Esta aldea donde crecí no tiene la prosapia de Berlín
menos la de París, Londres o Madrid.
Sólo un puerto lleno de luz y un sentimiento de libertad
que me mantiene fuerte e insolente
para caminar sobre escenarios de tragedias
donde el abandono hace pasto para la desolación.
Azul de la mar recogiendo sal y turquesa
añil del cielo entrampado de luceros
verde de monte escondiendo conejos y lagartijas
ganas de vida entre piedras y besos de abuela
y un equilibrio que me desbarata los recuerdos.
© Alfredo Cedeño
5 comentarios:
Gracias, Alfredo, por este joya poética. Cuando la leo, me veo yo mismo retratado en San Cristóbal, en esta aldea en que la soledad psíquica me acompaña. Parece que me leiste la mente. Felicidades. Gracias mil en sinfonía plural. Cristorly
Su pagina se me ha convertido en una exploracion obligatoria, diaria e indispensable.
Hermoso.
Devienes en esta aldea breve, empapado de mar y con gaviotas que aprenden a volar.
... precioso escrito, Alfredo. "ganas de vida entre piedras y besos de abuela y un equilibrio que me desbarata los recuerdos." El cierre: exquisito! Cris
Alli en ese puerto que te vio crecer .....desvastado por la naturaleza y la disidia de muchos.......evocando recuerdos de tu niñes .........guardados , besos de abuela....que sacuden tu interior
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