sábado, julio 25, 2015

MONSEÑOR MATA GUEVARA

             “Es una cultura de acomodamiento, de yoísmo, de egoísmo tremendo, craso. Con que yo me salve, me vale todo lo demás; eso es lo que pasa aquí, no hay visión de patria, no hay visión de decencia y el caudillismo en vez de ayudarnos más bien nos ha hundido”. No habla de Venezuela, lo hace de su país, Nicaragua, monseñor Juan Abelardo Mata Guevara, es sacerdote salesiano y obispo de la Diócesis de Estelí, así como Vice-Presidente de la Conferencia Episcopal de ese país centroamericano.
 “Hay muchos sandinistas honestos con sus ideales originarios de la revolución, que no están de acuerdo con el proceso que se está llevando a cabo en Nicaragua. Ellos hablan de un neosomocismo exacerbado, en el sentido de que lo que Somoza hizo en 40 años para enriquecerse estos señores lo han hecho en escasos 10 u 8 años, de una manera acelerada, y para eso les ha servido en mucho los dineros del petróleo de Venezuela”. A sus 69 años, quien también fungiera como Obispo auxiliar de Managua a fines de los años 80, habla con suave firmeza; no en balde ha sido señalado como una de las voces más críticas y enérgicas a la “revolución” sandinista. “Hay una confusión no solamente de partido-Estado, al estilo comunista, sino de empresa-Estado, un Estado empresario pero con una particularidad: este camino ya lo recorrieron los sandinistas en la década de los 80, pero ahora han creado cantidad de empresas familiares, de la familia gobernante, que no la presentan como del Estado, pero se canalizan energías y estatales a través de estas empresas que vienen comprando en todos los ámbitos, pero  personalizados a nombre del presidente o de los testaferros de turno que él tiene según sean los negocios. Los testaferros no son gente muy conocida en el país, algunos se ocultan, no son internacionalmente conocidos. Tampoco manejan enormes cantidades de dinero sino es un montón de microempresas que sabemos son de la familia gobernante, pero a nombre de una determinada persona. De manera inteligente se han atomizado para camuflarse”.
Monseñor explica que esta situación, entre otras cosas, se debe al fraccionamiento fragmentación de la llamada oposición democrática quienes “están totalmente fragmentados, el Partido Conservador, por ejemplo, había tres grupos que ya prácticamente han desaparecido; el Partido Socialcristiano, había cuatro grupos, prácticamente desaparecidos, solo existen nominalmente; los más fuertes son los liberales pero están fragmentados en cuatro grupos diversos, esto es justamente la fortaleza del gobierno, que ha terminado haciendo lo que se le antoje.  Los dineros provenientes de Venezuela son en la práctica una empresa privada que maneja la familia gobernante, aunque dicen que son deudas estatales.  En Nicaragua no se sabe bien qué petróleo venezolano se recibe. Sabemos que llega a precios bajos y pagaderos a largo plazo, se paga el 50% de los embarques que se reciben y queda el otro 50% a ser pagadero en 25 años, pero todo esto se maneja de una manera privada, no pública”.  
 Explica el prelado que en su país la trampa está servida por parte de los sandinistas “dado el montaje que se tiene en el país y la manera cómo se maneja el conteo de los votos y la preparación misma al libre ejercicio de la voluntad como ciudadano de qué tipo de gobierno quiero y a quién  quiero elegir. Tendremos más de lo mismo”.  En su análisis explica que para desplazar a la actual dirigencia gobernante es necesaria la articulación de una oposición unida, aunque no descarta que los sandinistas pueden terminar “ellos mismos de explotar como la fábula que narra Esopo, el de la rana que quiso ser buey y empezó a soplar, y a soplar, y a soplar, y terminó reventando; pienso que internamente ellos van a deshacerse porque hay mucha inestabilidad y mucha pasadas de cuentas internas entre ellos mismos”.
 Explica cómo los fondos recibidos desde Venezuela han sido manejados de forma discrecional por el señor Ortega y su funcionariado “esos dineros no son contabilizados por la Fiscalía General de la República, no son fiscalizados porque se considera dineros privados, porque no hay un acuerdo estatal, o sea no hay un acuerdo de la Asamblea Legislativa autorizando al presidente de la República a endeudarse en esta línea; ha actuado por su propia cuenta, como una cosa personal y como tal ha administrado ese petróleo; sin embargo, cuando se pide más explicaciones dice que es al estado de Nicaragua. Todo está hecho contra ley, contra toda norma, contra todo proceso interno que se pide en la Republica de Nicaragua para poder endeudarse de ese modo”.
