dedican a contagiar criminalmente a nuestros niños…
Y así se nos ha ido –y se nos va– la vida, mientras el mundo, de cuando en cuando y para salvar las llamadas apariencias, hace algún saludo ceremonial en el que exige el respeto a los derechos humanos. Quieren que no sea tan obvio el absoluto desinterés por nuestra tragedia. Tampoco es de buen tono que los señalen como celestinos de un deslave suficientemente anunciado.

© Alfredo Cedeño

miércoles, mayo 13, 2020

PALABRAS CORRECTAS


Pocas cosas han cuidado tanto los dirigentes sociales –sean guerreros, gobernantes, empresariales, religiosos, o cualesquiera sea su naturaleza–, como lo que dicen o escriben. En el escenario político la vigilancia de lo expresado es minuciosa, suele ser seguido con puntillosa atención por tirios y troyanos; en muchas ocasiones los mensajes emitidos no son directos o transparentes pero, por lo general, tratando siempre, por lo menos hasta corto tiempo atrás, de expresar lo necesario. Por ello, las acciones que se toman en dicho ámbito tienen muchas veces un carácter simbólico.
         La diferencia que hay, por poner un ejemplo, entre despido y renuncia es abismal.  Y ello está expresado claramente en el propio lenguaje. Me remito al diccionario de la Real Academia Española, allí se lee en lo que tiene que ver con la segunda palabra, en su tercera acepción: Dimisión o dejación voluntaria de algo que se posee, o del derecho a ello. En cuanto a la primera hay varios significados: Soltar, desprender, arrojar algo. Despedir el dardo, la lanza, la piedra. Alejar, deponer a alguien de su cargo, prescindir de sus servicios. Despedir al criado, las tropas. Dicho de una persona: Apartar de sí a alguien que le es gravoso o molesto.
         La política venezolana ha presenciado unos cuantos despidos, unos más sonados que otros. Y por lo general todos ellos han traído consecuencias, mucho se ha especulado en torno a una destitución fulminante hecha por Carlos Andrés Pérez en su primer mandato y que luego le ajustaría cuentas en su segundo periodo constitucional. También se han visto unas cuantas renuncias, unas más sonadas que otras, como aquella del sabanetero ilustre de quien informó en su momento el entonces Inspector General de las Fuerzas Armadas Lucas Rincón Romero: “se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó”.
                Como se puede ver hay una diferencia, que suele ser una deferencia en el segundo de los ejemplos. Usted le otorga el beneficio de una retirada honorable a quien, por una razón u otra, se le quieren guardar ciertas consideraciones o evitar una posible escalada de ciertos conflictos.   
                Todo esto me da vueltas en la cabeza ante las “invasiones” llevadas a cabo por un grupo de mercenarios que buscaban capturar al señor Maduro. Debo confesar que un bodrio de aquellos que se transmitían en los principales canales televisivos criollos, y que calzaban la firma de las cubanas Inés Rodena o Delia Fiallo, eran menos pintorescos que lo mostrado por el aparato comunicacional rojo. No voy a embestir el capote de si eran patriotas o mercenarios quienes escenificaron tal mascarada, que solo ha sido de utilidad para la peste roja y sus cofrades. Como bien saben todos, el silencio de la “dirigencia” opositora fue sepulcral mientras que la alharaca de los sufridos herederos de Chávez y Maduro parecía propio de un tropel de guacharacas agarradas por la cola.
                Bien se ha dicho que la derrota es huérfana y fue en lo que pensaron muchos ante la mudez de los supuestos promotores de semejante gesta. Los conspiradores, de contrato firmado  y creo que hasta notariado, también empezaron a entonar sus cantos, al decir de muchos logrados con una afinación oficial de carajazos a tropel, y comenzó el desfile de nombres.   La puesta en escena era tan burda que nadie podía creer nada de toda aquella cuchipanda.  Hasta que apareció el “asesor”, el héroe de las mil batallas electorales, el samurái del millón de victorias, con gesto agrio y voz de abuelo apaciguado, para anunciar que él, en su condición de genio estratega del encargado, si había firmado y que si había contratado al batallón de Los Doce del Patíbulo  para que capturaran al nefasto usurpador…
         A todas estas, las voces de los “dirigentes” seguían sin salir a escena. Y el guerrero salió en todas las partes habidas y por haber, viviendo el mantra establecido en 1968 por Andy Warhol: “En el futuro, todos serán famosos mundialmente por 15 minutos”.  Y el silencio seguía dominando. Hasta que el propio señor del kimono y las espadas apareció anunciando que renunciaba a un supuesto Comité de Estrategia.  A lo que quiero llegar es: ¿Merecía el honor de la renuncia este señor? ¿Por qué no fue echado a cajas destempladas en un primer momento? Este caballero que presume de ser un luchador que se rige por el Bushido se burló de las 7 virtudes del guerrero que contempla dicho código: Justicia, cortesía, coraje, honor, benevolencia, honestidad y lealtad.  Sin embargo vemos ahora como la “dirigencia” le trata con el respeto de un shogun victorioso.
         ¿Cuáles cree usted que son las palabras que merecen en este episodio lamentable cada uno de sus intérpretes? Cuando escribo suelo escuchar música, hoy oigo a Ismael Rivera y, como si el sublime negro  de Santurce me leyera, entona Comedia, de Plácido Acevedo:
En el gran escenario de la farsa la comedia
de esta vida es inhumana...
hay payasos llevando armadura fría
y tenorios que no tienen ni una espada...

