Son cinco mis hadas protectoras
varios súcubos bienhechores
algunos elfos tutelares
numerosos ramos de violetas
y una duende muy querida;
todos me dicen: es sano dar aviso
a las aprendices de brujas
tarotistas aficionadas
astrólogas de medio pelo
y charlatanas de la cuántica
de que tienes vida y corazón blindados
así que… deben atenerse a las consecuencias.
© Alfredo Cedeño