 Mata asegura que el ciudadano nicaragüense está profundamente irritado con todos estos manejos y recuerda las raíces ancestrales de esa nación, “en la época de la Colonia el indígena simulaba ante el conquistador haberse convertido para salvaguardar la vida y así surgió nuestra expresión cultural El Güegüense. Es el aparentar, usar un lenguaje pero pensando otra cosa, eso es lo que está dominando en Nicaragua, se hacen las encuestas de opinión en el país y siempre el gobierno sale con un 80, 70, 60% de gente al favor, pero ya en lo privado no es así. La gente viene justamente con la única institución que consideran creíble, la Iglesia, y nos explican, aún gente que está en el gobierno, aún magistrados, nos abren el corazón y nos dicen abiertamente lo que está pasando dentro y cómo no están de acuerdo y cómo se sienten obligados a actuar en una u otra forma para poder sobrevivir.
 Revela que hay grupos alzados en armas contra el gobierno sandinista, los cuales “en esta oportunidad, lamentablemente, se han asociado a gente del narcotráfico en Honduras que manejan armas, entran aviones en la noche, avionetas, tiran bultos y ellos custodian, recogen… por desgracia han venido a parar en este tipo de servicios para sobrevivir. Esa es una zona agreste, de muchas colinas, muchas montañas y fácil para la guerra de guerrillas, allí fue donde surgió la lucha armada contra Somoza”. No oculta su aversión a las armas, “un hombre con un arma no es amigo más que de la muerte, aunque la tenga en forma legal, y no es con muerte que nosotros vamos a propiciar los cambios en el país, no es matando, sino de otra forma, por vías cívicas.  Por desgracia, dichas vías uno las encuentra cerradas, y esa desesperación de mucha gente termina en ese atajo poco eficaz”.
 Los caminos alternos que avizora son a largo plazo, “a plazo inmediato no los veo, es importantísimo hacer tomar conciencia a la juventud, a esta nueva generación de ciudadanos que se va levantando a la conciencia de sus derechos y también su derecho a tener patria. La educación es fundamental y claro, naturalmente, tiene que pasar aquí mínimo de diez a quince años para poder ver los frutos de eso.  Una de las críticas que nosotros hemos hecho a los que se llaman partidos demócratas es que son los mismos rostros de siempre, la misma gente de siempre, no hay una escuela para un liderazgo para jóvenes, no hay un cultivar e incentivar nueva sangre en los partidos, y esto hace que se queden anquilosados y no desarrollen su propia ideología, así que da lo mismo ser liberal de una tendencia o ser liberal de otra, o ser conservador, o ser socialcristiano, es una confusión donde la misma ideología viene perdiendo su retrato, su identikit. Junto a esto hay que favorecer la participación ciudadana, la conciencia ciudadana que va contra la corrupción, un fenómeno que se viene dando en Guatemala, en Honduras y que ha saltado a Nicaragua, gracias a Dios, la gente viene perdiendo el miedo y viene lanzándose a las calles a pesar de la violencia que opone el mismo gobierno mandando a gente paramilitar a aporrear, golpear y amenazar a  quienes se atreven a alzar su voz. En la medida que el pueblo más y más se involucre en hacer oír su voz podemos ir rompiendo este esquema de corrupción, podemos golpear este tejido que han venido haciendo de manipular al ciudadano en lo fundamental, como es su seguridad personal sino comulga con esas perspectivas de gobierno”.
                 Explica como el terror se ha convertido en una política de estado, con la cual se amedrenta a la gente, y narra el caso de una familia a la que han literalmente obligado a abandonar el país, “una de las hijas de esta familia que es abogada, se arrechó, se enojó mucho y dijo: ¿Por qué yo, por unos sinvergüenzas voy a perder mi patria?, aunque me maten, aunque me encarcelen, aquí voy a quedarme y voy a presentarles lucha ante la injusticia que están haciendo. O sea, hay sangre, pero no se logra todavía encauzar adecuadamente, y formarla, y hacer un solo haz de voluntad para como un ariete dar en el mismo punto, punto de la corrupción, punto uso de poder, punto de irrespeto a la ley, darle permanentemente a estos puntos desde diversas angulaturas para hacer ceder a un Estado que es débil en el fondo, cuando se teme al pueblo es que el Estado está débil”.
