jueves, enero 10, 2013

ÁVILA



El borde de la serranía se recorta celeste sobre la tarde
y deja acordes desnudos por sus faldas agrestes,
mientras las sombras se trepan  fugaces y felices
a plantar dormidas cabriolas de prolongado encaje. 

© Alfredo Cedeño

3 comentarios:

Anónimo dijo...

... y una se reconcilia con Caracas, todos los días...


Ylleny Rodríguez

Anónimo dijo...

Mi Ävila hermoso!!! Bella foto! Siempre que veo ese cerro, me digo... ese cerro habla. lindo esto, "deja acordes desnudos por sus faldas agrestes, mientras las sombras se trepan fugaces y felices"

Zafira

Amaia Villa dijo...

Poético total.

Abrazo

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