De mi cáscara a tu concha hay un mundo de texturas
y de mi coraza a tu tersura va una gavilla de ternuras,
ambos chisporrotean desde la espesa bruma azabache
donde se susurran gemidos con tersa y elusiva avidez,
juegan esperando que nácar y sangre los emborrache
y mantener seguro el cielo que ganaron con timidez.
© Alfredo Cedeño
4 comentarios:
Hermoso !!! Me surge el deseo de ser un tomate!!!! Un abrazo.
DB.
Muy muy hermoso, este juego de texturas, ternura, nácar y sangre. Envidiable y merecido ese cielo ganado del último verso.
Un abrazo fuerte
Amaia
De mucho gusto, amigo,con esa forma de decir tan tuya.
Abrazos
Increíble, pero complementarios.
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