La niña patea la tapa de refresco con gesto ambiguo
y sus medias se le chorrean sobre el tobillo magro
su boca amaga un gesto al ver el trayecto desviado
y el zapato enorme para su piecito se bambolea mudo.
En su espalda la mochila se mece colmada de libros
y una chaqueta oscura se asoma con un bolsillo roto
su manita derecha empuña un muñeco deshilachado
y camina con el mundo en sus ojos sin pesadumbres.
Llega al semáforo y en su mente navegan vapores
que la llevan por lagunas donde vuelan princesas
y ella se hizo hada para poder fabricar castillos
con un simple gesto de sus deditos llenos de lodo.
Cruza la calle y detiene los vehículos con gestos
de inocencia escudándola del chofer malhumorado
mientras salta cándida con un dedal en su sonrisa
para atrapar las agujas de la ácida vida citadina.
® Alfredo Cedeño
3 comentarios:
Conmovedora, plena de ternura la imagen de esa niña que lamentablemente es una representante de la niñez abandonada de milllones de niños. Me conmoviò de verdad tu escrito. Mi abrazo.
Cristina Chaca
Amigo,
Es muy bello, pero muy triste, lamentablemente es el vivir de cada día en las calles de Caracas.
Por tus calles caracas, va la niña confusa entre las sombras de esta inmensa ciudad
Donde la compasión, la caridad se quedaron dormidas para mas nunca despertar
Esa pequeña, con sueños de cenicienta deambula por tus calles
queriendo recoger las sonrisas de quienes recorren tus calles
cargadas de miserias humanas
Que han perdido todo vestigio de cordialidad
Lleva a su espalda una mochila cargada de sueños con esperanzas que solo quedaran prendida en un rincón de su corazón
En su menuda manito un pequeño muñeco harapiento como su fiel compañero
A quien le cuenta sus sueños y solo el la sabe escuchar
Se acerca a la esquina de un semáforo con la ilusión de que un chofer le llene su barriguita con golosinas que endulce su paladar
Y ella va fabricando castillos de chocolates con el lodo del charco que se hizo del chaparrón de ayer
Al cruzar la calle con un gesto inocente hace que ese chofer mal encarado, la proteja de ser derribada por un carro
Ella sigue saltando tarareando
matarile, rile, rile, lon los abejorros son de arroz
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