miércoles, mayo 24, 2006

VIRGINIA VIII

Nubes que cabalgan feroces
corren como los tranvías
buscando estaciones de carga,
ramas sin brotes se doblan
entregándose sagaces y sepias
a las carantoñas de dos urracas,
la retícula de mi ventana corta
los pinos con atuendos blancos
donde los piñones centellean,
los avisos de una autopista vacía
resuellan en los espejos vecinos
donde un petrel cae extraviado
y una manceba me aguarda rijosa
en el borde occidental de su cama
afilando sus garras para mi espalda.

© Alfredo Cedeño

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un giro en su escritura por los recientes textos.
En virginia VIII, lo siento mucho más -Nubes que cabalgan- los -tranvías-, lo urbano -de una autopista vacía-, y lo metafórico - resuellan en los espejos vecinos- del mismo dan esa atmósfera como sello de la vivencia.
Bien. Muy agradecida

Milagro Haack

Anónimo dijo...

Muy bueno tu poema Alfredo.
Un abrazo.
Juanjo

Anónimo dijo...

Qué buena poesìa, Alfredo, un viaje. Extrañas y poèticas imàgenes y esa llegada "a puerto..."
Muy hermosa!

Cris

Anónimo dijo...

este recorrido turístico es muy placentero. Excelentes imágenes, traza dibujos con palabras.

Alberto

Anónimo dijo...

Petrel, ave voladora, que vive en bandadas como un bandolero que espera las infinitas caricias de sus mancebas en cualquier borde de su cama y de su cuerpo.
Ch.

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