Hay días en los que ejercer el oficio de periodista es la más hermosa de las recompensas, permite ser testigo de proyectos que conmueven y llenan de emociones que no se pueden explicar. Hoy fue uno de esos días.
El jueves (28 de mayodel 2009) acompañé por las montañas de Calembe, en el estadoTrujillo, 400 kilómetros al oeste de Caracas, capital de Venezuela, a dos “bibliomuleros”, en una de sus jornadas de distribución de libros entre los niños campesinos de la escuela de esa comunidad. Allí los niños acuden diariamente luego de caminar varios kilometros por la montaña.
Las bibliomulas son parte de un programa ideado y puesto en práctica por la Universidad Valle del Momboy, a través de la Red de Escuelas Rurales Emprendedoras. El objetivo es vincular a estas comunidades que permanecen en relativo aislamiento con el mundo moderno
Niñas y niños recibieron a las bibliomulas con particular emoción y luego de ver los libros que esta oportunidad llevaban Chiquito y Cenizo, en una de las aulas de la modesta escuela, seleccionaron los que cada uno llevaría a sus humildes viviendas.
Tal vez esta noche más de uno se dormirá sonriendo después de haber sabido que hubo una vez en la que principes, princesas y dragones andaban sueltos por el mundo. Quizás alguno soñará con un campesino que sembró una mata que creció hasta el cielo… Es verdad: hay días en los que ejercer el oficio de periodista es la más hermosa de las recompensas.
2 comentarios:
Es grato encontrar lo que se "Hace" con tanto cariño en espacios como éste; muchas gracias por mostrar parte de lo que desde la Universidad Valle del Momboy, estamos haciendo por el Desarrollo Humano Sustentable de nuestro Estado.
Maestro... que bonito eso de biblomuleros, yo particularmente no sabia de esa Universidad Valle del Momboy, y le cuento que es muy rico leerlo y sentirlo con tanta noblesa y dulsura. Y de las fotos le cuento que confirman lo que digo.
Gracias
Soledad
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