© Alfredo Cedeño 

miércoles, mayo 06, 2020

NO ES ATILA, ES MADURO



                Se desconoce exactamente el lugar de procedencia del mayor caudillo de la tribu Hunos, que provenía de la región central de Asia. A mediados del siglo V de nuestra era, específicamente desde el 434 hasta su muerte en el año 453, logró imponerse en los territorios que abarcaban desde la Europa Central hasta el mar Negro, y desde el río Danubio hasta el mar Báltico. No fue gratuito que en Occidente lo bautizaran El Azote de Dios, hizo y deshizo al punto de poner en jaque al Imperio Romano, que ya estaba en franca decadencia, sitió Constantinopla, invadió Los Balcanes en dos oportunidades, arrasó Galia, y así hasta más no poder.  De allí surgió aquella frase de que donde pisaba su caballo no volvía a  crecer la hierba. 
                Necesitó morirse el que fuera descrito por Prisco de Panio, un historiador bizantino que acompañó en el año 448 a Maximino, embajador de Teodosio II el Joven ante el caudillo asiático, de esta manera: “Corto de estatura, de ancho pecho y cabeza grande; sus ojos eran pequeños, su barba fina y salpicada de canas; y tenía la nariz chata y la tez morena, mostrando la evidencia de su origen”. Los desmanes cometidos por este hombre sin cuna conocida –cualquier semejanza con el que no se sabe si fue en Cúcuta, en El Valle, en La Charneca, o en Tucusiapón de Abajo es mera coincidencia–, fueron documentados de manera abundante. Como bien se puede suponer muchos aliños han servido para aderezar sus tropelías.
                Muchos en muchas ocasiones han tratado de establecer algunas similitudes entre la Peste Roja, nombre de la llamada pandemia Socialismo del Siglo XXI, con el huno. Pero… ¿Hay real comparación entre ambas ocasiones? El líder asiático fue el único gobernante del Imperio Hunnic y los Hunos después de ejecutar a su hermano y co-gobernante. Arrasó numerosas ciudades del Imperio Romano, acabó con gran parte del Imperio Romano de Oriente y sus fuerzas, así como los Balcanes; impuso muchos tratados de paz, los cuales le significaron inmensas ganancias financieras, aunque luego hacía exactamente lo que le daba la gana e irrespetaba los términos de dichos pactos; amasó poderosos ejércitos en diferentes oportunidades.   ¿Acaso el heredero de Chávez y su combo pueden exhibir un palmarés semejante?
                Sin entrar en detalles específicos, puesto que necesitaría una cantidad infinita de páginas para hacerlo, pienso en la destrucción operativa de la “gallina de los huevos de oro”, léase PDVSA, que luego de ponerla en estado agónico nombran a Asdrúbal Chávez como su presidente. Este ingeniero, nacido en los agrestes saladares de Santa Rita, que antes de la llegada al poder de su primo Hugo Rafael la mayor responsabilidad que había logrado en la industria petrolera era la de ser el coordinador del equipo de softbol en la refinería El Palito, será respaldado como superior jerárquico por el criminólogo Tareck El Aissami, ese por quien el “Emperio mesmo” está ofreciendo diez millones  de billeticos verdes, como ministro de petróleo. No puedo dejar de pensar en la masacre de más de 40 reclusos en la cárcel de Guanare, o el enfrentamiento nocturno con armas de guerra que ya casi lleva una semana entre malandros en los callejones del barrio José Félix Ribas de Petare.
                Esta caravana de héroes bufos ahora se dedican a marear al país entero, y darle argumentos a sus celestinos Urbi et Orbi, con las “invasiones” de Macuto y Chuao. Para decir mentiras también se necesita talento, y esta recua de acémilas solo lo tiene para hacer daño.

© Alfredo Cedeño 

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