                No deja de ser realista, no pesimista, ante el futuro inmediato, cree que a la dupla Ortega-Rosario le queda tiempo, “tan es así que se habla de la misma Rosario, la esposa, para lanzarla a ella, pero Daniel Ortega no parece dispuesto todavía a ceder. A ellos, y lo han demostrado, les vale un pito la Constitución, dicen que para poder desarrollar sus programas ellos necesitan mínimo veinte años, pero mientras tanto no podemos solo quedarnos quejando, tenemos que trabajar más con el pueblo, lo digo por experiencia”.  Asegura que la guerra se prolongó en Nicaragua porque en los años 90 porque, “por más que le dijimos a doña Violeta: pida las armas, extraiga las armas, que le entreguen las armas, ¡tuvo miedo!, nunca quiso pedirlas, por pusilánime, entonces se rearmó la contra, y rearmaron a ex miembros del ejército y se volvió otra vez la guerra. ¿Cómo logramos pacificar? A través de talleres de concientización de la gente que no podíamos seguir con eso mismo”.
                 Monseñor Mata Guevara estuvo en el proceso de los diálogos de Esquipulas y los diálogos de acuerdos de paz y el proceso del desarme de la contra, “todo eso me tocó, como también apoyar la Comisión de Verificación del cardenal Miguel Obando y Bravo que trabajaba en conjunto con la comisión internacional de verificación de los acuerdos de paz de la OEA.  Por eso es que para mí esto es un déjà vu, una pesadilla que se repite, horrible… Por eso hay que insistir en transmitir, sobre todo a las nuevas generaciones, que es posible los cambios aunque uno tenga a veces que pasar malos ratos y hasta derramar sangre. Creemos en los cambios pero con gente que en verdad ame a Nicaragua, ame a la democracia, tenga valores, no sea gente que se acomode. No necesitamos gente que se dedique a estar de brazos cruzados y ver. Nosotros como Iglesia, como gente que está al mando no podemos jugar papel directo, pero a nuestro laicado creyente le decimos: Su función es vertebrar en cristiano la sociedad, ser levadura en la masa, no pueden ustedes despertar su compromiso con la fe o con la Iglesia metidos en las sacristías, ese no es su lugar, su lugar es la plaza, su lugar es la oficina, su lugar es la fábrica, es allí donde tenemos que empezar a trabajar por provocar los cambios de mentalidad en la población”.
                 Augura días difíciles para su país y el nuestro, donde las situaciones se calcan.  Recuerda que cuando Chávez vivía “llegaba a Nicaragua como si fuese el que mandase, y hacía, mandaba, y deshacía. Anunció una refinería que se iba a hacer, y se puso la primera piedra por dos veces; nunca más se hizo, después dijo que Venezuela iba a invertir mucho dinero en Nicaragua para desarrollo de la misma Nicaragua, todo quedó en palabras. Gracias a Dios ese link se rompió, y Maduro no tiene la capacidad ni tampoco la inteligencia de Chávez, ni la capacidad de verborrea que tenía aquel.  Yo estoy convencido, que si Venezuela vuelve a ser república, vuelven en verdad los valores democráticos a dominar, y la caída de este desastre en Nicaragua será más rápida.  La gente consciente, con amor patrio, no ve con buenos ojos todas estas intervenciones, si hubo la Contra fue justamente por toda la intervención cubana y rusa en Nicaragua, cuando los niveles de mando estaban en manos de extranjeros, y lo que se ve es cómo nuevamente este gobierno conduce allá a Nicaragua. Mucha gente de origen cubano o venezolano que ha ingresado creando un caldo de cultivo para su propia visión que tienen de la sociedad. ¿Cómo no indignarnos?”

© Alfredo Cedeño
 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días. Esto como que ya es bien conocido por nosotros. Suponíamos lo que se hacía con nuestro petróleo en los otros países. No era para el pueblo. Ahora nos lo confirma el obispo y lo dice casi con las mismas palabras con las que lo diríamos nosotros. Un abrazo.

Alejandro Moreno

Anónimo dijo...

Excelente artículo, lo que nos rodea es la inmensa desidia que no permite despertar consciencia.

zulma dijo...

Hola como se han extendido los tentaculos de la corrupcion con dinero lo compran todo,muy bueno tu articulo y que valiente este Obispo , nos hace falta agallas para levantarnos , hasta cuando este pueblo de cobarde va a soportan , parece que en Venezuela lo que hay es resignación ,que pena y que dolor , saber que vamos a terminar muy mal.Cuba se quedará en pañales delante de toda esta basura que nos circunda

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